Reducido a modesto delegado de Sedesol por que nadie lo considera cuando de nombrar delegados federales se trata, Juan Carlos Loera no repara en recurrir a los peores nombres de la vieja izquierda para recomendarlos a cualquier espacio federal que siga libre.
Entre los maestros jubilados trascendió que pretende, de diversas formas, colocar al impresentable Efrén González en la delegación de Educación Pública, donde despacha Esteban Moctezuma, siendo un decadente luchador que jamás pasó de contestatario menor en las luchas magisteriales de la Sección Octava del SNTE.
Y no es broma, aparte de situarlo como un maestro sin presencia ni antecedentes de lucha más allá de perifoneó en plazas, las fuentes reportaron que Efrén salió por la puerta de atrás cuando despachaba como inspector escolar, pues los padres de familia lo acusaron de robarse –es lo que aseguran- las cuotas escolares en dos escuelas técnicas. Para dar certeza a sus dichos, las fuentes sostienen que aceptó la jubilación con tal de no pasar por los tribunales, dejando el magisterio activo por la puerta de atrás.
Con esos amiguitos, recomendándoles para cargos federales en el gobierno de la honestidad, es comprensible que a Loera le pongan las cruces cada vez que hace antesala de horas para que lo reciba el asistente del secretario del secretario, cuando hace el paseíllo en la desesperante burocracia de la Ciudad de México.
Efrén González acusado por padres de familia de robarse las cuotas y Loera pretendiendo revindicarlo en el gobierno sin tacha ¿Y la honestidad de la Cuarta Transformación? ¿Con incondicionales así quiere llegar a la gubernatura? De que los hay, los hay.
Siendo un personaje de los que califican para el concepto de “animal político” –no es despectivo- Cruz Pérez Cuéllar podría estar cometiendo un error básico de calculo, destapándose de manera prematura para candidato a gobernador.
Justifica su acelerado destape –mañana en conocida granja de la ciudad- diciendo que sus apoyadores en México le recomendaron “moverse”. Para alguien que inicia y termina la jornada diaria santiguándose mientras recita “gubernatura, gubernatura, gubernatura, amen Señor Jesús, gubernatura, gubernatura, gubernatura”, es risible la inocentada.
¡Así les dicen a todos! ¡muévete!. Pero lo que Cruz debe preguntarse, antes de seguir adelante, es que pensará López Obrador sobre su prematura campaña y para una respuesta certera necesita tener presente que, desde el uno de julio, sólo hay una voz en Morena y el Gobierno Federal, la voz de López Obrador.
¿El gran tlatoani será indiferente o estará feliz con que un senador de reciente adquisición intente secuestrar la candidatura al gobierno de Chihuahua? Reflexionar la respuesta es obligado.
Su invitado estrella es Ricardo Monreal, uno de los tres prospectos de Morena para suceder a López Obrador, quien también debe pensar con serenidad sus movimientos. Exponerse a golpes de pesos pesados nunca ha sido saludable. ¿Qué tal si Monreal cancela de último momento? Abusado Cruz, me recuerdas a Marcelo González y a otros que le preguntaban a Duarte sobre la pertinencia de “moverse”. Desde luego, hagan ruido a ver hasta donde llegan, los invitaba el gobernador lagartón mientras a Serrano lo mantenía con el freno puesto para protegerlo de sus propias pendejadas.
Alejandro Gutiérrez llegó al juzgado con un cheque de 1,7 millones de pesos, dispuesto a resarcir el daño causado al estado con tal de quedar libre, a pesar de no reconocer culpabilidad y la respuesta del juez es decir no, rechazar el dinero y mantenerlo sujeto a proceso.
¿A dónde quieren llegar en el gobierno de Javier Corral con la justicia de Chihuahua? ¿No es el objetivo, acaso, recuperar los dineros y bienes perdidos en la administración de la corrupción duartista? Por lo visto ayer, no.
En esa negativa el juez da razón a los críticos de Corral, quienes sostienen la tesis de que su idea de justicia –la del gobernador- es el show mediático y la sonaja electorera ¡¡¡Les ofrecen dinero y lo rechazan!!! En ninguna parte del mundo se ve una sin razón igual.
Proporcionan argumentos a la coneja para calificar a los jueces de “mozos de estoque del gobernador” y encima le dan razón; en los maxijuicios se han cometido injusticias de lo más vil.
Desde luego varios tienen bien merecida la cárcel, pero de corbata se llevan a inocentes, destrozándoles su vida. No todo se vale con tal de exhibir a Duarte, debería haber límites.
