*Sin obra pública y espantan la privada

* La seguridad es una maravilla: Corral

* Morena, ausencia de liderazgo

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 Las incongruencias asombran, superan la más elemental interpretación de sentido común hasta rayar en absurdos y corren por la ciudad alimentando barras cerveceras y mesas de café. El gobierno sin obra pública, en los dos años no hay un desarrollo digno de mención, y la Junta Municipal espanta inversiones privadas por cientos de millones de dólares.
Altozano es una de las empresas inmobiliarias más acreditadas del país, con desarrollos de alta calidad en las principales ciudades, y en Chihuahua un burócrata de segunda cancela sus trabajos por que, de pronto, se percató de que “no hay factibilidad de agua”. ¿Cómo interpretar eso? ¡Se habla de 700 millones de dólares! Hablamos de un desarrollo que forzará la competitividad y en gobierno lo frenan.
Eso de que no hay factibilidad dice todo y nada, según como lo entienden en la JMAS. No hay agua disponible para las necesidades del desarrollo ¿!Entonces para que les dieron los permisos!? Y si hay, pero el problema es de papeleo ¿!Qué necesidad tienen de suspender la obra!?
 
A ver en que termina, igual mañana se percatan de la idiotez y resuelven sin mayor trámite, pero si efectivamente no hay factibilidad, entonces estarían frente a un problema mayúsculo. Por último y sólo por joder, una pregunta insidiosa ¿No será que los usureros domésticos de la tierra presionan al competidor externo?
El gobernador Javier Corral vive en otro Chihuahua, uno donde las estadísticas en papeles membretados marcan pauta y la realidad transcurre sobre campos verdes y flores amarillas.
Con frases así, respondió a una pregunta sobre seguridad: “prácticamente todos los delitos de alto impacto están resueltos” “no hay un solo caso de secuestro denunciado que no hayamos resuelto” “la Fiscalía continúa con su trabajo de una manera eficiente” “avanzamos en la contención de prácticamente todos los delitos del fuero común” “el problema está en los homicidios dolosos del fuero federal”.
Sólo dos días atrás la organización “México Evalúa puso al estado en el primer lugar de violencia en el país, con 61 ejecuciones por cada 100 mil habitantes, por arriba del estado de México, Distrito Federal y entidades donde la violencia se recrea de ordinario como Sinaloa, Guerrero, Michoacán.
Y no pasaron dos horas de las festivas declaraciones para que otro paisano muriese a plena luz del día, en lugar público, a causa de balas asesinas disparadas por sicarios del mal. En las puertas de Expogan, la feria ganadera, ayer dieron muerte a un sujeto e hirieron a su pareja.
Imposible resolver un problema mientras niegan su existencia. Pensaremos como el señor gobernador; en seguridad avanzamos mucho y la Fiscalía de Peniche es la mejor del país, una maravilla colegas.
Con una votación estatal rondando los 450 mil electores, sólo 70 mil menos de los obtenidos por Javier Corral y 150 mil más de los que alcanzó Serrano hace dos años, Morena ha sido incapaz de traducir en poder político el enorme capital electoral. Sus liderazgos siguen actuando de la única forma que saben hacerlo: solitarios e indisciplinados integrantes de un partido minoritario sin esperanza de triunfo.
En el Congreso del estado el PAN los trató como a párvulos de limitados alcances, marginándolos de los cargos administrativos importantes, auditoria y administración. Los inocentes recibieron la secretaría de asuntos sin importancia –interinstitucionales- como si hubiesen ganado el premio mayor. Fernando Álvarez presumió el logro muerto de risa, junto a Javier Corral.
Juan Carlos Loera, llamado a hacer las veces de vicegobernador, decidió tomar el camino del golpeteo interno; Colunga quedó más rabón que una minifalda de mujer galante bajo el farol; Chaparro está reducido a dirigente presencial, todos lo ignoran; Bertha Caraveo es la mujer más feliz cada vez que la secretaria del senado pronuncia su nombre, entonces comprende que no es sueño; y los ediles de Parral y Cuauhtémoc jugando a ser políticos adultos, mientras sueñan a ser gobernador.
Son una calamidad como grupo político, pero no se podría esperar más de ellos, la indisciplina los marca por historia y tradición. Los olmos nunca han dado peras… que se sepa.