Sin mayoría resoluciones en la OEA

0
1

Cancún.- El caso Venezuela partió a la Organización de los Estados Americanos (OEA), que por primera ocasión eligió a México como sede de su periodo ordinario de sesiones.
Ayer, la OEA fracasó en su búsqueda de aprobar un fallo para contribuir a resolver la crisis social, política y de derechos humanos del país sudamericano.

Antes, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, refrendó la salida del gobierno de Nicolás Maduro de la OEA, proceso que concluirá en dos años, luego de que el país sudamericano rechazó cualquier resolución del organismo continental tendiente a atender las demandas opositoras.

En la inauguración del XLVII Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que los desafíos de la región se deben enfrentar con apego a las reglas y las normas de la democracia, “y en el marco de nuestras instituciones nacionales, regionales o globales”.

A su vez, el canciller Luis Videgaray lamentó la falta de acuerdos, pero afirmó que “tenemos la obligación, y aquí hablo por México, de seguir por la vía diplomática. En Venezuela se ha roto el orden democrático, hay una profunda crisis”.

La conferencia de ministros y cancilleres sobre el caso particular de Venezuela entró en receso como ocurrió el pasado 31 de mayo, mientras que este martes, la Asamblea General de la OEA proseguirá.
Tras el retiro de Rodríguez, la Asamblea sometió a votación dos propuestas relativas a la crisis venezolana, pero ninguna de las dos logró el número de votos suficientes.
En la primera, que alcanzó 20 votos a favor, impulsada por México, Estados Unidos y Canadá, se exhortaba al gobierno del presidente Nicolás Maduro a la liberación de los “presos políticos”, un calendario electoral con observación internacional, y se llamaba a la suspensión de “todo enjuiciamiento de civiles por tribunales militares”.

La segunda propuesta promovida por los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), sólo logró ocho votos a favor y llamaba a poner fin a la violencia del lado del gobierno y la oposición y a que el gobierno de Venezuela resolviera su conflicto interno de manera autónoma.

Al respecto, los diputados opositores venezolanos Luis Florido y William Dávila demandaron a la Asamblea General de la OEA a retomar el tema de Venezuela y mostraron su decisión por no alcanzarse un resolutivo sobre la crisis en su país.

Al iniciar la sesión de trabajo, Rodríguez afirmó: “Nosotros no reconocemos esta reunión como tampoco reconocemos la resulta que de ella devenga; quiero entonces retirarme en reconocimiento de que indistintamente de lo que de aquí salga, Venezuela no lo va a avalar, cualquiera sea su resultado, Venezuela no lo va a avalar”, enfatizó la funcionaria del gobierno de Maduro.

Los desafíos de la región se deben enfrentar a partir de los mismos valores que compartimos, “es decir, con apego a las reglas y las normas de la democracia, y en el marco de nuestras instituciones, ya sean nacionales, regionales o globales”, subrayó el presidente Enrique Peña Nieto.

Durante la inauguración del XLVII Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), apuntó que “en el continente americano coexisten diferentes modelos políticos y económicos; hay diversas opiniones sobre los caminos a seguir; existen distintas maneras de organizarse para alcanzar las metas”.

No obstante, enfatizó que “sólo honrando los compromisos que libremente hemos acordado, los países de la Organización de Estados Americanos podremos superar los desafíos del complejo escenario regional y mundial”.

Subrayó que la pluralidad de la región nunca ha sido ni será un obstáculo para enfrentar los desafíos del complejo escenario mundial, y “por el contrario, la diversidad de nuestros países en sus múltiples dimensiones, es una de nuestras mayores riquezas”.

Por ello, esta Asamblea General “es un espacio privilegiado de diálogo, entendimiento y colaboración para construir un mejor futuro en todo el hemisferio”, sostuvo el mandatario federal, acompañado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

En la primera ocasión que México es anfitrión de una asamblea general de esta organización regional, indicó que nuestro país “ratifica su firme convicción de que los ideales y las aspiraciones que dieron origen a la Organización de los Estados Americanos, plasmados en la Carta de Bogotá tienen plena validez y absoluta vigencia”.

