Si los justiciables de los maxijuicios que, pretendiendo librar la prisión, apuntaron su nombre entre los testigos protegidos saben leer correctamente o escuchar con atención, les vendría bien conseguir -a la de ya- asesoría legal.
Entre la comunidad de la litis y la chicana se comenta desde el año pasado que los testigos protegidos siguen en la lista de candidatos a ser hospedados en San Guillermo, por cortesía de los jueces obsequiosos de consigna.
Javier Corral fortaleció en Ciudad Juárez las sospechas de tinterillos y litigantes, cuando dijo que a nadie le prometieron perdón sino “criterios de oportunidad”, rematando con que no habrá perdón ni olvido y mucho menos se prestará a la impunidad.
Trágame tierra y ahora dónde meterse si quemaron sus cartuchos entregando cuanto documento tuvieron a la mana y respondiendo “si, desde luego, yo lo vi todo”, a cada pregunta que formuló el ministerio público para inculpar al elusivo “as de oros”.
¿Criterios de oportunidad? El comentario del gobernador parece más bien una sutil advertencia de que, tratándose de la corrupción asociada al gobierno de Duarte, nadie está ni estará remotamente a salvo mientras él mande sobre las instituciones del estado.
Así que ya saben, hijitos, cierren bien sus casas pero no den aviso al vecino de su partida, o distraigan una parte de lo mal habido en pago de abogados competentes que los amparen contra el delito más insospechado, o acérquense con Ismael Rodríguez a refrendar el salvoconducto. Ay nanita, el año empieza con promesas de carnita en los juzgados. Ya vieron, Marcelo fue primero.
Para llegar a la cancelación de “Cambio 16” y anunciarla con ciertas reticencias –dijo que volverá cuando es obvio que no- el gobernador Corral debió pasar por un periodo personal de convencimiento y aceptación progresiva del indiscutible fracaso. Tarde se percató que la voluntad y el dinero de un gobierno estatal son insuficientes para el éxito de un medio impreso.
Costoso le han salido las ocurrencias, que no estrategias, de su amigo y primer jefe de prensa, Antonio Pinedo, pretendiendo dar vuelta a los medios tradicionales que le incomodan. Ayer fue “Cambio 16”, mañana será “Puntualizando”, tampoco estas cápsulas de radio sirvieron para influir en la política editorial de las estaciones locales.
La concepción de medios alternos, ideada por Pinedo, nació como un disparate que jamás encontraría destino. Ningún espacio mediático manejado por gobierno tiene credibilidad; si la prensa está desprestigiada, los gobiernos más. Todo lo que anteponga la palabra “oficial” repele a los ciudadanos.
Sin embargo, aunque parezca contradicción, cancelar “Cambio 16” es un avance. Quizás llegó el momento de que Corral modifique su estrategia de “no te veo ni te oigo”, adoptada para neutralizar la critica local y sentirse descontaminado de improperios.
Abrir una comunicación formal, sincera, sin traumas, donde el interés y derecho de las audiencias a ser informadas con veracidad y profesionalismo sea colocado al centro, sería un positivo punto de partida a mitad del quinquenio. Posible pero improbable, Corral es de rencores infinitos.
Por decreto del Ciudadano Presidente de los Estado Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, originario de Macuspana, Tabasco, con domicilio en la Chingada, Chiapas, y radicado temporalmente en Palacio Nacional, a partir de hoy se impartirá obligatoriamente la clase de beisbol en todas las escuelas, públicas y privadas del país, para que México eleve el número de jugadores en las Grandes Ligas de 20 a 80, en el lapso de su sexenio.
Todos los directores de planteles educativos tomen nota y ejecútense sus ordenes a la mayor brevedad y sin formular preguntas, pues aunque el bienestar del pueblo es lo primero y más importante también hay dinero para promover el beisbol de manera masiva.
Son las instrucciones precisas a la titular del deporte, Ana Gabriela Guevara, dadas en Guasave, Sinaloa, donde además prometió regresar la serie de invierno, un estadio nuevo y dos pitchers zurdos, para envidia de Parral y sus parralitos.
En previsión de lo que el tiempo encoja, desde ayer desempolvé mi viejo guante de segunda base, cuando jugaba de llanero en los campos “limas”. Uno nunca sabe en qué momento toque un enviado de la Cuarta Transformación a la puerta y pregunte por el deporte favorito de la familia. Es bueno estar preparado. ¿Qué no?.
