*Jaime Galván y su “Pérez Acedo”

* Los palomares de 21 y Aldama

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Hasta el buzón particular de “La Weba” llegaron incuestionables y valiosos testigos gráficos –ordinaria foto vía WhatsApp- de un exclusivo encuentro campestre culinario de cinco tiempos y Caval siete –carne asada, cebollines y chelas- en la residencia privada de conocido empresario, filántropo, vitivinicultor y entusiasta del polo –Jaime Galván- y un grupo de experimentados políticos, hombres de fe pública y médicos fronterizos –Anchondo y Alejandro Díaz- donde según testigos presentes en la importante reunión –insana imaginación del columnista- habría desdoblado atrevidos e innovadores planes y compromisos mutuos sobre el futuro inmediato de Chihuahua –quimeras de gubernatura- convencidos de que la entidad está muy enferma y necesita con urgencia tratamiento médico especializado al más alto nivel.

En palabras llanas que Jaime Galván invitó a Víctor Anchondo y al doctor Alejandro Díaz a una comida en el asador de su casa, donde cuatro colados habrían cerrado la mesa.

Jaime es un hombre de negocios hecho en las relaciones del poder, los sexenios de Reyes y Duarte, con leve e incómodo receso, le vinieron de perlas ¿Porqué hacer testera a un doctor de nombre Alejandro Díaz que de pronto quiere ser gobernador siendo que en Morena pocos lo conocen y quienes tienen el gusto lo toman por “su Pérez Acedo”. No les hace sentido y menos estando convencidos de que Jaime es uno de los tres patrocinadores económicos más constantes de Cruz Pérez Cuéllar.

Que Jaime refaccione a Cruz tiene sentido, lo ve adelante en las encuestas y por ahora no tiene más. ¿Pero dedicar tiempo al doctor Diaz? No entiendo y la verdad tampoco me importa, simplemente es uno de esos días en que me ganó la “weba” y como estoy harto de escribir sobre el “líder amadísimo” o los desatinos de Corral, con algo tenía que salir hoy. La maldita costumbre de escribir diario, son más de quince años entregando columna.

Aunque me hace gracia que Víctor Anchondo siga asistiendo a comidas políticas sin futuro ni propósito. Si Patricio recibe la foto seguro diría que poco aprendió de política el brillante abogado, durante los años que lo acompañó en el servicio público; tres en la Secretaría del Ayuntamiento, tres en la Secretaría General de Gobierno, y tres en la coordinación de los diputados. El abogado tendrá sus razones.

El que me intriga es Galván, no regala un vaso de agua sin tener seguridad de que la inversión será redituable o el riesgo mínimo y ahora lo tenemos como patrocinador de Cruz y promotor de un improbable Alejandro, “Pérez Acedo”, Díaz? Achis, dicen en el rancho arqueando la ceja.

Rompeolas

Carlos Borruel se ha salido con la suya, convenció al gobernador Corral de comprar un predio de 1,800 m2 en Aldama y 21, para construir dos edificios de vivienda vertical, financiados en su mayor parte por le FOVISSSTE, 70 por ciento de recurso federal.

Hay que ver los detalles del proyecto, el nombre del desarrollador y la letra chiquita del convenio Estado-Federación antes de opinar en serio, sin embargo los desarrolladores mostraron extrañeza al conocer la noticia. La ven muy ojona para ser paloma.

Esa situación de incredulidad entre el gremio viviendero y la secrecía con que Borruel maneja los detalles del proyecto, abrieron una insidiosa pregunta entre los desocupados del Gerónimos: ¿Construirán palomares inhabitables o un monumentito a la corrupción?.

Paciencia, dejen que sucedan las cosas, es muy atrevido e irresponsable descalificar una iniciativa innovadora de vivienda popular sólo por que les cae gordo el gobernador, no conocen el proyecto o los dejaron fuera del negocio.

Ahora, si los afanes son por joder recuerden lo que dijo Peña Nieto; “ningún chile les embona”. Está bien que extrañen al “vulgar ladrón” con su monumentote a la corrupción, pero no descarguen sus despechos contra Javier, el hombre sólo busca salir en una foto de primera piedra. No le arruinen el momento.

Aunque eso de un edificio de cuatro niveles sin suficiente estacionamiento, desplantado en la peor zona del centro, sin elevadores y departamentos miniaturas a precio de ganga para burócratas federales y estatales tampoco me hace sentido, reconozco.

Da la impresión que en vez de aligerar los humores del lupanar en la vida nocturna de la zona, quisiesen refrescar el personal. Carne nueva para los parroquianos nocturnos, asiduos aclientados del mariachi ocasional y la compañía en oferta.

Lo importante, en todo caso, es que el señor gobernador al fin pudo colocar una primera piedra en el centro de la ciudad, así haya tenido que comprar el terreno a precio de oro y asociarse en circunstancias desventajosas con la “cuatroté”.

Guarden la foto, sólo por el morbo de que no lleguen a poner la segunda piedra o el día de mañana el vecindario vertical termine convertido en hotel de paso, catalizando los deprimentes negocios del sector.