Es cuestión de tiempo para que Roberto Díaz deje la dirección de Derecho, su presencia en la Facultad resulta insostenible desde la burda y vil maniobra en la que, pretendiendo exhibir al rector Luis Fierro, se proyectó como un sujeto inescrupuloso de perversos recursos, sin respeto por la universidad que tanto le ha dado.
Entre los académicos de la Facultad corrieron ayer los rumores de su inminente renuncia, al ser convocados a claustro para hoy en la tarde, sesión a la que llegaría con la renuncia firmada y debidamente notificada al Consejo Técnico.
En consecuencia el claustro de maestros sería un mero formalismo, un capricho o especie de concesión al enemigo derrotado, del tipo ¿Quieres informar a los maestros personalmente y darte aires de salir por la puerta principal? Adelante, sólo que llegas ya renunciado.
Por trascendidos en operadores políticos de Javier Corral –si, a veces suelen actuar, aunque resulte difícil aceptarlo- se supo que Roberto Díaz no aguantó ni las primeras presiones de Palacio y reculó en cuanto aplicaron presión a su “manita de cochi”. Todos tienen orilla, decía Artemio Iglesias, sólo hay que jalarle en el lugar correcto y se fruncen.
Una observación oficiosa; ni en Palacio ni en la rectoría deben dar por sentada la renuncia de Díaz, es atípico que movimientos así se conozcan de manera tan pública antes de que sucedan, pues dan tiempo al emplazado para que se retracte y actúe desesperadamente con desplantes insospechados.
Aunque la reversa parece improbable, el hombre es capaz de vilezas políticas más no es tarugo, siempre existe la posibilidad de exabruptos. Mantenerle marcación personal hasta que firme el documento nunca esta de más, sólo como medida precautoria en previsión de alguna locura mal aconsejada. Ahí están Ramos Peña y otros maestro(a)s enojados con la vida para calentarle la cabeza.
Dando por hecho su salida, Luis Fierro queda muy fortalecido frente y los directores que se mostraron reticentes a los proyectos de rectoría, un par más. Al ver que la indisciplina se paga con el cargo contendrán sus ímpetus, saben que donde aprietan no chorrea.
Y, lo más importante, sin la molestia de un director desafiando abiertamente a la autoridad central, queda allanado el camino para la Reforma Académica en la que tanto ha trabajado Luis Fierro durante los últimos semestres, teniendo a Moisés Basurto como su principal operador en campo.
Contra lo que muchos pensaban, la Reforma Académica va, un paso muy necesario que la Universidad debió dar desde los tiempos de Sergio Piña Marshall, el primer rector que tomó en serio el proyecto pero inexplicablemente decidió ponerle frío de último momento.
Ojalá cuaje sin más demora, es inaceptable que pequeños grupos tomen a las facultades por sus ínsulas baratarias para sus propios beneficios. Ese decadente sistema representa un enorme lastre para la universidad.
¿Enserio no lo ven totalmente agotado?. Los tiempos de cotos autónomos han quedado atrás, o se modernizan o desaparecen, no hay opciones medias en la nueva realidad política del país.
Rompeolas
El próximo lunes se cumplen diez años del infame asesinato de uno de los hombres más brillantes y generosos que hayan ejercido en la política doméstica, Miguel Etzel Maldonado. Seguramente su familia lo recuerda todos los días y tiene bien presente la fecha, pero que pasa con tanta institución en la que sirvió durante sus años en el ejercicio público. Ojalá tengan preparada alguna celebración, por modesta que sea, para honrar su memoria. La tiene bien merecida. Un saludo a doña Elena y a sus hijas Lina y Luisa.
