Trump adiverte la perdida de empleos en Estados Unidos por el «Brexit»

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Donald Trump continúa en su primer viaje como presidente de Estados Unidos con términos como fantástico, asombroso, estupendo, increíble y varios sinónimos de enorme se refiere a los distintos mandatarios que visita. Pero Europa, fuera de esa retórica cargada de palabras de charol, no sabe qué esperar de la visita de Trump a Bruselas. El presidente estadounidense se ha reunido este jueves con los jefes de las principales instituciones europeas. La incertidumbre no se ha disipado. El presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, ha explicado que han debatido sobre «política exterior, seguridad, cambio climático y relaciones comerciales». Tusk ha lanzado un mensaje duro: «No estoy seguro de que podamos decir al 100% que compartimos una posición común sobre comercio, cambio climático y sobre Rusia, salvo en lo relativo a Ucrania».

Trump, además, ha lanzado una seria advertencia sobre el Brexit: le preocupa la pérdida de empleos en EE UU que puede provocar la salida del Reino Unido de la UE, según han asegurado fuentes diplomáticas europeas. Atrás queda aquello de que «el Brexit será una maravilla», una frase pronunciada en enero, tras una reunión entre Trump y la primera ministra británica, Theresa May, y que sonó como un revés en Europa. Los impactos sobre Estados Unidos pueden venir por varias vías: un recorte de exportaciones, o efectos negativos sobre Wall Street, por ejemplo.

Pero no todo ha sido negativo. Las relaciones transatlánticas, claves del orden liberal internacional de las últimas seis décadas, sí funcionan en lo relativo a la lucha contra el terrorismo, según Tusk. Quizá ese sea el punto de mayor acuerdo, aun después del atentado de Mánchester del pasado lunes por la noche, según las fuentes consultadas en Bruselas. Aunque por ahí viene lío entre EE UU y Reino Unido, después de las filtraciones del atentado al New York Times por parte de la Administración estadoundiense, que han provocado la indignación de Downing Street.

Trump se ha reunido durante algo más de una hora con Tusk y el presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker. Después se han incorporado al encuentro el conservador italiano Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, y la alta representante de la UE para la Política Exterior, la italiana Federica Mogherini. «Los fuertes vínculos entre la UE y EE UU están en el centro de la agenda global», han dicho los portavoces europeos. Trump, que sigue a esta hora en silencio, ha estado acompañado por el jefe del Pentágono, James Mattis, y el principal asesor económico, el ex Goldman Sachs Gary Cohn, el teniente general H. R. McMaster y el secretario de Estado, Rex Tillerson. Trump tiene previsto comer con el presidente francés, Emmanuel Macron, y participar esta tarde en la cumbre de la OTAN en Bruselas.

Pero el discurso del presidente de EE UU con Europa, muy duro durante la campaña electoral en EE UU, sigue siendo una incógnita. No está claro que Trump vaya a suavizar sus posiciones respecto al Brexit, el superávit comercial de Alemania y el comercio con la UE, tal y como ha hecho en otras agendas. Las fuentes consultadas apuntan que la primera reunión con Tusk y Juncker ha tenido un tono amistoso y algo parecido a una «atmósfera constructiva», sea lo que sea eso. Sobre comercio, pese a las tentativas proteccionistas del presidente Trump, las fuentes consultadas explican que la UE y EE UU han acordado trabajar juntos contra las prácticas comerciales desleales de terceros países (el dumping de China, por ejemplo).