*¿Un soñador utópico o tirano perverso?

*Los datos describen un gobierno fracasado

*La herencia maldita no deja de sorprender

*Gema era insostenible, acompañó la persecución

Me gusta María Amparo Casar por que siempre acompaña sus artículos con datos de fuentes oficiales, supongo que por su formación académica, es doctora por la Universidad de Cambridge e investigadora del CIDE desde 1979. En el trabajo que entregó ayer para Milenio proporciona cifras que desmienten objetivamente la narrativa mañanera del presidente y las réplicas de su vocería.

Recojo algunas: Tan sólo en 2020 las personas en situación de pobreza han crecido 3.8 por ciento, pasando de 41.9 por ciento de la población a 43.9 y los pobres extremos –mendigos- pasaron de 8.7 millones a 18.8 (Coneval). En 2016 el 61% de los hogares más pobres (decil I) eran beneficiarios de programas sociales, en 2020 solo el 35 por ciento. Y entre 2016 y 2020 se duplicó el porcentaje de beneficiarios entre los hogares ricos (INDESIG-ENUGH). En lo que va del sexenio 15.6 millones de personas perdieron el acceso a la Salud, en 2020 el gobierno destinó 780 mmdp a Educación, la menor cantidad desde el 2010, y la tasa de escolaridad básica -3 a 14 años- está en los niveles más bajos de los últimos 15 años; 91 contra 95%. En Educación media superior y superior la matrícula cayó en casi 367 mil estudiantes, entre los ciclos escolares 2018-2019 a 2021-2022. (Tec de Monterey y México Evalúa). El 38 por ciento de los mexicanos que reciben recurso piensan que es dinero de López obrador, el 30 del Gobierno Federal y el 11 de Morena (4ta encuesta nacional sobre corrupción de  MCCI-Reforma). Quien desee ver el articulo completo, está en Milenio, miércoles 18 de mayo, sección Opinión.

Los datos sobre pobreza están muy documentados y difundidos. En mi concepto representa la mayor contradicción del actual gobierno, habida cuenta de que tiene por lema “Primero los pobres”. Salud y Educación, sin los cuales es imposible que prospere una sociedad, también son de tristeza. Hasta ésta parte nada nuevo, lo que si me sorprendió fue la información de los programas sociales, casi la mitad de beneficiarios contrastado con los gobiernos del PRI y el absurdo de que ahora una enorme cantidad de ricos también son beneficiarios. Pero quedé impactado con la creencia popular -49 por ciento de los beneficiarios- de que el dinero recibido es de López Obrador o Morena, contra el 30% que sabe que es del gobierno.

Tenga presente que no incluyo los datos de inseguridad: asesinatos, desaparecidos, feminicidios, con la criminal orden al Ejército de rendirse ante los sicarios del mal. Tampoco hablo de la crisis económica, sabiendo que todos los días aumentan los precios, ni de la impúdica concentración de recursos repartidos en la más absoluta opacidad. Todas son estadísticas vergonzantes en las que ha rebasado a gobiernos anteriores.

También olvidemos el aeropuerto y los 450 mil millones tirados a la basura, según Urzúa; el Tren Maya y la devastación; la Refinería que construye y la que compró con pérdidas. Olvidemos los disparates del avión, sus rifas y sus ventas; la “auto-revocación” de mandato; la consulta para enjuiciar a los presidentes. Olvidemos a los médicos cubanos, los guatemaltecos asegurados por el IMSS y si quiere también olvide la indolencia por falta de medicamentos. Pongamos que son caprichos de un presidente contumaz, como Echeverría o López Portillo en su tiempo.

Con los datos de pobreza, salud y educación tenemos para describir a un gobierno fracasado; falla en las tareas sustantivas que se propuso resolver; combatir la pobreza. Frente al fracaso puesto en blanco y negro, despliega profusa propaganda de manipulación, haciendo creer a millones de mexicanos que el dinero recibido es suyo, no del gobierno, asido con toda la fuerza de su contumacia a que le asiste la razón por el simple hecho de repetir cada mañana mil veces que “nosotros no somos iguales”. Invocando razones morales para dar crédito a sus palabras; es bueno por que él dice que es bueno, son malos por que él dice que son malos; se acabó la pobreza por que él dice que se acabó la pobreza; están moralmente derrotados por que él dice que están moralmente derrotados. Él es parámetro de lo bueno y lo malo.

Sobran argumentos para pensar que nos lleva deliberadamente al fracaso, que tantea la capacidad resilente del los mexicanos dándose una idea de hasta donde puede llegar sin generar una oposición social que ponga en riesgo sus proyectos de perpetuar un régimen que le reconozca paternidad histórica. Sin embargo me rehúso a pensar así e intento interpretar su contumacia como producto de idealismos juveniles o patológica disociación de la realidad, en la que ve lo que quiere ver, vamos “requetebién”, con independencia de lo que suceda en su rededor.

Me rehúso por que si acepto que deliberadamente nos lleva al caos, tendría que pensar en un perverso y despiadado presidente que se ha propuesta destruir al país para gobernar sobre sus ruinas e imponer desde ahí una tiranía de miseria y libertades canceladas, como la de los regímenes genocidas que defiende para que sean invitados a la Cumbre de las Américas. Frente a esa opción, me quedo con el López Obrador utópico y soñador. Tres años que le faltan pasan rápido, una tiranía dura generaciones.

Rompeolas

Aparte de los conocidos juicios por falta de pago a constructores de la Ciudad Judicial –¿se acuerda que le querían poner “Centro de Justicia”, por las iniciales CDJ? cuanta abyección- ahora sabemos por fuente del secretario general de gobierno de otros quince juicios que perdió el gobierno de Corral por no pagar a proveedores de servicios. El secretario dijo desconocer los montos, pero ante un atraco de tal magnitud, el gobierno tiene la obligación de transparentarlos. Van casi ocho meses de gobierno y siguen saliendo perlitas de Corral ¿Se irá impune después de hacer colapsar las finanzas estatales por sus apetitos de venganza y su irresponsabilidad? La sociedad espera que no, sentaría un mal precedente.

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César Jáuregui desestimó la renuncia de Gema Chávez, fiscal corralista anticorrupción, diciendo que era “una renuncia más”. Se entiende la declaración de César, tiene la obligación de ser prudente, pero en realidad la renuncia de Gema se esperaba desde que Maru Campos se hizo cargo del gobierno. No podía estar en esa delicada responsabilidad siendo, como fue, parte de la persecución política que emprendió delirantemente Corral contra la hoy gobernadora. Ahí se necesita un fiscal con toda la fuerza política del gobierno, con Gema era todo lo contrario, los puentes de comunicación estaban rotos hasta con el Fiscal Fierro ¿Cómo podía seguir en esas condiciones? Imposible. Como dije, duró demasiado tiempo. Poco a poco las aguas toman su nivel en la nueva administración. Ahora la obligación de Maru y el Congreso es elegir a un fiscal con credibilidad, prestigio social e independencia de criterio. Lo encontrarán, abogados profesionales sobran en Chihuahua.

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