PRI, otra victoria igual y termina muerto

* Un espejismo llamado Estado de México

* Cae J. Duarte, luego Borge ¿Quién sigue?

* Reproches contra Águeda y la renuncia

* López Obrador en la gira del “encuere”

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Otra victoria como ésta y estaré perdido, dijo Pirro, rey de Epirio, durante una de las batallas más desastrosas de su campaña contra los cartagineses, de la que sin embargo salieron victoriosos los milicianos griegos.

Es lo que deben sentir en estos momentos Enrique Peña Nieto, Alfredo del Mazo, Enrique Ochoa y cuanto priista estuvo volcado en el Estado de México durante la pasada elección ¡Cómo les costó el voto!.

Ganaron si, pero su triunfo tiene un sabor agridulce. Estando en el corazón de sus dominios, apenas pudieron sacar tres puntos de ventaja -33.7 contra 30.8- a una desconocida candidata de Morena, Delfina Gómez, siendo que los priistas cargaron con la fuerza del Gobierno Federal, cuyo gabinete se distribuyó el territorio mexiquense en apoyo de su candidato.

En Coahuila igual, o más apretado. El Prep daba una ventaja de apenas 1.5 por ciento al candidato del PRI, Miguel Ángel Riquelme, sobre su adversario del PAN,

Guillermo Anaya; 38.3 contra 36.8. En ambas elecciones es válido decir que se trata de empates técnicos.

Una rápida mirada a la elección de hace seis años en el Estado de México, describe un escenario más negro para el PRI. Entonces Eruviel Ávila ganó con 65 por ciento, lo que significa que en el lapso de un sexenio éste partido vio sus votos desplomados a la mitad, mientras los de Morena crecían exponencialmente.

En el estado de México derrotó al PRD y al PAN juntos, quedando –como se dijo- apenas por abajo del PRI, a pesar del enorme dispendio tricolor para conseguir los votos. Y en un estado sin antecedentes de izquierda, como Coahuila, y sin candidato popular, Morena consiguió más del 12 por ciento de la votación, ubicándose en tercer lugar.

Los números irán cambiando, pero se moverán décimas. Por más protestas que haga Morena en el Estado de México y el PAN en Coahuila, el PRI se queda con ambas gubernaturas. Las necesita para saber que ganó, pues nadie en ese partido salió a celebrar con entusiasmo, entienden que los resultados describen su precaria condición electoral.

Un apunte más, con los dos estados que debía ganar en la bolsa, así lo haya hecho arrastrando la dignidad, el PRI podría ser víctima de un espejismo rumbo al 2018, pensando en extrapolar el caso mexiquense al resto del país.

Estarían equivocados, puede que su cultura centralista les haga suponer que fuera de México todo es Cualtitlán, como decía la mítica güera Rodríguez. López Obrador se consolida –quieran o no- como el candidato a vencer en la próxima elección presidencial.

Águeda Lozano entregó los bártulos de la Secretaría de Cultura y por lo que ha trascendido entre el mundillo de primas donas que componen el gremio, lo hizo en reproche a que el gobernador Javier Corral la reprendió por participar, con una de sus obras, en el corredor cultural del Paseo Bolivar, proyecto de Maru Campos, a quién siguen poniendo las cruces en Palacio.

La verdad es que el distanciamiento entre Águeda y Corral venía desde que inició la administración, el propio nombramiento se antojaba forzado por el tiempo en que la escultora vivió fura de Chihuahua. La posibilidad de su salida se mencionó desde los primeros meses de la presente administración.

Pero de corresponden las versiones –del reproche por entrarle al corredor cultural de Maru- con la verdad, esto denotaría que no hay forma de que las dos principales figuras del PAN en este momento –el gobernador y la presidenta municipal- establezcan acuerdos políticos para la elección de candidatos en las elecciones del año que viene.

Lo que siempre se ha dicho, Corral es de rencores permanentes y si trae atravesada a Maru y al M3 en general, es que llevará esa pugna a los extremos, y en su caso no hay otra más que reventarlos para evitar que vayan a la reelección.

El domingo 18 del presente mes López Obrador estará en Chihuahua, viene revestido por el crecimiento electoral de Morena en las pasadas elecciones. Y por lo que tanto dice Pablo Leos, su representante ciudadano en la entidad, será la gira del “encuere”, es decir la fe pública de los nuevos confesos, una especie de última oportunidad para los indecisos que no saben si romper naves o “esperar otro poquito” para tener mayor seguridad del rumbo político que tomará el país.

Le hubiese gustado venir victorioso, de esa manera la cascada de simpatizantes morenos sería de regular para arriba. No obstante el resultado los alienta, cualquiera en el PRI sabe que su partido sudó sangre para conseguir resultados muy magros en el Estado de México y Coahuila, de modo que el tabasqueño tendrá clientela respetable.

La lista de los nuevos acólitos está siendo integrada por Rafa Espino y el propio Pablo Leos. Ambos se encuentran entusiasmados por que piensan que le montarán otro evento como el que hizo Miguel González, enlace empresarial, a Poncho Romo.

La elección del 2018 empezó el lunes cinco. También se dice que vendría Enrique Ochoa en fechas próximas, pero no están seguros del todo pues como va la deprimida militancia de este partido, tiene dificultades hasta para encontrar quién lo reciba en el aeropuerto, ya que la lista de probables trae amparo y por lo tanto se siente incomoda en público.

Detuvieron primero a Javier Duarte, el corrupto gobernador de Veracruz, el domingo tocó turno a Roberto Borge de Quintana Roo, desarrollador inmobiliario con terrenos estatales vendidos a precios ridículos a su señora madre y no es broma, muchos terrenos los compró su mamá en superbarata.

¿Quién sigue? Los tiempos se acortan para César Duarte, el tercero de los tres señalados en su momento por Peña Nieto como “modelos del nuevo PRI” y después estigmatizados popularmente por “íconos de la corrupción”.

Para muchos expertos César Duarte sigue libre sólo por que el Gobierno Federal está renuente a entregarlo como trofeo de Guerra a Javier Corral, considerado por Los Pinos un gobernador rebelde.

Sin embargo más temprano que tarde llegará su momento, por ahora transferido a los intereses electorales del 2018. Así se aplica la justicia en México, actúan contra los poderosos cuando sienten la necesidad electoral de hacerlo.