PYEONGCHANG.-
Noruega obtuvo en la jornada sabatina el bronce en el slalom por equipos, con lo que alcanzó su presea 38 en los Juegos de Pyeongchang 2018, lo que es un récord en la historia de las citas invernales, superando a Estados Unidos, que conquistó 37 en Vancouver 2010.
El resultado de Noruega se ha visto beneficiado por la ausencia de Rusia en muchas de las competencias, e incluso, por el dopaje en la prueba mixta de curling que le heredó a los escandinavos la medalla de bronce.
A falta de la última jornada en el calendario de competencias, en el medallero el equipo nórdico sigue en la primera plaza con 13 oros, los mismos que Alemania, que marcha en la segunda posición y que suma un total de 28 medallas.
Noruega está también a una medalla de oro de alcanzar a Canadá con la cifra más alta de oros para una edición olímpica, que fue lograda en 2010, cuando fueron los anfitriones en Vancouver.
La noruega Marit Bjoergen logró una proeza difícil de igualar. En su última competición olímpica, la deportista más condecorada en la historia de los Juegos invernales conquistó los 30 kilómetros de esquí de fondo con largada masiva, su quinto podio en las justas de Pyeongchang 2018 y el decimoquinto en su trayectoria. Con el final de las justas ahora ocupa el tercer lugar en cuanto a los deportistas con más preseas en las justas del movimiento olímpico.
La noruega, de 37 años, jamás encontró desafíos para conquistar su octavo oro olímpico de por vida, desde Salt Lake City 2002.
Cuando miro atrás y veo lo que he hecho me parece increíble”, dijo Bjoergen, quien rompió a llorar después de la competición. “Ha sido una carrera fantástica para mí. Son mis últimos Juegos Olímpicos, y terminar así es increíble”.
Bjoergen tomó la ventaja aproximadamente a los dos kilómetros y no hizo sino estirarla. Su oro fue el decimocuarto para Noruega, que con ello aseguró el primer puesto del medallero sobre Alemania, que al mismo tiempo perdía en hockey.
Con siete kilómetros restantes, Bjoergen se adelantó tanto que se perdió de la vista de Teresa Stadlober, quien marchaba segunda y, sin referente, dio una vuelta equivocada, a la derecha y no a la izquierda para perder sus opciones.
