*Predial, tiempo de recular

* Morena, pie a mas aumentos

* Rubén Aguilar en rebaja

* Latorre, congruencia

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Los exhortos legislativos son como llamadas a misa; las atiende quien quiere y los que no, pues no. Es lo que hizo ayer el Congreso del Estado, a moción del diputado Francisco Humberto Chávez, Morena promovió un exhorto para que la presidenta municipal, Maru Campos, reconsidere el aumento programado al predial, 22 por ciento.

¿Atender o ignorar las campanas al vuelo? Pueden hacer lo que les venga en gana, están en su derecho. No obstante, en éste caso particular hay un matiz que la señora alcaldesa y su equipo de asesores deben tomar en cuenta; Las leyes de ingresos municipales son aprobadas por el Congreso, en consecuencia los diputados tienen facultad legal para definir, indirectamente, montos del gravamen.

¿Qué motivó a los asesores de Maru y a ella misma a tomar una decisión así de impopular? Ayer sugería que necesitan suficiente dinero para una administración lustrosa que le permita afianzar su proyecto a la gubernatura. Sigo pensando lo mismo, pero estoy convencido de que no los necesita, las finanzas municipales son sanas, es una administración fuerte y el predial que pagamos, con ejemplar convicción, uno de los más caros en el país.

Quizás estén a tiempo de recomponer, hacer una valoración sincera y consciente de pros y contras, antes de que sea imposible revertir la bola de nieve que hicieron correr con el anuncio del martes y cuyas expresiones desaprobatorias son generales.

En unos cuantos días pudieron medir el rechazo ciudadano, pero desconocen sus consecuencias prácticas. Sin embargo los mismos diputados de Morena, más los que votaron el exhorto, han dado la salida pidiéndoles que acoten sus pretensiones alcistas. Muestren respeto y acatamiento a la voluntad de los representantes populares. Sencillo, el respeto a las instituciones.

Además, el argumento de fondo es bastante claro y conocido para dejar las cosas como están: ningún estratega de sentido común recomienda “componer lo que no está descompuesto”. ¡Para que le mueven donde duele! El proyecto de Maru hacia la gubernatura marcha bien, con decisiones así lo ensombrecen.

Un apunte de grilla barata: Causa risa cómo los diputados exhiben sus compromisos con el poder sin despeinarse, como si fuese lo más normal. Rubén Aguilar, patriarca histórico del PT, votó contra el exhorto y negoció que su compañera de bancada, Amelia Ozaeta, guardara su voto.

Con las cantidades que debe pagar anualmente –además siempre está en mora- despertó sospechas de una oscura negociación para que le hagan una pequeña “rebajita” del cien por ciento. Jamás emite un voto sin mediar algo a cambio. Chuy Velázquez y René Frías no negociaron ni eso, simplemente se abstuvieron. El miedo los paraliza en cada votación comprometedora.

Destaca la postura congruente de Miguel Latorre, diputado por el PAN. Quiere ser candidato a presidente municipal –de hecho juró con la mano sobre la biblia que será presidente- así que votó contra su bancada, aprobando la moción. Está decidido a no cargar electoralmente con el muertito, sabe lo que significa en campaña.

Y por último una observación: Morena abrió la puerta para que los ediles que tenían pensado no aumentarlo, ahora reflexionen mejor y vayan por ese cinco por ciento. De lo perdido lo que aparezca. Entre ellos cuente a otros encampañados; Armando Cabada, Carlos Tena y Alfredo Lozoya. Los centavitos extras nunca están de más.

Si los alcaldes estaban en paz, resueltos a no indisponerse con los electores, ninguna necesidad había de alentarlos en la dinámica alcista. Pero el exhorto está hecho, como son de largos los señores ediles, dirán que no lo tenían previsto sin embargo el Congreso los obliga, mostrando satisfechos el texto legislativo editado. Es lo que hay.