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domingo, junio 16, 2024
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Dos tragedias enlutaron el proceso electoral antes de que los mexicanos lleguemos a las urnas; el desgarrador llamado del niño en Paraíso, Tabasco, rogando angustiosamente por su vida luego de recibir un impacto de bala, y la espantosa tragedia en San Pedro, Nuevo León, donde nueve personas murieron y un centenar resultaron heridas durante un mitin de MC.

En una sociedad que suponíamos agotó su capacidad de asombro a causa de la espantosa violencia que hemos sufrido durante décadas, agudizada en los cinco años de abrazar delincuentes, la muerte del infortunado menor en Tabasco y los nueve de Nuevo León estrujó la conciencia hasta de los corazones más duros. Nos hizo ver que todavía existe lugar para el asombro colectivo.

Desgracias así conmueven hasta en un país como el nuestro, victima de la violencia extrema donde los crímenes de sangre se cuentan en decenas diarias, son habituales asesinatos de candidatos y políticos en campaña, secuestros, feminicidios, tableados y ejercer el periodismo implica un riesgo mayor al de cualquier Estado en “paz”.

Por trágicos que sean, las víctimas mortales no conmovieron al presidente López Obrador. Para cada hecho tuvo una reacción basada en cálculo electoral, la vulgar politiquería de la que tanto se queja en sus recitales matutinos, cuando se trata del adversario. Demostró, una vez más, ausencia de empatía con el dolor humano.

Sobre el niño dijo: “Y aunque se enojen, como estamos en temporada electoral, y todo lo que sea para perjudicarme a mí, más que es mi estado. Los corruptos están muy enojados y magnifican mucho todo lo relacionado con la violencia. Antes callaban como momias y ahora gritan como pregoneros”. Lamentó el hecho, hizo una perorata intentando explicar que no se trataba de un secuestro a la madre y ofreció una versión de lo que, según él, sucedió en realidad. En ningún momento ofreció condolencias a la familia enlutada ni mostró dolor por la tragedia.

Cumplido el expediente de poner a salvo su inmaculada imagen pública, dejó el tema por resuelto con la superficial promesa de investigar. En su mente, todo tiene que ver directamente con él, con los conservadores que pretenden afectarlo por que “estamos en proceso electoral”. Se siente ofendido con la noticia y la toma como un ataque a su persona, único valor que parece importarle, por el simple hecho de que aparezca publicada. Como si escondiéndola desapareciera.

La primera reacción sobre la tragedia en Nuevo León, cuando todavía no contaban los muertos y los cuerpos seguían tibios, fue lamentar el “accidente” y exculpar a Movimiento Ciudadano. Después, en la mañanera de hoy, amplió lo dicho: “También expresamos nuestra solidaridad con la organización política, Con Movimiento Ciudadano, con sus dirigentes, sus candidatos y militantes. Sabemos que ellos no tienen culpa, ellos hacen sus actos como todos, ahora que hay campañas”.

En Tabasco se puso a salvo de las críticas él mismo, mis enemigos “exageran la violencia”, en Nuevo León rescató al partido aliado, “MC no tiene culpa”. Miseria de ser humano, antes del dolor protejo mi credibilidad social y la de mis asociados en la campaña. Ni en esos momentos de profundo pesar en las familias de las víctimas e indignación nacional, López Obrador tiene un gesto de humanidad. Su preocupación es no perder votos, que las desdichas no impacten en las campañas de su interés; la de Sheinbaum, su Juanita, y la de MC, su comparsa.

En el caso del niño infortunado, su reacción es la de víctima; “nuestros enemigos exageran porque quieren perjudicarnos”, en los nueve muertos en San Pedro de cómplice; rápido, que la sangre de los muertos no caiga sobre las siglas de nuestros aliados, los necesitamos mucho. En ambos la justicia está podrida, la impunidad se impondrá como en el 97 por ciento de los delitos en este país. Es la descripción de gobierno fallido, el combate a la impunidad veníamos mal desde Calderón, pero en el de López Obrador se ha perdido todo sentido de respeto al dolor ajeno y al sentido de humanidad.

Eso sí, todos a guardar silencio, si pides justicia o denuncias la indolencia del Presidente estás lucrando con el dolor de las víctimas ¡como si le importara¡. Tendría rasgos de comicidad, si no fuese por que se trata de una tragedia nacional. Y con esa carga se atreven a pedir el voto prometiendo más de lo mismo. Deberían pedir perdón. Hay que joderse con el régimen de los demócratas, los justos y los humanistas.

 

Rompeolas

 

¿Alguien sabe donde puede ser localizado Dante Delgado, impresentable dueño de MC? No ha dicho esta boca es mía desde la tragedia de su partido en San Pedro Garza. Otro mentecato deshumanizado viviendo de la política sin hacerse cargo de las consecuencias negativas. ¿Y Máynez?  A empujones salió corriendo del templete y no paró hasta llegar al hospital, donde lo atendieron sin presentar un rasguño, mientras los ciudadanos auxiliaban heridos y rescataban cuerpos en el lugar de la tragedia. Esa es la nueva política.

 

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Que Andrea Loera y Juan Carlos Chávez ¿o cómo es? Cerrará campaña en la Plaza de toros propiedad de Kike Valles, otro postulado en el partido esquirol. Los reto a que llenen la primer fila, sí únicamente la primer fila de la Plaza, sin acarreados. Son una farsa, sin el dinero del gobierno no consiguen ni el tres por ciento de los votos necesarios para el registro.