… Y se hizo el agua: Mario Mata

* Los días más largos del PRI

* Aventuradas ideas de solución

* Patricio para presidente

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Y dijo Mario, hágase el agua y el agua se hizo, entonces todos vieron que el agua era buena, agradecieron a Mario y lo nombraron su protector. Así, con esa frivolidad, como si Chihuahua hubiese nacido ayer o fuese un antes y un después del cinco de junio, Mario Mata, director de la Junta Municipal de Agua, decretó que la escases terminó y en adelante cualquiera en la ciudad  gozará del refrescante líquido.

De ser específico hubiese dicho que la estación Virreyes, una de las tres que colapsaron en días pasados merced a su negligencia, quedó reparada y por tanto la colonia el Campanario, domicilio legal del gobernador, así como otras del sector salieron de la emergencia por el desabasto.

Pero no todo Chihuahua es el Campanario, hay gente más allá de esas colonias. Para levantar bandera blanca en el suministro de agua, el señor director de la Junta necesita darse una vuelta por Ávalos, Ranchería Juárez, Vistas Cerro Grande, Cuauhtémoc, Alta Vista, Zootecnia y tantas más cuyos habitantes sufren todos los días por el ridículo tiempo del tandeo.

Uno de los muchos jefes de prensa que tuvo César Duarte intentó aquietar el malestar social por las deficiencias del Vivebus, sugiriendo una campaña mediática, con camiones de primera y pasajeros sonrientes. Mayúscula insensatez, mientras escuchaban o veían la publicidad los verdaderos usuarios maldecían al gobernador en lo que esperaban, durante horas, la carcacha que los recogería.

Así está Mario Mata, según él envía un mensaje tranquilizador a los chihuahuenses, a fin de recuperar la credibilidad del gobierno por la crisis, sin darse cuenta que su mensaje es hueco a los oídos de miles y miles de chihuahuenses que padecen por la falta de agua. Pero como ya está resuelto el problema, pues que todos los días de verano sean días de San Juan.

Esta semana corren los días más largos y angustiantes del PRI, desde los posteriores al cinco de junio cuando entregaron gubernatura, congreso y alcaldías al PAN. El próximo fin de semana publicarán la convocatoria para elegir presidente del Directivo Estatal y los grupos empujan buscando los mejores espacios.

En un análisis maniqueo de “institucionales contra rebeldes” podría decirse que los institucionales al CEN quedaron acuerpados en torno a Omar Bazán, a quién la política nacional tendió una coyuntura inmejorable para quedarse con la presidencia; Los rebeldes llevando a Lilia Merodio como su candidata, entre ellos cuente a Marco Adán y Alejandro Domínguez, Jorge Barousse, Teto Murguía, Enrique Serrano, Joel Sandoval, Leonel de la Rosa y muchos otros con amparo bajo el sobaco.

El colega Pablo Espinoza se destapa con enorme entusiasmo, pretendiendo hacerse visible en este PRI de confusiones y líneas inconclusas. Pablo se explicaría por si mismo, pero con escasas posibilidades de éxito.

Las principales figuras en el CEN insisten en conformar una planilla de unidad, lo que siempre hace el PRI. De tener éxito, en éstos días atemperarían los ímpetuos de Merodio, Domínguez y Barousse. Los tres tienen rienda corta, el asunto es que, dadas las coyunturas de la candidatura presidencial, no hay certeza de que sus patrones quieran dar el jalón.

Esa condición genera un amasijo de intereses, aspiraciones, anhelos, revanchas, egos, ambiciones que sobrepasan la capacidad del maltrecho partido. Todos sueltan su gato a retozar con la esperanza de afianzar sus aspiraciones –las que sean de cada quién- rumbo a las elecciones del 2018 o en algunos casos preparando la salida que los traslade a Morena.

Frente al caos reinante, tengo algunas ideas sueltas a modo de instrumentos prácticos para definir al presidente. Lo primero y más democrático sería un disparejo entre todos los interesados, sin desdeñar a nadie y respetando la equidad de género, en la inteligencia de colocarse a manera de que vayan hombres y mujeres entreverados, pero nada más hasta ahí, es decir sólo para efectos de sorteo.

La otra es el tradicional y muy gringo juego del palo corto, el que recibe el más largo de todos los participantes quedaría de presidente(a), con un palillo pintado de diferente color, para la secretaría general ¿Qué más democrático?

Otra solución sería por apelación a la autoridad. Si por galones se trata ahí está Patricio Martínez, ha sido gobernador, alcalde, diputado federal, senador y además la edad lo pone más allá del bien y del mal. Los priistas verían muy bien sacrificarse por el partido que todo le ha dado. ¿Le parece poca cosa? Puede, dicen que piensa en la alcaldía. En otras entregas será tratado el tema personal del señor senador.

El otro es Mario Tarango; dos veces presidente del CDE, dos veces coordinador de los diputados locales, dos veces influyentísimo consejero político en el gobierno estatal. Santón de la política doméstica y amigo personal de la resucitada Elba Esther Gordillo ¿Alguien le pone tacha?

Si ninguno de los dos les gusta a los interesados, también están Leonel de la Rosa, Raymundo Romero, el Coco Reyes Castro, antes de que firme con Morena, Diamantina Reyes, Normando Perales, el profe De la O. Opciones sobran, no hay necesidad de tanto forcejeo.

La última y más osada opción sería dejar al delegado de rudos modales en calidad de presidente. Hay jurisprudencia al respecto, Jorge Esteban Sandoval es el único chihuahuense que ha sido presidente del PRI en tres estados distintos: Chihuahua, Michoacán y Oaxaca. Moreno Peña bien podría quedarse hasta las elecciones del año que viene, le gusta ser presidente en los estados donde no hay gobernador porque se siente como tal. Así no extrañaría a César Duarte, quién no es considerado para tal cargo, sólo por el detalle de que nadie conoce su domicilio actual.

Yo no quiero ningún cargo, dijo Jorge Esteban a los grillos de Michoacán, simplemente vengo a ponernos de acuerdo para que todos queden incluidos en el comité estatal. Reviró un lagartón, claro que nada quieres, ya están sentado en el único cargo que vale la pena en Michoacán.

¿Han pensado los disputantes que el cargo de presidente del PRI vale la pena en Chihuahua? Tómense un tiempo para reflexionar y quizás concluyan que lo mejor es guardar prudente distancia, no sea que en un año estén haciendo el lúgubre trabajo de sepultureros.