¿Dónde “muerde” menos Lucha?

* Cero en combate a la corrupción

* Preparan el tendido a Barousse

* Semana de locura contra el Peje

* Reyes concentrado en Edomex

0
1

Los románticos de la “lex” impugnan con denuedo la designación de Luz Estela Castro, como consejera de la Judicatura. La consideran inelegible por que el artículo 104 constitucional dice “No tener más de 65 años cumplidos el día de la designación”, lo que a su ver la inhabilita para el cargo, pues tiene 65 años con tres meses.

Los asesores jurídicos de gobierno, Maclovio Murillo y César, “exbueno, Jáuregui, interpretan que la señora no tiene más de 65 años cumplidos, pues tampoco ha llegado a los 66, lo cual es cierto. En consecuencia no existe impedimento alguno para su nombramiento.

Esas sutilizas serían importantes en una entidad con Estado de Derecho, donde prevalece el respeto a las instituciones e impera la ley. En Chihuahua son tonterías, acá priva la voluntad de un solo hombre, el que define y dicta lo que es bueno o malo; legal o ilegal; bonito o feo; honesto o deshonesto.

La instituciones públicas giran en torno a esa Voluntad que se arroga la facultad para definir conceptos tales como nepotismo, tráfico de influencias y sentencia sobre una buena o mala prensa, información digna de crédito o de mala leche.

Quién tenga duda pregunte a Rodolfo Leyva, Jesús Esparza, Ignacio Rodríguez, Gabriel Sepúlveda, relevados de su responsabilidad por incómodos a los intereses de esa Voluntad. O bien a Gustavo Madero y Miguel Riggs, a quienes exoneró de evidentes actos de corrupción con una simple declaración pública.

En esas condiciones litigar la validez de la designación de la señora Castro carece de importancia, ella va por que ya lo resolvió la Voluntad y punto, así como resolvió que Ignacio Rodríguez no sería Auditor Superior y Rodolfo Leyva dejara la presidencia del Instituto Transparente.

No hay espacio al disenso. En todo caso valdría la pena discutir en qué comisión ubicar a la consejera incómoda, desde luego una donde haga el menor daño posible, donde muerda menos.

El jueves los elegidos juran el cargo y en cuanto lo hagan el Consejo quedará debidamente integrado. Es de suponer que una de sus primeras tareas será la asignación de comisiones. Son cuatro: Administrativa, Vigilancia, Disciplina y Carrera Judicial.

Cada uno de los integrantes será presidente de una comisión, menos Julio Cesar Jiménez Castro, por la obviedad de que preside el Plano y el Consejo. A ver donde colocan a Lucha Castro y a Fernando Soleto Mesta, los dos consejeros externos que llevan la representación personal del gobernador.

Con la decisión de las personas tomada, el punto ahora radica en la operatividad del Consejo. En los tres representantes del Poder Judicial, magistrados de carrera y prestigio, descansa la última esperanza de que la Justicia en Chihuahua rescate un mínimo de independencia. No desaprovechen la oportunidad dejándose manipular por los representantes de los otros poderes, ya bastante batido tienen al Supremo Tribunal los últimos dos gobernadores, como para que lleguen a pisotearlo consejeros desapegados al Poder Judicial con intereses personalísimos o de consigna.

En la más reciente actualización del “Semáforo Anticorrupción” que hizo el Instituto Mexicano para la Competitividad, colocó a Chihuahua en una lista de trece entidades reprobadas, asociándolas a las tres con menos avances en su Sistema Local Anticorrupción.

No es para asustar a nadie, esos indicadores suelen ser más que todo enunciativos, conjunto de buenos propósitos que de poco sirven en los hechos. Sin embargo la señora Olmos, esposa de Ricardo Gándara, debería tomar nota, calienta que pongan a la entidad a niveles de Campeche, Tabasco y por debajo de Veracruz.

En ese coscorrón que ayer asestó el IMCO al Estado, también llevan parte los diputados. Tienen meses intentando discutir y someter a votación el conjunto de leyes que conformarían el Sistema, pero les han ganado los asuntos del día. En otras palabras, por atender lo urgente relegan lo importante.

Ocupados en la persecución contra Duarte –ahora dicen que ya salió de El Paso- y “el organigrama delincuencial”, olvidan esos pequeños detalles que demeritan su administración, pues Corral ofreció que sería la más transparente del universo conocido.

Aunque no han dejado de filtrar información a medios nacionales, golpeando a prominentes duartistas. Si no pueden contra “el vulgar ladrón”, le pegan en las corvas a través de sus antiguos asociados.

Ayer enviaron atentos saludos al bisoño Barousse, uno de los más aventajados discípulos de César Duarte, que durante la época del atraco también metió la mano por su parte y no sólo en la administración estatal, sino que extendió su actividad de esquilma hacia otras instituciones, según trascendió desde entonces.

Los cien mil pesos mensuales de la famosa nómina secreta –irán apareciendo más nombres de a poco- y los negocios de familia son nimios comparados con la red de corrupción que un grupo de juniors ambiciosos y sin escrúpulos tendió en la Universidad Autónoma de Chihuahua.

En esa veta de corrupción poco o nada han avanzado los investigadores del Nuevo Amanecer. Barousse puede serles de mucha utilidad, sigan su hebra y encontrarán la ruta del dinero en la Uach.

Los próximos serán días de locura, la Mafia activó el golpete contra López Obrador esperando bajar a su candidata en el Estado de México, Delfina Gómez, de las preferencias electorales.

Nunca una elección estatal había estado tan directamente asociada a la próxima presidencial, por eso los grupos han movilizado todos sus recursos, va demasiado en juego.

Uno de los más activos en el Estado de México es Reyes Baeza, desplegó una profusa actividad intentando sacar adelante para su partido 15 de los municipios más complicados y tomó la responsabilidad en serio, pues envió a su operador estrella –Tarango ya no sale de Rosales- Memo Márquez, para que supervise los trabajos.

Cada quién cuida su parcelita, Reyes hace lo que puede por la suya, realizando ejercicios de meritocracia partidista mientras afianza sus relaciones con el Secretario de Salud, su tocayo José Narro, uno de los más firmes aspirantes a la presidencia por el PRI, desde luego sin descuidar la vela que tiene prendida desde hace años a Osorio Chong. Son tiempos difíciles, hay que cuidar las relaciones.