Anaya, Corral, Meade y el dinero

* El histórico ninguneo a Chihuahua

* De risa las advertencias de Jáuregui

* Reyes en el Senado ¿Hace camino?

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En Gobierno del Estado están inconformes por la definición preliminar del presupuesto para el ejercicio 2018, sienten que están siendo maltratados por la Secretaría de Hacienda ¡Que nuevas!

Y si, la proyección es corta a pesar de recibir un aumento de tres mil 300 millones de pesos en lo que corresponde a las participaciones federales, casi 7.7 por ciento más con respecto al año pasado, lo que en realidad es poco, pues la inflación casi lo empata.

Javier Corral, Arturo Fuentes Vélez y algunos diputados han formulado expresiones de inconformidad. Lo de siempre, no hay noticia sólo cambia el nombre de los actores, tratándose de dinero nadie queda satisfecho, pero lo más seguro es que Chihuahua siga siendo ninguneado como ha sucedido históricamente.

Lo mismo pasó con Duarte –por más que viajaba a México nunca obtuvo nada de Videgaray- Reyes, Patricio y Barrio. El único que consiguió aportaciones extraordinarias importantes fue Fernando Baeza, por su relación con el influyente Gustavo Petriccioli, Secretario de Programación y Presupuesto con Carlos Salinas. Eran tan amigos que Preticcioli viajaba a Chihuahua cada dos o tres meses, en compañía de Arévalo Gardoqui, Secretario de la Defensa, y juntos se daban la buena vida, pero dejaban centavitos a Chihuahua.

La cifra de los 49 mil 813 millones que corresponde al convenio de coordinación fiscal es producto de una fórmula matemática aplicable por igual a todos los estados. Ahí no hay forma de moverle, dos por dos son cuatro y se acabó. Si quieren conseguir dinero extra necesitan entrar a las bolsas concursables y a los programas extraordinarios.

Hay un problema y tiene que ver con la política, siempre la política. En estos momentos la Secretaria de Hacienda no soltará un centavo extra a los gobiernos afiliados en el Frente o Morena y, como todos en Chihuahua saben, Javier Corral es uno de los más activos promotores del Frente y de Ricardo Anaya. Desde ese punto de vista su activismo y definición política tienen consecuencias prácticas en las finanzas estatales. Así es en México, el dinero es usado como premio o castigo.

Desde luego todo problema tiene solución, tan sencillo como acercarse a Meade, el dueño de la cartera y probable candidato del PRI, hacerle discretos ojitos, dar un paso de costado en su relación con Anaya o moderar su ímpetu pro-frentista. Qué más da, todo sea por Chihuahua, prometer no empobrece.

En los próximos días y semanas se verá que actitud toma el gobernador Corral: o asume una posición negociadora, comedida sin comprometer su dignidad, o se muestra desafiante, exigiendo “el trato que merecen los chihuahuenses”. Dicen que la cabra tira al monte, cierto, otros afirman que ningún loco come lumbre.

También falta que voten en el Congreso local el presupuesto definitivo, es decir contemplados los ingresos propios. Por ahora ha trascendido que se trata de un paquete conservador de sólo ocho mil millones, cerrándolo en 58 mil millones de pesos. Serían las proyecciones según los datos que se han manejado, mismos que desde luego pueden cambiar.

Ese presupuesto quedaría muy rabón y contribuiría a profundizar el déficit o forzaría nuevos endeudamientos. De entrada hablan de cuatro mil millones de pesos menos que los ejercidos en el último año de César Duarte, descuente la inflación que este año fue la más alta en décadas, superior al seis por ciento, y se dará cuenta de la enorme reducción.

Aplíquense, esas cifras mantendrían la inacción gubernamental en obras y programas, generando una crisis en la entidad pues el detonante de la actividad económica es la obra pública del gobierno, misma que hasta hoy es inexistente. Al problema de inseguridad sumar una desaceleración económica. Ni pensarlo, sería fatal, ojalá esos números mejoren antes de las fechas fatales para dejarlos aprobados.

El tema de la deuda y los subejercicios queda para después, dado que tampoco hay datos concluyentes.

Ahora si, esta vez va en serio, les juró por todos los santos –incluidos Malverde y la santa muerte- que no tendrán otra oportunidad; o modernizan los camiones de las rutas alimentadoras o los sacamos de circulación. Pero en serio, créanlo por que es la última de las últimas advertencias que recibirán, señores concesionarios de la mafia. Ya estuvo bueno con ustedes, están como los corruptos de Duarte que solo quieren golpear a “Javico”.

Así suena el inocente de César, ex-bueno, Jáuregui cada que pone una fecha para que el impresentable Güero Lozoya y su pandilla de truhanes que regentan el transporte, invertir en camiones nuevos. Es como si Aparicio quisiese asustar a los sicarios del chapo o la “raya” con pistolas de agua. Se burlan, se carcajean y mueren de risa.

Cada tres meses les dan nuevo plazo, pero eso si, siempre es el último. Ahora Jáuregui fijo el nuevo último en el 31 de marzo, ni un segundo más tarde, para que cumplan con el compromiso de actualizar los 300 camiones nuevos.

Apunten bien la fecha, señores usuarios, el ultimatum anterior vencería el 31 de diciembre, pero antes de agotarlo lo ampliaron de buena onda, para que vean que son razonables en la Secretaría General de Gobierno.

La única forma de que los señores de la mafia entiendan es pegarles en el bolsillo, sáquenlos de los rutas y verán que ahí les duele. A propósito cuándo estrena el güero su casa nueva. Es pregunta.

Reyes Baeza estuvo ayer en el senado, acudió para hablar de los detalles presupuestales del ISSSTE y la solvencia financiera de la institución. Todo miel sobre hojuelas ante Fernando Mayans Canabal, presidente de la Comisión de Seguridad Social, y el resto de los senadores.

Hay un dato muy interesante para presumir y, obviamente, Reyes lo soltó como logro importante de Peña Nieto. Al inicio del sexenio las reservas financieras de la institución eran de 51 mil millones de pesos, hoy superan los 80 mil. Tratándose se una institución cuya viabilidad financiera se discutía hasta hace pocos años, esa información tiene mucha importancia.

Presentó un presupuesto de 282 mil millones de pesos, casi cinco veces más que lo destinado a Chihuahua, ahora que en Palacio estatal cuentan los centavos. Ahí está Reyes, entre cumpliendo sus compromisos institucionales y mirando cual de los escaños le acomoda mejor ¿Iba haciendo camino? Por que no, se hace camino al andar, dijo Machado.