Carlos pidiendo maíz

*Fiscalía atolondrada

* ¿A qué viene Durazo?

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La primera interpretación del voto inverso que presentó Mónica Borruel al proyecto de iluminación planteado por la alcaldía panista, es que el papá de la regidora, Carlos Borruel, soltaba su gato retozar pensando en la gubernatura. Es una lectura superficial y acomodaticia, ordinaria, Borruel conoce sus limitaciones y en consecuencia sabe que su menguado capital político no le alcanza para una precampaña gubernamental. En realidad levanta la mano esperando recibir maíz.

Esta primera expresión de rebeldía lo sitúa entre los panistas, que como Juan Blanco y otros marginados en los dos grupos empoderados,  buscan ganarse un espacio en las elecciones 2021 ¿Qué le gusta para Carlos? Si le ofrecen una diputación local la acepta de maravilla, una federal le vendría de perlas y en el improbable caso de la alcaldía pues simplemente sería un sueño en la presente coyuntura.

Pero nadie le quita su derecho a levantar la mano y reclamar la parte que, supone, le corresponde en la futura repartición. Con las credenciales de exdiputado local, expresidente municipal y candidato perdedor al gobierno, más los restos que pudiese recuperar el antiguo e influyente Dhiac, le alcanzará para algo, hace dos años y medio logró colarse al gabinete de Corral, sin embargo jamás para un proyecto a escala estatal.

Otros, en alocadas especulaciones, lo ven compitiendo por Morena. Más improbable, el nuevo partido-gobierno sólo tiene tres candidatos, hasta hoy: Rafa Espino, Cruz Pérez Cuéllar y, por desprestigiado que esté, Juan Carlos Loera. En entre los prospectos de López Obrador no entran ni siquiera Cabada o el Caballo, menos un panista de ultraderecha, mil veces conservador y fifí de nuevo cuño.

Así que doña Maru no debe preocuparse más de lo necesario por las jugadas de la regidora incómoda, seguirán presentándose sin mayor trascendencia y con objetivos cada vez más definidos. Si en algo debe poner atención doña Maru es por que a Javier Corral no le surja el espíritu de “rabioso ciudadano apartidista” y le de por construir un proyecto ciudadano que reste posibilidad al candidato(a) del PAN.

¿Política ficción? Pudiera ser, solo tengamos presente que Javier está más corrido hacia la izquierda populista que hacia el partido que todo le dio y quienes tengan duda vean su afinidad incondicional con la señora Castro –conocida en el submundo del chantaje social por Lucha- por la cual se ha confrontado hasta con la mitad de los diputados de su partido y buena parte de los santones. Pegunten a Memo Luján por que dejó gobierno.

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Cesar Augusto Peniche no tiene fama de moverse con maestría en el complejo arte de la cortesanía palaciega, pero si Javier Corral lo considera un Fiscal ejemplar es por que algo le sabe en corto. No gana una y de todos modos es ponderado como uno de sus mejores funcionarios ¿De qué manera explicaría usted esa deferencia que no tiene ningún panista en su administración?

Deje usted en un lado el desastre de los maxijuicios, no hay uno que tengan ganado –ayer liberaron al secretario privado de Duarte-, el presunto asesino del líder tarahumara se les fue por falta de pruebas y ahora resultaron incapaces hasta para aportar pruebas contra los policías que presumiblemente torturaron hasta matar a un ex agente ministerial.

Por favor ganen una, que abogado de la sociedad tenemos en Chihuahua. Si fuese un litigante particular perdería los amparos antes de llegar a los juzgados, por extraviar la carpeta del machote. Es una Fiscalía atolondrada incapaz de infundir respeto.

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¿A qué viene Alfonso Durazo a ciudad Juárez? A nada, hará un par de declaraciones diciendo que la guardia Civil ya viene, que Chihuahua es prioritario, prometerá que se resolverán los problemas de la inseguridad en seis meses y a pedir comprensión por la ola de criminalidad que vive Chihuahua.

A otra cosa no podría venir, su presencia es innecesaria mientras no venga provisto de un proyecto integral para contener a los grupos violentos de la sierra y apaciguar los ajusticiamientos callejeros del narcomenudeo. No, su visita es intrascendente, pero en fin, en algo deben justificar el salario. Es lo que hay.