Gustavo Madero está muy seguro de que su destino inmediato está en Palacio de gobierno, que sólo es cuestión de tiempo para ajustar a su medida la silla que hoy ocupa Corral. Desde la caída de César Duarte ha vuelto a pontificar sobre asuntos de política y prospectiva económica, amonestando con fingida amabilidad a quienes disienten. Está de regreso el Gustavo que se asume moral e intelectualmente superior, batos.
Ya se vio, en su mente sólo necesita que transcurran las fechas y será gobernador ¿En serio tan sobrado, Gustavo? ¿No tienes miedo de la historia cuando dice que gobernador no pone gobernador? ¿Has pensado en que podrías terminar como el Serrano de Corral? ¿Estás convencido de que no necesitas un partido fortalecido que te ayude en la campaña?.
Hay prominentes panistas sinceramente preocupados por la ofensiva de Javier Corral contra la presidente Campos, a ellos les molesta que sea el propio gobernador quien fracture la unidad del partido y limite sus posibilidades de éxito. ¿Tu qué piensas? pregunté ayer a Gustavo en el programa Los Analistas.
Su respuesta me tomó de sorpresa: “esos panistas son ratoncitos miedosos”, la soltó como en automático y jamás matizó lo dicho. El audio ahí está, sígalo en las plataformas de Tony Kosturakis, “Chihuahua Noticias” y “Chihuahua Es”. No invento nada, esa fue su respuesta espontanea.
Hasta donde ha llegado el grado de soberbia en la política doméstica. La encuentro demencial; quién aspira y, de hecho se siente candidato del PAN al gobierno del estado, tiene por “ratoncitos miedosos” a compañeros de su partido preocupados por la confrontación Javier-Maru y el consecuente debilitamiento que produce la división al interior de su partido. Diga usted, que es peor, decir ni los veo ni los oigo, como Salinas a los perredistas, o insultarlos asociarlos con los roedores más asquerosos.
Ha llegado a tal punto su sinrazón, o perversidad, que ni siquiera admite la posibilidad de que la fractura, obvia y gran fractura, abra las puertas de Chihuahua al arribo de Morena. “Nos quieren asustar con el petate del muerto”, respondió cuando la plantee esa posibilidad. El mayor partido de México es para Gustavo un fantasma asusta miedosos.
¿¡¡¡¡Lo tiene por petate del muerto!!!!!?. Hay que estar ciego, sordo y mudo o desbordada su autoestima para suponer que Morena es un partido sin posibilidades reales de triunfo en Chihuahua. Vea las encuestas, las públicas y privadas, en todas el partido de López Obrador aparece de primero y en algunas muy sobrado.
Vayamos a la realidad electoral, si hoy tiene ventaja en un estado como Chihuahua, imagine dónde estará cuando expriman a Emilio Lozoya, César Duarte y Genaro García Luna. Otra vez la corrupción del PRIAN, de la que Gustavo fue actor preponderante, en el centro de la narrativa electoral. Ah, pero es el petate del muerte. Atente.
Empiezo a entender la forma de hacer política y tomar decisiones en Palacio; es la dinámica cíclica que hace sinergia una con la otra y, juntas, alimentan una fuente inagotable de soberbias exaltadas. Entrelazadas se potencia hasta tocar las fronteras de la política mexicana, soñando que uno será gobernador y el otro presidente. Quién los para, ser los dueños de México está escrito en su destino.
Están sinceramente convencidos que son suficientes para conservar la gubernatura, el partido no les importa, es a lo más un requisito engorroso, sus liderazgos son ratoncitos asustados con el petate del muerto. Si se tienen el uno al otro no necesitan más, los votos llegarán en racimo, son ellos, los buenos muchachos.
Rompeolas
Quizás llegó el momento de que Graciela Ortiz, por cuya decisión pasa la candidatura de Chihuahua, replantee la propuesta de Teto Murguía, es otro de las víctimas colaterales de Duarte. De por si el partido arrastrará con ese lastre, la corrupción duartista, llevando a Teto como su candidato no tendría forma de amortiguar ningún señalamiento, el exalcalde forma parte de ese pasado corrupto. Así no suma, resta.
