La mejor distribución de la riqueza es el dato más revelador de su Cuarto Informe: en 2018 los ricos ganaban 18 veces más, promedio, que los pobres y en 2020 esa diferencia se redujo a 16 veces. No hubo reporte del 2021 y ni 2022. El presidente lo interpreta a su modo, como una reducción en la desigualdad.
Sin embargo existe otro dato que no mencionó, el aumento del número de mexicanos que durante su gobierno ingresaron a los parámetros oficiales de pobreza extrema y pobreza, también documentado por Coneval e Inegi, cifra que ha ido creciendo progresivamente.
Lo anterior significa que, si el dato es verídico, la desigualdad económica en el país está cerrándose a la baja. En los conceptos de su narrativa, tenemos que en lugar de que los pobres avancen, mejoren sus condiciones de vida, los ricos están retrocediendo, pues la brecha se cierra pero a la vez hay más pobres. Seguimos así y todos seremos iguales, fatalmente empobrecidos.
En su concepto de país, que detesta a la clase media aspiracionista, convencido de que con los programas asistencialistas y las remeses es suficiente para la felicidad del pueblo, ajustar la desigualdad a la baja es cumplir con el propósito que ha buscado durante su gobierno: igualar a todos los mexicanos en la pobreza. Por eso lo presume, encuentra los resultados satisfactorios.
Otra farsa relacionada con la economía, el dato de que los pobres vieron crecer sus ingresos reales 1.3 por ciento. Las miserables familias mexicanas, millones y creciendo, viven su realidad particular; el desvanecimiento de su “aumentos” cuando llegan a la tienda y leche, huevos, harina, aceite, verduras, tortillas está mucho más caro que hace un año. Puede que reciban más, pero compran mucho menos, no les alcanza para lo mismo.
En lo demás, una repetición de frases hechas mil veces citadas durante las mañaneras: supuestos ahorros de 300 mmp en austeridad, cifra incontrastable. Aumento en recaudación de aduanas, por honestidad de los militares. No contratación de nueva deuda, siendo que creció en dos billones. Sigue llegando la inversión extranjera, cierto pero es mucha menor cantidad a como debería. Pasar la Guardia Nacional al Ejército no es militarizar, es para evitar que se corrompa. Libertad de expresión como nunca. El bla, bla, bla machacado todas las mañanas.
Diría que la noticia estuvo en la carta que recibió de su “amigo, el presidente Biden”. En ella le informa que el tratado comercial de Norteamérica generó intercambios económicos entre los tres países por 384 mmd. Lo metió como forzadamente, más presumiendo a “su amigo” que a la cifra en sí misma, de la que no parece decirle mucho.
¿Porqué, previo a su informe, Biden envía una carta a López Obrador sobre la importancia del comercio entre los tres países? ¿Supone que México no tiene esos datos? ¿Es muy buena onda y lo hizo para que a López Obrador no se le pasara el dato y pudiese referirlo? ¿Es un protagonista que quiso tomar parte de un informe ajeno?.
Preguntas pueden haber muchas, respuestas sólo una y esa la conocen únicamente emisor y receptor. Pero, en el contexto de los reclamos estadounidenses por presuntas violaciones al Tratado en materia energética, abre espacio a especular que Biden envía un mensaje a López Obrador, advirtiéndole sobre la importancia del Tratado para su país, como previniéndolo de que su gobierno no admitirá un desplante que lo ponga en peligro.
El 16, durante el discurso del desfile, conoceremos la respuesta de López Obrador, hace tiempo anunció esa fecha para fijar postura al respecto. El solo hecho de citar la carta y ponderar los beneficios del Tratado, uno supondría que se atemperó. Quien sabe, López Obrador es un hombre impredecible, actúa por impulsos, ya veremos que cara nos presenta ese día.
