*El primer panista de Chihuahua

* Las opciones alternativas

* Demasiados “vicegobernadores”

* Cínica austeridad legislativa

0
1
En el PAN todo permanece inalterado, nada de que preocuparse, las expresiones disidentes del M3 -Maru Campos, Malo Jáuregui y Mario Vázquez- reuniendo a “sus delegados” en sábado patrio y el exabrupto público de la alcaldesa son tomados como propios de los tiempos, pero todos saben que habló el primer panista de Chihuahua y su decisión es soberana; Rocío Reza será la próxima presidenta del Directivo Estatal.

Observadores románticos y ordinarios de la política cuestionan que Corral, en oficio de jefe panista, haya optado por una perdedora para dirigir al partido en la segunda mitad de su quinquenio. La observación es superficial, cómo podría pensar en otro perfil si ahora mismo en su equipo próximo todos son perdedores. Imposible.

Nadie osará desafiar su autoridad, si el M3 está molesto es sólo por que sus aspiraciones más elementales, secretaría general y otras direcciones menos importantes, han sido desatendidas. Hablan de una entrevista entre Maru y Rocío, las mejores amigas –ajá-, que concluyó sin cerrar acuerdos. En Palacio quieren todo.

Ante el inminente avasallamiento de los neofelices en la dirigencia estatal,–si con Rocío no pueden pondrán a otro(a) igualmente ligado a sus intereses- actores parcialmente marginados de las decisiones, como Carlos Borruel, levantaron la mano para lo que pueda ofrecerse de cara a las próximas elecciones. Suponen que el gobernador rechaza a Maru y sueltan su gato a retozar.

Borruel es sólo una opción entre muchas otras. Apunte también a Juan Blanco, impulsado por Anaya, Miguel Riggs, con todas sus limitaciones, Pablo Cuarón, el poder del dinero lo respalda, César Jáuregui, el exbueno, Víctor Quintana en alianza con Morena.

Y como la política tiene prisa, otro aspirante acaba de estrenar oficinas en Chihuahua. Se trata de Cruz Pérez Cuéllar quién invirtió parte de su salario en rentar y amueblar el despacho desde donde coordinará su precampaña.

Cruz no se cansa de comentar que le interesa la gubernatura y trabaja en ella mañana, tarde y noche. Es pertinente su estrategia, los tiempos que honraban la máxima fidelista, el que se mueve no sale en la foto, hace mucho quedaron atrás.

Desde que se levanta y santigua, el senador no hace otra más que pensar en su proyecto, es un animal político y sabe que si fracasa en la gubernatura tiene un chance para la presidencia municipal de Juárez ¿Quién dijo que no se puede?.

Agustín Basave, hasta hace poco distinguido perredista y expresidente nacional de éste partido en decadencia, vino a Chihuahua para la reunión de gabinete. Al salir hizo una reveladora declaración: “no seré un vicegobernador”, dijo.

¿Alguien en Chihuahua pensó que podía ser vicegobernador? Es improbable, pero él sí ha pensado serlo, por eso la innecesaria acotación. Es una lamentable paradoja lo que sucede en la administración estatal, demasiados vicegobernadores y ningún gobernador que se ocupe de los asuntos públicos.

El primer vicegobernador fue Gustavo Madero, tras la derrota quedó reducido a operador político de segunda, otro César Jáuregui, retraído por voluntad propia y en los últimos días ante la llegada de Luis Fernando Mesta de segundo en la secretaría, una cuña para renunciar. También está Ismael Rodríguez, quién no toma el cargo a cabalidad por carecer de impulso político, y desde luego Lucha Castro, la señora Consejera de la Judicatura que todo lo puede.

Por favor paren, Chihuahua sólo eligió a Javier Corral para gobernador y ahora resulta que un experredista, ciertamente inteligente culto y bien calificado, que no conoce la entidad nos pide tranquilidad por que “no será vicegobernador”. Más seriedad.

La austeridad termina donde empieza la nómina dispendiosa. Es lo que comprobaron los diputados locales al llegar al Congreso, pues simulando una reducción de salario se asignaron 75 mil pesos extras de la partida secreta para cada uno, según se supo ayer.

Si usted pregunta a un diputado cuanto gana, jamás le dará una cifra exacta y si lo hace referirá la cantidad asignada a la “dieta”, que va de cuarenta a sesenta mil pesos.

Callan, no obstante, que además reciben otro tanto de compensación, una partida especial en viáticos sin comprobar, apoyos para asistentes, servicios legislativos, para gente de su distrito, gasolina, celulares, gastos médicos mayores. Una batería de prerrogativas insultantes a los ojos de cualquier ciudadano ocupado en trabajar para sacar adelante a su familia, que sumados superan los 200 mil pesos al mes.

Ahora los señores quieren engañar a los electores con la austeridad mientras se reparten, por debajo de la mesa, el dinero del pueblo –eso sí, muy equitativamente- tripleteando su salario y además sin dejar constancia. Esos 75 mil pesos no son reportados en ninguna contabilidad oficial, es parte de la partida secreta que las fracciones manejan sin rendir cuenta a nadie.

Son como sus hermanos mayores, Morena domina la Cámara de diputados y su coordinador, Mario Delgado, asegura que no han encontrado consensos para bajar los salarios así que seguirán cobrando lo mismo que sus antecesores. Es la austeridad en la República del perdón.

Por cierto, presumiblemente el viernes viene López Obrador a Cuauhtémoc, para presidir un foro de paz similar al de Ciudad Juárez. El responsable operativo del evento es nada menos que Oscar Leos Mayagoitia, padre de Pablo, en su calidad de coordinador de los programas federales en el séptimo distrito.

Su hijo Pablo es uno de los pocos chihuahuenses que acompañan a López Obrador desde la primera campaña a la presidencia, lo ve con simpatía y seguramente esa fidelidad le será reconocida con un cargo respetable en el Gobierno Federal.

Oscar Leos siempre quiso ser diputado federal, por el PRI nunca recibió la oportunidad pero quizás en Morena se le haga, tres años pasan pronto y más disfrutando el poder, aunque sea a la distancia. Cuando la política da, lo hace a manos llenas; padre e hijo batean por arriba de 300.