*Los capos están de fiesta

* Avieso redentor “espontáneo”

* Fotomultas, memoria famélica

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Pertinente la respuesta de César Jáuregui, secretario del Ayuntamiento, a los intentos de manos perversas que pretenden politizar el incendio del mercado, en el centro de la ciudad. Sus fines son aviesos, claramente contaminados de politiquería.

De la noche a la mañana, literal, un pelafustán identificado con el nombre de César Robles –que tocayitos- se asume como nuevo administrador del mercado siniestrado y hace un llamado a la protesta callejera, sin motivo alguno que justifique la insubordinación ni más razón para rechazar todas las soluciones del Ayuntamiento.

Así, por que el señor amaneció con ganas de liderar un movimiento de locatarios, se le ocurre bloquear calles, desconocer apoyos de la alcaldía, convocar a manifestaciones escandalosas, montándose en la tragedia. Sin más razón que su palabra y el derecho que le otorga haber comprado un puesto, la víspera.

Hubo trascendidos señalando al senador por Morena y prematuro aspirante a la gubernatura, Cruz Pérez Cuéllar, como uno de los autores intelectuales de la manipulación política.

Ignoro si Cruz realmente atiza la rebelión desde las sombras, pero si los trascendidos corresponden con la verdad, estaría entrando en una dinámica que terminaría cancelando sus legítimas aspiraciones. Nadie construye un proyecto estatal a puntapiés. Bien le vendría desmarcarse.

Sucede un accidente, lamentable por que deja sin su fuente de ingreso a cientos de chihuahuenses que viven al día, y de pronto surgen redentores dispuestos a capitalizar la tragedia pensando en futurismo político. Vil bajeza.

El país tiene severos problemas en Michoacán, Matamoros, ahora Oaxaca, el huachicol, los crímenes, para que estos oportunistas mentecatos intenten generar conflictos donde no los hay, sólo por que ayer compraron un puesto.

No y vuelvo a decirlo sin matices, esa conducta debe ser reprobada por los chihuahuenses, para que los políticos que piensan seguir el camino del caos sepan que caminan al barranco.

Muy necesitada esta la Secretaría Estatal de Finanzas para valorar el regreso de las fotomultas. Quizás la crisis financiera de gobierno sea más aguda de lo que suponemos, pues de otra forma no buscarían fuentes alternas de recaudación tan impopulares.

A los promotores de la propuesta insensata les vendría bien recordar que uno de los mayores lastres del PRI en la elección del 2016, cuando el PAN ganó gubernatura y alcaldía local, fueron precisamente las fotomultas. Se hicieron tan odiosas entre los conductores que la sola idea de implementarlas otra vez causa irritación social.

Oscar Aparicio, que de sensibilidad política y compromiso ciudadano sabe lo mismo que de física termonuclear, propondrá la restauración de las odiadas cámaras ante el Consejo Consultivo de Tránsito.

Ojo, estrategas de Palacio, implementan las fotomultas y ahora las mentadas irán con cargo al gobernador Corral, como antes lo fueron contra Duarte. Y si encima autorizan aumento al transporte, ahora mismo discuten el tema, vayan preparándose para una estruendosa derrota electoral, por más lejano que vean el 2021 ¿O es que suponen, acaso, que los costos de gobernar y el desgaste político sólo es aplicable tratándose de priistas? Ajá.

Imagino que los capós del crimen celebran a lo grande, que faltará tiempo a sus bandas favoritas para ir de rancho en rancho, hotel en hotel, mansión en mansión amenizando animadas fiestecitas que se sucederán a lo largo y ancho del país.

¿Porqué? El presidente López Obrador dio por concluida la guerra contra el crimen y dijo que, a partir de hoy y hasta nuevo aviso, ningún capo irá a prisión. Por que los detendrían, si la guerra terminó. Es su versión del perdón contra los lideres del crimen. ¿Entran también los huachicoleros?

Por un decreto presidencial de Felipe Calderón inició la guerra contra el crimen, por otro la da por concluida López Obrador. Faltaba más ¿El Ciudadano Presidente tendría conciencia clara de los términos usados en la inusual declaración? Sepa la bola, como decían en tiempos de la Revolución, pero de que lo dijo lo dijo, así que a destapar botellas y salud, mil veces salud. Siete días y sus noches con la tambora sonando, sin descansar. Que me toquen los Bravos del Norte el “Corrido de Gerardo”. Para empezar.