Afirmó que “los países integrantes de esta organización, en su conjunto, hemos avanzado más que en ningún otro momento, en hacer realidad nuestras aspiraciones en materia de democracia, derechos humanos, seguridad y desarrollo”.

El presidente Peña Nieto apuntó que “vivimos una época de aceleradas y profundas transformaciones: los paradigmas sociales, económicos y políticos están cambiando rápidamente; los desafíos regionales y globales ponen a prueba la vitalidad de nuestra organización y también su liderazgo”.

Ante esa situación, es preciso reafirmar la confianza en el multilateralismo como el mejor camino para superar los retos compartidos en los ámbitos regional e internacional, y la clave radica en la capacidad de enfrentar los problemas globales mediante acciones concertadas.

Previo a la inauguración de los trabajos de esta asamblea, Peña Nieto reconoció que los países miembros de la OEA tienen asignaturas pendientes, y “la principal es superar la pobreza y abatir la desigualdad, a partir de una mayor creación de riqueza y una distribución más equitativa, así como de la atención integral de los sectores vulnerables de nuestras sociedades”.

«Entendemos la prosperidad, no sólo como la capacidad de generar más y mejores oportunidades económicas, sino también como la voluntad y determinación de crear un auténtico bienestar compartido”, expuso.

Alcanzar este objetivo, añadió Peña Nieto, “requiere además de inclusión y desarrollo, generar condiciones de paz y seguridad, garantizar el respeto de los derechos humanos y consolidar democracias maduras y funcionales”.

Confió que durante la asamblea se lograrán resultados trascendentes en cada uno de estos temas, a partir del diálogo constructivo, el respeto mutuo y la colaboración estrecha.

«Hoy la OEA exige de todos sus integrantes un renovado compromiso con los principios y valores que motivaron su creación. El diálogo y la concertación son la ruta para cimentar un futuro de bienestar y de prosperidad compartidos”, subrayó el mandatario mexicano.

Durante la inauguración, el canciller Luis Videgaray aseveró que la OEA convoca a defender valores como la democracia y los derechos humanos.

«Se trata de escuchar todas las voces, de tratar todos los temas; lo hacemos siempre con una vocación clara: a través del diálogo, a través del acuerdo podemos superar nuestros problemas y construir un mejor futuro para el continente”, indicó.

En su oportunidad, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, subrayó que la democracia es un derecho de los pueblos, por lo que en esta organización gira en torno a las libertades fundamentales de la gente.

Recalcó que la construcción de la democracia es permanente y la agenda de la asamblea exige reasumir los compromisos con los derechos de la participación política de los ciudadanos.

La falta de acuerdo para que dos terceras partes de los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaran los resolutivos sobre Venezuela evidencia la profunda división que existe en el organismo hemisférico, aseveró Eduardo Rosales Herrera, profesor-investigador de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la UNAM.

El internacionalista consideró difícil que transiten los acuerdos de la OEA en favor de la democracia, porque hay países de la región que apoyan al régimen de Nicolás Maduro.

«Por ejemplo, no veo a Nicaragua votando en favor de la llamada Carta Democrática, porque sería  como darse un balazo en el pie, ya que después el hemisferio se la podría aplicar”.

Manifestó que Venezuela históricamente ha apoyado a países del Caribe con petróleo casi regalado, lo cual a la hora de las votaciones se ve reflejado.

El especialista aseveró que la actitud de la canciller venezolana Delcy Rodríguez de abandonar la cumbre en Cancún era previsible, pues tratan de “dar un cuerpo” al régimen de Maduro, cuando según las últimas encuestas al menos 85% de los venezolanos no lo apoyan.

Manifestó que la posición de México en favor del pueblo venezolano es encomiable, pero que desafortunadamente parte de los países americanos lo consideran aliado de los intereses de Estados Unidos, lo que impide que logre un mayor respaldo sobre Venezuela.