*Yeidkol ¿Quién sabe si va o viene?

* Cruz saca tres cuerpos a Loera

* Extorsionadores uniformados

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Medida en categorías del nuevo oficialismo, donde los políticos no sólo deben ser buenos sino también parecerlo, según el código moral de López Obrador, -recuerde las amonestaciones a diputados y senadores y su amenaza de abandonar el partido, si lo echan a perder- lo mejor que podría decirse de Yeidkol Polensvky, presidenta en funciones de Morena, es que no está claro si va o viene.

La conducta de la mayor dirigente del partido oficial es perversa y ruin. Venir a Chihuahua sin otro fin que denostar al representante del presidente, Juan Carlos Lera, describe a un político del régimen maligno y corrupto que López Obrador destruyó en julio del año pasado. En el nuevo México hasta los sicarios son buenos o, pensando en sus mamacitas, están en vidas de la redención.

Pero es que de plano la Yeidkol no entiende, le ganan sus malos hígados contra Loera o supone que Chihuahua no es caja de resonancia suficiente para que sus insultos lleguen hasta Palacio Nacional. Quién sabe, pero si trascienden deberá expiar sus pecados o aceptar la reprimenda del líder moral.

Está bien que Loera sea excedido en su amabilidad y confiancita con Javier Corral o Cabada, dos enemigos del nuevo régimen. Su imprudencia está bastante documentada y además es inocente pues hace tiempo que Javier abandonó su proyecto y Cabada es su competidor, por definición. Pero la lideresa del partido no es quien para exhibir en público las ligerezas del superdelegado.

En sus comentarios contra Loera prevalece una pecaminosa acción que contradice la moral lopezobradoriana. Yeidkol olvida que las amonestaciones en público sólo son admitidas en el líder amadísimo, el resto de los acólitos tienen la obligación de comportarse en santa obediencia. En consecuencia Loera está tranquilo, no le han quitado ni una pluma a su gallo.

En cuanto a Javier Corral, la señora se pasó de bondadosa, no conoce las carencias de Chihuahua y tampoco está interesada en conocerlas. Si hubiese pedido una tarjeta sobre los problemas del estado que le permitiese descargar sus criticas, hubiese tenido suficiente con un superficial reporte de inseguridad y otro de la crisis en salud.

Con las dos tarjetas y el estribillo de que Javier es un vulgar holgazán que rehúye sus compromisos de gobernador, prefiriendo permanecer en México, jugar golf, tenis o trotar en carreras diseñadas para el aplauso, hubiese sido más contundente.

De Cabada ni hablar, el edil juarito muere por que Morena lo postule candidato a gobernador, así que se tragará el sapo sin hacer gestos, esperando que Yeidkol pierda la carrera por el control del partido. Sabe que con ella en oficio de presidenta su proyecto con Morena está cancelado.

Son increíbles los políticos de Morena, si por ellos fuese se despedazan uno al otro hasta quedar aniquilados, todos. Falta López Obrador y ese partido se desbarata más pronto que un castillo de naipes construido al ahí se va.

Rompeolas

Mientras Loera lidia con el fuego amigo, Cruz Pérez Cuéllar sigue construyendo. Algunos observadores consideran que le saca más de tres cuerpos en la carrera por el gobierno. ¿Será? Quién sabe, en el partido del Nuevo Oficialismo cualquiera puede ser candidato, sólo es necesario un voto para ganar las encuestas y recuerde que al “Líder Amadísimo” le gustan las juanitas. Pero ciertamente, si tuviésemos que medir a los dos prospectos más visibles de Morena, Cruz parece llevar amplia delantera sobre Loera, en los últimos días ha estado más activo que los alcaldes en su informe y al interior del PAN sigue metiendo las manos. Ya hasta tiene a un empresario con apellido de ave como responsable de pasar la charola entre los adinerados. Anda más de un año adelantado. De Víctor Quintana hablaré pronto, es uno de varios nombres que manejan como tercera opción, que no necesariamente tercera vía. Se pasa de la edad, pero quien dijo que en el nuevo régimen eso es problema.

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¿Quién puso cuota a los agentes de tránsito, para que se hayan convertido en extorsionadores con placa y uniforme oficial? Hace tiempo se dedican a detener conductores en los recovecos de avenidas y vialidades importantes, distribuidos los tramos a manera de cotos personales de esquilma. ¿A poco se trata del “jefe Aparicio”? Es pregunta. En columnas posteriores entregaremos testimonios de conductores extorsionados. Están hartos.