*Coparmex construyendo el “Tucom”

* Obstinación por conducir el proceso

* Los que faltaron y el que sobra ¿O no?

* Bartlett; que los cocodrilos vuelan

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Como cada seis años, ahí están otra vez los dueños del capital queriendo  conducir el proceso electoral de gobernador. Cada seis años fracasan y cada seis años intentan de nuevo, su terquedad es comparable a la de López Obrador. Entiendan, que no pueden y menos en tiempos de la gran polarización.

En la elección pasada hasta candidato propio pusieron en las boletas, Chacho Barraza. Lo hicieron con tan mal tino que estuvieron a punto de abrir espacio a un corrompido PRI que Cesar Duarte hizo odioso hasta la médula. Al fin Chacho reculó y Javier Corral pudo ganar aquella elección.

Pero aceptemos, sus ejercicios son positivos. Siempre es interesante escuchar a los precandidatos en escenarios formales mucho antes de las postulaciones partidistas, verlos actuar sabiendo que sus palabras quedarán para el registro. Sentir el regustillo del morbo previo al inicio de las campañas.

Cuando la elección de 1992, ganada por Barrio, -¿Fue la de Patricio? Perdón por no checar el dato, la weba es otro efecto de la pandemia- resultó interesante escuchar en un debate organizado por Coparmex a Jaime García Chávez, un líder sindicalista considerado de izquierda radical que había cerrado Aceros de Chihuahua. Los dejó con el ojo cuadrado.

Acaban de amarrar un nuevo ejercicio para la elección en puerta; “Diálogo por Chihuahua”. Cito en orden a los invitados: el senador por Morena Cruz Pérez Cuéllar, la edil capitalina Maru Campos, el expresidente municipal y exdiputado federal del PRI Alejandro Cano –¿En serio, Alejandro, por el PRI?-, Rafa Espino, empresario y Consejero Independiente de Pemex, al senador del PAN Gustavo Madero, a Graciela Ortiz, la mujer fuerte del PRI y de amplia trayectoria política, y al edil juarito, Armando Cabada.

El caballo Lozoya está muerto de coraje, lo dejaron fuera siendo que junto a Cruz es el que más alharaca produce en la precampaña. Verse ignorado calienta. Supongo que no es nada personal, que lo tienen por candidato folklórico, lo que ciertamente es, pero en términos electorales Lozoya pesa más que Cabada, sin sombra de duda.

También dejaron fuera al exedil de Chihuahua que coquetea con la independencia, Marco Adán Quezada, a Juan Carlos Loera, superdelegado, al caballo negro -¿debo decir yegua?- del PAN, Alejandra de la Vega, y a Omar Bazán, presidente del PRI estatal.

Sobrarán los acomedidos que recomienden ampliar la invitación, pero si la piensan bien lo mejor sería dejarla donde está, que los llamen con una disculpa y el ofrecimiento de colocarlos en la segunda fila no es glamuroso para nadie.

No entiendo por que pusieron a Cano como posible candidato del PRI, para que eso suceda Graciela Ortiz  y Omar Bazán tendrían que dejar el Partido, lo que no sucederá. Lucharon hasta la muerte para quedarse con las siglas, entregarlas justo en el momento en que más las necesitan es impensable. Si no va Chela es Omar y se acabó.

Mi sospecha, sólo sospecha, es que invitaron a Cano por que en los planes del capital lo tienen de reserva, para incluir como su futuro Chacho Barraza si estiman necesario. Alejandro se ilusiona, comprensible, pero está más lejos que varios de los marginados en esa lista.

Me da gusto ver a Graciela Ortiz, probablemente la mejor formada de los convocados. Sin duda sería una gobernadora excelente, se ha preparado para ello durante décadas. Su problema, como el de cualquier priista, es precisamente el partido.

La posibilidad de que recupere liderazgo social es marginal, por no decir equivalente a cero. Es una pena, pero necesitan aceptar –lo entienden muy bien- que la corrupción de Peña y Duarte los dejó sin opciones competitivas.

¿Y el anfitrión ? poco que decir, está en la cargada contra AMLO, jamás podrá conducir el proceso y menos ser garante. 

Imposible si el candidato de Morena será uno de los más fuertes. Se ven mejor despojados de la careta, desvelar desde ahora sus intenciones de construir la versión actual del Tucom, Todos Unidos Contra Morena, les resulta de más provecho.

En ese propósito, la construcción del Tucom, Gustavo Madero quiere hacer punta y algunos lo toman en serio. Mal plan, Gustavo no gana ni las elecciones del kínder en la escuela de sus nietos, menos una campaña a la gubernatura. Resígnense, no les da. 

Si Maru no va por el PAN, ese partido pierde impulso, es de sentido común, ella trae la popularidad y el registro social, forzar amarres políticos que la dejen fuera sería ir contra la continuidad del PAN. Eso lo saben y en corto lo dicen hasta corralistas entusiastas.

Rafa Espino es otro nombre interesante en la lista de invitados. Su destape generó un alboroto inusitado, pues nadie tuvo dudas de que venía con la venia de López Obrador, pero la pandemia frenó su primer impulso. Hoy la incógnita es saber como reacciona la IP chihuahuita. La marca pesa.

Asistimos a la previa de otro capítulo en la historia política de Chihuahua, son muchas variables nuevas, pero la condición es la misma; al rodar de la carreta se acomodan las calabazas.

Rompeolas

Con la recuperación del video donde Manuel Bartlett vocifera contra la militarización del país en tiempos de Calderón, lo hicieron circular profusamente, recordé un mal chiste en tiempos del PRI hegemónico. Lo contaban como si fuese gracia: dicen que los cocodrilos vuelan, estás loco, claro que no. Lo dijo Salinas, ah bueno, vuelan pero bajito, bajito. En el nuevo régimen de voz única no sólo vuelan los cocodrilos, también elefantes, hipopótamos y las víboras tienen chichis y los leones son vegetarianos por que lo dijo el Líder Amadísimo. Dan pena, pronto veremos a todo el coro defendiendo la militarización que ayer condenaron.