Hay algo que tienen que no sabemos que es, pero definivamente lo queremos.
No solo es lo que visten, también es como se ven. Y es que a pesar de que cuidan su imagen tanto por fuera como por dentro, tampoco parecen hacer mucho esfuerzo por lograrlo.
De acuerdo a un artículo hecho por Byrdie.com, las francesas deben su contextura a las pequeñas cosas que hacen a diario.
Un buen vino y platos exquisitos son parte de la cultura francesa, algo que los nativos no están dispuestos a sacrificar por una dieta (además no necesitan hacerlo). Simplemente se comprometen a comer porciones más chicas y saborear cada bocado.
Las chicas parisinas son expertas en practicar la moderación. La estrella de Instagram Jeanne Damas cuenta a Vogue Paris: «Si tomo vino en las tardes, evito las frutas y jugos de frutas en el día»
Es difícil encontrar una francesa que no mencione a su mama como su mayor influencia en bienestar y belleza. «Mi mamá me enseñó la importancia de cuidar mi piel y mi cuerpo» dice la modelo Sigrid Agren. Al aprender a comer comidas estacionales y frescas en pequeñas porciones y tomar mucha agua, los niños franceses establecen estos hábitos alimenticios saludables desde temprana edad.
No subestimes el poder de una Buena caminata; las mujeres francesas saben los beneficios físicos y mentales que tiene la actividad física. Caroline de Maigret, personalidad parisina dice al medio digital: «Por ejemplo, si tengo una cita y voy en auto, me estaciono más lejos. Paris es una ciudad donde puedes caminar mucho. A veces camino por una hora, si tengo tiempo, que es la misma hora que le dedicarías a ir al gimnasio; mi mente se siente más feliz así.
El truco más viejo del libro es tomar mucha agua, pero es un ritual indispensable para las mujeres francesas, y que atribuyen a una piel más linda y salud general. Muchas eligen tomar agua con limón, o toman té verde cada mañana. Y siempre tratan de tomar agua mineral, no del grifo.
Mathilde Thomas, fundadora del libro «La solución de belleza francesa» indica que muchas mujeres se someten a dietas inestables y a productos que les irritan la piel porque creen que deben sufrir para ser bellas.
Pero Thomas explica que para las mujeres francesas, cualquier rutina de belleza no funciona si te hace sentir miserable. «Belleza es algo que te debería dar placer, porque cuanto te sientes bien, te ves bien» y no viceversa.
Esto también se refleja en la manera en que estas europeas consideran el ejercicio. Cuando se trata de cuidar tu cuerpo, las parisinas prefieren los deportes al aire libre que un gimnasio.
Para ellas ejercitarse y comer bien debería ayudarte a olvidarte del estrés, y no sumarle tensión a tu vida.
