*Ganaderos, noticias de desalojo

*Lalo Prieto con el santo volteado

*Endémica corrupción en Vialidad

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Tómelo a broma, delo por volada sin fundamento, considere que se trata de fake news de mala leche, pero entre los hombres de sombrero stetson de muchas x y cinto piteado se comenta, con alarma, que la Asociación Ganadera Local de Chihuahua recibió una notificación judicial de desalojo.

El dato es que tiene rentadas las instalaciones donde celebra sus tradicionales subastas de ganado, contiguas al Complejo Brangus, y habría incumplido con la letra chiquita del contrato de arrendamiento, en el apartado de “mantenimiento y otros”.

Las subastas representan a la Asociación Ganadera de Chihuahua ingresos calculados por los productores en dos millones de pesos mensuales, mismos que se manejan en la más absoluta opacidad, pues jamás rinden informes creíbles a los socios.

Pero ese asunto es aparte, la opacidad es común en las organizaciones ganaderas desde que el “Vulgar ladrón” impuso a sus incondicionales en los cargos directivos, de los cuales Sergio Portillo, presidente de la Asociación Chihuahua, y Lalo Prieto, presidente de la Unión, son dignos herederos.

El punto que los trae sin poder dormir y malhumorados, que no les da tiempo ni de rascarse –así decía Manuel Payán cuando era diputado y nunca iba a las sesiones- es el problema judicial con la “S.A” que les renta el inmueble. Tanto dinero que han ganado y no han sido para comprar un terreno y construir sus propias instalaciones, condición que por si misma describe ineficiencias y despierta sospechas de corrupción.

Lo que ha trascendido en los últimos días es que Portillo y los presidentes anteriores incumplieron sistemáticamente los términos del contrato hasta que le llenaron el hígado de piedritas a los arrendadores, obligándolos a emprender un juicio mercantil que por sus propias negligencias podría terminar en desalojo.

El dato específico es que la cuerda reventaría el próximo miércoles cinco de febrero, según versiones de los eternos inconformes con el manejo de la Asociación. ¿Así de mal organizados y desidiosos en la Asociación Ganadera de Chihuahua? Parece que si.

Además están muy convencidos de que el desalojo es inevitable a estas alturas, pues el consejero mayor de la asociación rentera, pongamos su dueño, presumiblemente es un prominente y acaudalado hombre de negocios juarito que necesita el terreno para negocios particulares. Hasta con esas.

Trágame tierra, malas noticias para Sergio Portillo, hace hasta lo imposible por reelegirse y de pronto se da cuenta que podría explotarle la bomba días antes de la asamblea electiva, que por cierto pretende controlar presionando a los socios condicionando los tradicionales préstamos. Los cochupos de siempre.

¿Tendrán este dato los socios? Probablemente no, Portillo y Lalo Prieto han hecho hasta lo imposible por mantenerlo en secreto, saben que si revienta antes del sábado ocho se les cae la reelección.

También son malas noticias para el propio Lalo Prieto, impuesto con calzador hace casi un año. La crisis en la Asociación de Chihuahua es sólo una de muchas que se están incubando en la Unión, pues muchos ganaderos ven desprolija y sospechosa de corrupción a su administración.

Hasta sus antiguos apoyadores para que llegase a la presidencia empezaron a expresar frecuentes comentarios desaprobatorios. Hay tela de donde cortar, de a poco iremos soltando pequeños girones.

Rompeolas

Encomiable el esfuerzo que realiza el diputado panista Miguel Latorre, por contener la exaltada corrupción al interior de Vialidad. Nunca en la historia de esa corrompida corporación hubo más esfuerzos coordinados por extorsionar a los conductores como ahora que, sin recato alguno, decidieron sitiar de noche la ciudad de Chihuahua, con sus retenes dedicados a espolear gente. Bien por la iniciativa legal que pretende inhibir los abusos, sin embargo será letra muerta mientras persista intocada la mafia de los comandantes que se apodera de la corporación y la maneja como si fuese negocio particular.

Acabar con las extorsiones no es cosa de leyes, se requiere de un operativo permanente, decidido y valiente que contenga a la pandilla de los comandantes que hacen cabeza en la mafia. 
Por desgracia Aparicio parece estar satisfecho con la situación actual y Javier Corral ni por enterado se da, piensa que no son asuntos dignos de atender en su despacho. Estamos jodidos, es lo que hay.