La sustracción del agua en las presas de Chihuahua no tiene que ver con legalidad, si por eso fuese los productores verían reducidas, todos los años, sus áreas de cultivo y no harían nada más que bajar la cabeza. Es un tema estrictamente de justicia asociada al sustento familiar, lo que no parecen entender ni el gobernador Javier Corral ni el delegado federal, Juan Carlos Loera.
Jaloneos y desencuentros siempre han existido, la exigencia de los texanos y nuestros vecinos nacionales es un reclamo viejo que no tiene solución a la vista, aunque también es cierto que muchas veces Chihuahua ha entregado, por no poder retenerla, más agua de la obligada en el polémico tratado.
La circunstancia particular del presente conflicto, es que los productores están enfurecidos por que reciben la impresión de que a algún empoderado en la parte superior de Conagua se le puso sacar el agua de nuestras presas a como de lugar. O la saca o la saca y se acabó, que importa si bloquean autopistas, incendian vehículos o se inmolan en las válvulas. Hay que abrir las compuertas por que “lo digo yo” –quisiera saber quien ese “yo”-.
Tal percepción ha puesto a los productores en el límite de la crispación social. Se sienten traicionados, abandonados, burlados en sus narices por las autoridades que deberían proteger su derecho a disponer del “chorro” recibido durante décadas y que, en muchos casos, significa el único sustento de sus familias.
Intento entender la negación de Loera, el delegado federal, a comprometerse con los productores de Chihuahua, a fin de cuentas es representante de López Obrador en Chihuahua, recibe su salario en el Gobierno Federal y donde está la “papa” está el compromiso. Es entendible hasta cierto punto, pues otro más inteligente se hubiese puesto al lado de Chihuahua, si usted quiere buscando afianzar su proyecto político. Cada quién.
Pero me desconcierta la indiferencia del gobernador Javier Corral, la indolencia con que se conduce es incomprensible hasta en un funcionario que, cómo él, desconoce el valor del trabajo, el profundo amor por la tierra, arraigo y sentido de pertenencia de los productores. Por más lejano que le parezca debería mostrar empatía y sentido común; el agua es todo en comunidades desérticas.
Lo sucedido en Ojinaga es consecuencia directa de esa negligente frivolidad con que se conducen Corral y Loera, el desprecio hacia productores desesperados que se van quedando solos y no tienen otra sino explotar su frustración en las calles, esperando que “alguien” atienda su legítimo reclamo.
Gobernador y delegado están jugando con fuego, no con agua y en vez de ahogados podrían terminar fundidos. La mecha encendida en Ojinaga puede trasladarse hacia el centro del estado, donde el pasto está seco, alto y bien tupido. De allí hacia otras partes del estado ¿Son tan obtusos que no pueden advertirlo?.
Rompeolas
Ya se vieron, Gustavo Madero y Víctor Quintana quieren su PASO -Primarias Ahuevo Sobre mi Orgullo ¿O cómo es?-. En la medida que se desvelan los intereses de la Iniciativa de Ley Electoral, queda más clara la pretensión de hacerles un ejercicio a modo de Gustavo Madero para candidato del PAN y a Víctor Quintana para candidato de Morena, patrocinados con la fuerza del poder. No te acabes, gobierno. Por más ciudadana que sea la iniciativa, está viciada de origen si lleva dedicatoria. Nadie puede jugar más que la pelota; ningún gobernador es más político que la política. Duarte es el ejemplo más reciente de esa pretensión ambiciosa y delirante, se creyó titiritero de la sucesión y destrozó a su partido mientras él terminaba perseguido, desprestigiado y huyendo del país. Abusados, la política da todo, pero también todo cobra, decía Artemio Iglesias.
………………
Ayer casi mil muertos por Covid, una de las mayores cifras diarias en esta pandemia de horror. Pero ya superamos la crisis y aplanamos la curva, el amado Tlatoani planea su nueva gira, todos a salir en tropel. Cuanta irresponsabilidad, 15, 357 muertos y no pasa nada, vamos requetebién. ¿Con AMLO o contra AMLO? ¿Con el BOA o contra el BOA?. Más bien como dijo Martí, que se vayan todos.
