Rompeolas
Cuantiosa inversión hídrica
Volveré, si la patria me reclama
Noroña exhibe fisuras
Loya, vacaciones merecidas
Un dato que ignoraba y me parece de la mayor relevancia, el gobierno de Maru Campos ha invertido más de cinco mil millones de pesos en obras hidráulicas, para garantizar el suministro de agua potable a miles y miles de familias. Es su obligación, cierto, pero en estos tiempos de sequía extrema y negligencia gubernamental que relega los problemas urgentes de la sociedad, información así resulta muy refrescante. El dato viene al caso por que Mario Mata negoció la Convención Anual de ANEAS (Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México), para realizarse en la Ciudad de Chihuahua. La convención es para el glamur de funcionarios, las obras quedan para beneficio de la gente. Ojalá sigan invirtiendo más recursos.
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Rogelio Loya subió imágenes de sus felices vacaciones en España, disfrutando de la vida luego de la “pesada” campaña. Si tuviese un mínimo de dignidad o por lo menos sentido de la verguenza, en vez de viajar a España haría una visita a la Basílica de Guadalupe para pedir disculpas por negligente, perezoso y falto de compromiso con Juárez. Lo pusieron de candidato para restar votos a Pérez Cuéllar y en lugar de restar facilitó el triunfo de su adversario. Ahora, si festeja la victoria de Morena, quedarían entendidos los motivos de su inacción, trabajó para Cruz y en consecuencia es parte de los ganadores.
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Las declaraciones estridentes de Gerardo Fernández Noroña, senador por el PT, pidiendo un trato político que no merece, son ejemplo perfecto del feroz desencuentro al interior del oficialismo triunfante. Se comenta que la ofensiva de los puros contra nombramientos, acciones y omisiones de Claudia Sheinbaum está tensionando la unidad del “movimiento”. En el fondo es la lucha por el Poder entre ellos mismos; en teoría los radicales agrupados en torno a López Obrador, los mesurados con Sheinbaum. Nada nuevo bajo el sol y lo que falta por ver.
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“Sólo que hubiese una situación gravísima, una invasión, una guerra, pero eso no va a haber. Si me piden que yo ayude en algo, ayudo, ahora si que la patria es primero”, dijo López Obrador sobre su retiro de la política y luego reiteró lo que ha dicho antes: “No aspiro a ser jefe máximo, ni caudillo, ni hombre fuerte, ni líder moral, mucho menos cacique. Estoy terminando mi ciclo, me siento muy contento, estoy a punto de decir misión cumplida”. Esas declaraciones me hicieron recordar a Santa Anna, el bribón que iba y volvía de la presidencia según lo necesitase la patria, hasta que entregó la mitad del territorio nacional. Cómo se le atraganta a López Obrador verse sin poder, lo aterra. Dice que se retira y hace los mayores esfuerzos por atar de manos a la presidenta electa, con tal de seguir al mando él. Nunca se irá, la pregunta es si Claudia Sheinbaum podrá enviarlo al exilio definitivo o se convertirá en su pelele. Dejo mi apuesta en 50-50, haga usted la suya.