Franz Beckenbauer y su legado inmortal: El carácter alemán

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La leyenda del futbol alemán Franz Beckenbauer, perdió la vida a los 78 años de edad, sin embargo, su legado permanecerá más vivo que nunca dentro del balompié germano, como el precursor y digno representante del llamado ‘carácter alemán’, ese que parece volver casi invencibles a los jugadores teutones.

FRANZ BECKENBAUER Y SU ESENCIA ÚNICA

Durante su semirretiro en el Cosmos de Nueva YorkFranz Beckenbauer llevaba a los campos de entrenamiento una pequeña hielera con cervezas. El equipo proporcionaba refrescos, pero la leyenda teutona del futbol los detestaba por sus azúcares y colorantes que dañan los dientes. Nadie, desde luego, le dijo nada. Como nadie, tampoco, lo cuestionó cuando, como técnico de Alemania Federal, en las puertas de su segunda final mundialista al hilo, en Italia 90, declarara: “Llegamos a nuestro objetivo mínimo”.

El ‘Káiser’ representaba eso que en el futbol se ha denominado ‘el carácter alemán’. Beckenbauer estuvo en cinco Mundiales, tres como jugador y dos como técnico, y nunca bajó del tercer puesto. Sin embargo, México 70 representa un punto de inflexión para el futbol germano.

EL PARTIDO DEL SIGLO PARA FRANZ BECKENBAUER

En la semifinal contra Italia, en ‘El partido del siglo’, tarde histórica en el Azteca, la alegría provocada por las volteretas fue proporcional al respeto definitivo que se llevó Beckenbauer, que jugó el tiempo extra con el brazo derecho sostenido en cabestrillo. Perder en el futbol es algo implícito en el juego. Rendirse, nunca.

Al combinado alemán se le asocia desde siempre a un equipo con espíritu de victoria, con jugadores que derrochan dinámica y gran técnica, decidido protagonista y aspirante permanente, porque, como anotó Manuel Seyde en Excélsior, “siempre juega como si el marcador estuviese cero-cero, y va para adelante, no pierde su sistema ni sus líneas se agrietan…”. Es curioso. Cuando Die Mannschaft gana, sus jugadores celebran como si todo hubiera marchado de acuerdo a los planes. Cuando pierde, más que lamentos, hay rostros de incredulidad entre sus futbolistas.

El Mundial del 70 permitió a los alemanes saldar una cuenta con su pasado inmediato y, asimismo, proyectar su futuro. Derrotaron a los ingleses en los cuartos de final tras reponerse de un 2-0 y vencer 3-2 en la prórroga para una dulce venganza: en la dramática final de Wembley, cuatro años atrás, Inglaterra mantuvo un récord invicto de 65 años contra Alemania.

Antes, en el Grupo D, los germanos vencieron 2-1 a Marruecos, 5-2 a Bulgaria y se impusieron 3-1 a Perú, por lo que apostar por ellos parecía garantía dadas sus muestras de disciplina, seriedad y aplicación. Destacaban el portero Sepp Maier, los genios Uwe Seeler y Gerd Müller, pero Franz Beckenbauer, como enlace entre la defensa y el ataque, se llevó los signos de admiración.

NACIÓ LA LEYENDA DE FRANZ BECKENBAUER A NIVEL MUNDIAL

Con las poderosas imágenes que dejó al jugar lastimado, ‘El Partido del siglo’ es un prólogo del propio Beckenbauer para que en la Copa del Mundo de 1974 se apuntara a Alemania como favorita por derecho de clase y por derecho de piso. Las derrotas mundialistas más recientes del cuadro alemán, la del 66 y la del 70, encendieron la mecha de su protagonismo tanto en las Eurocopas como en los Mundiales. Aporía futbolera: para ganar hay que perder.