Ni perdón ni olvido, le gritan a AMLO

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Ciudad Juárez—La pacificación del país atraviesa necesariamente por el perdón, insistió Andrés Manuel López Obrador ante las decenas de víctimas que acudieron al Foro Escucha.

La propuesta desató el rechazo de los familiares de desaparecidos y asesinados, de grupos vulnerables y de otras víctimas que acudieron a la cita.

“Ni perdón ni olvido”, “no se puede perdonar a quienes las asesinaron”, se escuchó entre el auditorio.

Durante el discurso inaugural, López Obrador dijo que Ciudad Juárez, uno de los lugares más importantes para la construcción y defensa de la República, tiene “sed de justicia”.

La apuesta del lopezobradorismo, dijo, es la de lograr la paz con justicia y con una política integral que atienda los problemas de pobreza y desigualdad social. Pero, además, con el perdón –traducido en amnistía–, como condición necesaria de seguridad y justicia.

Tenemos que estar dispuestos a perdonar. Yo lo dije en campaña y lo repito ahora, coincido con los que dicen que no hay que olvidar, pero sí estoy a favor del perdón. Respeto mucho a quienes dicen ni perdón ni olvido, digo ‘olvido no, perdón sí’”, manifestó.

Las decenas de víctimas protestaron de inmediato ante el discurso del tabasqueño.

La propuesta del tres veces candidato presidencial siguió con la noción de que la pacificación se logrará más con programas de justicia social que con el combate frontal a la delincuencia.

“No se va a resolver el problema de la inseguridad con masacres, la violencia no se puede enfrentar con violencia. No creo en esa máxima del ojo por ojo y el diente por diente. El mal hay que enfrentarlo haciendo el bien”, afirmó en el teatro Gracia Pasquel de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Durante el discurso indicó que, en promedio, 80 mexicanos son asesinados diariamente en el territorio nacional, situación que calificó lamentable.

“Duele mucho que haya esta violencia que duele tanto a los mexicanos”, expresó.

José Luis Castillo y Martha Alicia Rincón llevan nueve años buscando a su hija Esmeralda, desaparecida en Ciudad Juárez en mayo de 2009. Desde entonces, José Luis carga una manta rosa a manera de túnica donde se ve la foto de su hija.

“Buscamos a la reina de la casa”, cuenta José Luis. A su lado, su esposa carga otra manta, una con diseño de billete de 200 pesos donde oraciones acompañan el rostro de su hija.

Para ellos la entrada a este foro es una más de las incontables veces que se han presentado ante una autoridad de cualquier nivel para exigir justicia, no perdón, menos olvido.

“Uno se encomienda a Dios y busca fuerzas, Él nos da fuerza para seguir buscándola, para no abandonarla”, relata Martha Alicia. En 2015 le informaron que habían encontrado un resto perteneciente a su hija.

Las inconsistencias que acusa en la investigación de la Fiscalía General del Estado y en las muestras genéticas hacen que ella y su esposo no confíen en el aviso de las autoridades.

“Nosotros la seguimos buscando viva, eso es lo que uno como madre tiene que hacer, hasta que tengamos la certeza de que no es así”, insiste.

Para ellos, el perdón no suena convincente, aunque, afirma, no les queda otra más que confiar en que, ahora sí, se haga justicia y se avance en el esclarecimiento de la desaparición de Esmeralda.

Desde el equipo de trabajo responden que para “sanar” es necesario garantizar el fin de la impunidad y la aplicación de la justicia.

Como política pública, el perdón se traduciría en la amnistía de delitos que no tengan que ver con la violencia o con crímenes de lesa humanidad, coincidieron Alfonso Durazo, próximo secretario de Seguridad Pública, y Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y futura secretaria de Gobernación.

Ambos expertos mencionaron que el dolor de las víctimas es tan grande que resulta lógico su rechazo al perdón. Sin embargo, coincidieron, es un paso necesario para la pacificación y el nuevo esquema de combate a la inseguridad en todo el país.

“Es muy difícil entender a profundidad el dolor de las víctimas y cuando ellos plantean ni perdón ni olvido lo hacen desde lo más profundo de su dolor, entonces es irrefutable esa expresión, sin embargo si no perdonamos, si no somos capaces de construir la paz y si no construimos la paz no podremos superar los escenarios de violencia”, sentenció Durazo.