Imagine usted el grado de irritación e inconformidad prevaleciente en el Pleno del Supremo Tribunal de Justicia local, para que los magistrados sin excepción hayan votado una Controversia Constitucional contra la Ley Orgánica del Tribunal, aprobada durante la sesión “albazo” del martes 30 de mayo, cuyo fin era definir las facultades del Consejo de la Judicatura.
Se tardaron los señores magistrados en reaccionar, juristas acreditados y académicos del derecho observaron con azoro que la reforma otorgara facultades metaconstitucionales al Consejo, sin que ningún aludido manifestase en público la mínima desaprobación.
No le faltaron razones a un expresidente del Tribunal, cuando dijo –a propósito de la reforma- que “el Poder Judicial había desaparecido en Chihuahua”. Era cierto, verse sometidos de esa manera por una empleada protegida de Palacio, hacía de los magistrados un conjunto de abyectos incapaces hasta para defender su propio pellejo.
Esa reforma colocó al Consejo por encima del Pleno, otorgando facultades tales como remover jueces y magistrados, proponer y decidir sobre el presupuesto, abrir o cerrar salas, sustituir cargos administrativos. Sólo falto autorizarlo a remover y nombrar al Presidente o revocar sentencias.
Vigente la ley de marras, los magistrados duartistas pueden despedirse de su sala, para eso la hicieron a modo, los quieren fuera. Pero en lo general todos quedan expuestos y vulnerables a los caprichos e intereses del gran Tlatoani, pues hoy podrían caer los oxigenadores pero mañana cualquiera que se indisponga con la supersecretaria o su protector.
La autoría intelectual de la Reforma excedida e inconstitucional es atribuida a Norma Angélica Godínez, Secretaria General del Tribunal, quién se reservó para sí la aplicación de tales disposiciones.
Los diputados no supieron lo que votaron, de haber leído la iniciativa se hubieran percatado del enorme despropósito y el poder mayúsculo depositado en el Consejo e indirectamente en una sola persona.
Lo que son las cosas, la señora Godínez, de quién dicen tiene línea directa con el gobernador Corral, pues años atrás era su amiga, novia y confidente, se excedió en el poder recibido, al punto que unió en su contra –literal- a los magistrados oxigenadores con los del nuevo amanecer. Nadie más ha tenido el mismo éxito uniendo a todo un Poder en su contra.
La permanencia de Godínez en el Supremo sería insostenible en cualquier otra circunstancia política, en la presente su poder se mantendrá intocado. Si Corral estuvo dispuesto a encarcelar a Nacho Rodríguez, meter contra todo sentido a Lucha Castro en el Consejo, relevar de la presidencia del Pleno a Gabriel Sepúlveda y del Ichitaip a Rodolfo Leyva, por negarse a dar el cargo de Secretario Ejecutivo a su amigo y esposo de Stefany Olmos, Ricardo Gándara, sostener a Godínez es lo de menos.
La raya está pintada, a pesar de los esfuerzos que el nuevo “florero barnizado de azul”, Julio César Jiménez Castro, hace por matizar el desencuentro, declarando que la controversia tiene como propósito único “fortalecer al Consejo de la Judicatura a fin de que rinda los frutos para los cuales fue creado”
¡Fortalecerlo más todavía! Pues sólo que la señora Godínez traslade su residencia particular al recinto del Pleno y haga sesionar a los magistrados en los estacionamientos del enorme edificio o bien en la Avenida Ocampo. Por favor, despierten, esos eufemismos los desacreditan ante la sociedad y el gremio. Ramírez Benítez se mostró menos indigno.
Saben que Javier Corral desaprueba estos numeritos, está más que acreditado en sus anteriores y constantes incursiones en otros poderes e instituciones. Por eso las declaraciones con “pincitas”, pero si ya entraron, pues atórense correctamente, ni modo que les mande una orden de aprehensión a cada uno, como a Nacho Rodríguez. Además ¿Quién la obsequiaría? No dude que por ahí convenzan a uno de inmolarse por lealtad al Tlatoani.
Cerró la jornada informativa con el amparo interpuesto por Gerardo Cortinas Murra, contra el nombramiento de Luz Estela Castro como Consejera. Que ya se pasó de la edad pero de cualquier manera Corral la sostiene, total, una mancha más al tigre. Y pensar que algunos albergaron esperanzas de que la Justicia en Chihuahua se despolitizaría. Ajá, el poder es para poder ¿A quién le recuerda esa frase, dónde y cuando se habrá escuchado antes?
Ojalá que la Controversia sirva de algo, el señor gobernador no puede continuar atropellando las instituciones o tratándolas como su sala de juegos, sin sufrir las consecuencias de sus actos.
Por más que se intenta refrescar la entrega, es difícil, todos los temas llevan a Palacio. Ayer Javier Corral declaró que ahorrarán 300 millones de pesos con la reestructura de la deuda, que ciertamente no es contratar nuevo endeudamiento, el estado sólo pagará el precio de reducir el monto de los intereses. Es decir pagará menor por el servicio actual, pero a la larga el monto de la deuda crece. Los bancos nunca pierden, mientras más chiquitos son los abonos, más cargan al capital.
Ojalá que aprovechen bien esos trescientos millones, en las deprimidas finanzas son como una gota de agua en el desierto. Tan sólo Tere Ortuño ya malversó cien millones de pesos, desviándolos de un lugar a otros ilegalmente, según Pepe Acuña, ¿Cómo los repondrán?
Pero además, el gobernador sobredimensiona el ejercicio, ya que espera –lo dijo ayer- ahorrar 1,800 millones en cinco años. Despacio y con manzanitas, los 300 anuales apenas haría 1,200 millones al final de su mandato, le restan sólo cuatro años, el que va muy avanzado menos otro que le quitó la reforma constitucional.
Todavía hace cuentas de cinco años, actualicen el calendario, el lunes celebraron el primer año la victoria.
César Duarte está desesperado, le intriga saber que encontraron los angelitos de Peniche durante los cateos de sus propiedades en Parral y Balleza, especialmente en la niña de sus ojos, El Saucito. Ahí está el exgobernador, dispuesto a vender cara su salea. El sabe lo que tenía, pero ignora lo que metieron al expediente judicial. Eso lo inquieta.
De lo que hay total seguridad, es que no encontraron ninguna vaca de alto registro, pues hubiesen hecho una buena barbacoa. A tiempo envió los animales a Nayarit. Por cierto, le haría bien actualizar la ubicación del ganado, pronto la tierra huichol tendrá gobernador panista. No dejan a la gente de bien en paz, malditas elecciones todo alteran.
