Escudados en la cobardía del anonimato, Lico Duarte o Lalo Prieto, o ambos, usan a desprestigiados e inanes comunicadores, asociados con lo peor del duartismo, intentando contener criticas contra su desastrosa administración al frente de la Unión Ganadera. Como si la negación de una realidad incómoda y el infundio al adversario los liberase de la responsabilidad que tienen de imponer un lastre al desarrollo del noble sector pecuario. Su sola presencia en el organismo divorcia al sector del gobierno estatal, y lo saben.
Usan los corrales de Santa Teresa como si fuesen de su propiedad, disponen de pastura para su ganado con cargo a la Unión, relegan en las listas de exportación ganado de productores a los que consideran adversarios. Puede decirse, sin exagerar, que han hecho de las instalaciones ganaderas en el puerto de Santa Teresa su negocio personal.
Ah, pero eso sí, entran en cólera y montan un pataleo a la menor critica. Se sienten ofendidos y, pretendiendo ocultar sus abusos contra los ganaderos que no bailan al son que arbitrariamente dictan, crean ficticios escenarios de conspiración, descalificando de pasada cualquier información adversa a su proyecto continuista.
Si les asustan las brujas no salgan de noche. De pronto tenemos que no se puede decir nada sobre ellos siendo que, con tal de mantener vigente el último coto en poder de César Duarte, retuercen los estatutos, sobornan a unos delegados y presionan a otros, e intentan secuestrar la sesión electiva para controlarla a sus anchas ¿Porqué negar el acceso a los ganaderos?. No señores, el rostro de pulcritud y honorabilidad que pretenden mostrar les va pésimo.
¿Olvidó Lico como llegó a la presidencia de la UGRCh? Haría bien recordar que fue por instrucciones de César Duarte y operación del difunto Carlos Hermosillo, dos de los personajes más cuestionados de la pasada administración. Sin el apoyo de su tío en segundo grado jamás hubiese, ni de cerca, alcanzado la presidencia de los ganaderos.
Moderen su ambición, si en ésta consiguen ganar percátense que tres años pasan muy pronto y entonces serán otros los que manden en la Unión Ganadera ¿Qué aprendieron, entonces, de la derrota electoral del 2016?. Ya están grandecitos para darse cuenta que la luna no es de queso ni el poder para siempre y que los verdugos de hoy son las víctimas del mañana.
Duarte pensó que era eterno y vean en qué terminó. Quizás digan que cargado de millones y muerto de risa por que no lo han detenido. Puede, pero el hombre es un desecho político y social cuando soñó con la presidencia del país. La oportunidad de ubicar momentos y circunstancias es un don asociado al sentido común, por algo Renato Leduc encuentra sabia la virtud de conocer el tiempo.
