¿Que hacer con un PRI dividido?

* Corral no encuentra su lugar

* Latoso cabildeo legislativo

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El fin de semana estuvo reservado al PRI, su proceso interno se calienta en la medida que agosto llega y los grupos se despedazan entre si, intentando quedarse con los despojos de un partido desprestigiado, sin liderazgos sólidos y atormentado por el fantasma de las derrotas, pasadas y futuras.

No entiendo a los priistas, siempre pensé que los conocía pero hoy, al verlos en la derrota y sin jefe que los una, me sorprende su gran capacidad para autodestruirse. Perdido el sentido común y los afanes de poder que ha mostrado durante su larga vida, es un partido nonagenario, hoy están ocupados en destruirse unos a otros. Parecen ajenos a que su aniquilamiento mutuo los aleja de cualquier posibilidad para reconstruirlo.

¿Qué gana la mafia del poder -Salinas, Peña y la nomenclatura más rancia del PRI- quedándose con las siglas de un partido decadente? Sinceramente nada, pues en las elecciones intermedias perderán otras gubernaturas –creo que ya tiene sólo diez- y verán reducida su bancada en San Lázaro. Sólo conservaran la menguada influencia que hoy tienen en el senado.

Es probable que visualicen al PRI como el único instrumento para ratificar el pacto de impunidad con López Obrador. No encuentro más explicación dado que me parece ingenuo que tengan esperanzas de darle viabilidad electoral a un organismo desprestigiado al que muchos mexicanos asocian con la corrupción.

Alejandro Moreno, Alito, gobernador de Campeche es quién me parece más congruente. Su alianza con López Obrador es lo único que pudiese mantener la vigencia del PRI, pero como un partido satélite del poder, jamás una opción socialmente viable que les permita construir proyectos ganadores.

Si abren la votación, pues la mafia ha intentado por distintos medios cerrarla, los tiburones en torno al exrector José Narro pudiesen sufrir una derrota. Sin un padrón confiable nada impide que intervengan los grupos regionales de Morena y carguen los números a favor de Alito. Total, casi todos son expriistas y por tanto viejos conocidos entre si.

Pero cualquiera que sea el resultado de la elección, el PRI sufrirá una gran fractura en cuanto terminen de contarse los votos. El grupo derrotado desconocerá el resultado e invocará fraude, especialmente si gana la mafia, enterrando así el último clavo en ese ataúd.

En Chihuahua es irreconciliable el desencuentro entre el grupo de Reyes y el de Chela y Omar. No se avinieron en las elecciones pasadas, en vez de construir un acuerdo electoral transitorio que les permitiese mejorar sus votos prefirieron sabotearse unos a otros. Todos perdieron.

Omar jamás les entregará el partido, primero lo incendia antes de permitir que ocupen las instalaciones ¿Cómo podrían así regresar al escenario electoral con perspectiva de triunfo? Imposible y conste que no hablo del desprestigio social por la corrupción, otro tema, simplemente me refiero a la despiadada batalla entre ellos.

Por cierto ¿Qué mensaje enviaron Baeza y Patricio haciéndose una foto con Narro, mientras tomaban café? ¿Unidad? ¿Por qué faltó Reyes, el más activo a favor de Narro? El que estuvo muy presente fue Duarte, por medio de Serrano y Adriana Terrazas mandó saludos, haciéndose notar a distancia. Es increíble, no lo dude que mañana lo postulan para diputado por Parral.

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El gobernador Corral no encuentra su lugar, está incomodo cuando se enfrían los maxijuicios e intenta mantenerlos presentes en el ánimo popular, a cualquier precio. Que ésta semana habrá detenciones de alto perfil, dijo el consejero jurídico. Ajá, con la detención de Marcelo González Tachiquín huyeron todos los “justiciables”, ninguno se iba a quedar para recibir la visita de los querubines de Peniche y ofrecerles café cuando les presentan la orden de aprehensión.

Esas declaraciones no tienen más que propósitos mediáticos, a falta de acciones gubernamentales necesitan mantener vigente la corrupción del “vulgar ladrón”.

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La composición del Congreso, con una bancada panista que no hace ni mayoría simple, un grupo de Morena sin oficio ni liderazgos, el PRI reducido a dos diputados y otros dos que sólo votan por interés y varias fracciones pequeñas sin sentido de gobernabilidad, están complicando la negociación para aprobar el proyecto “Iluminemos Chihuahua” de Maru Campos.

En esta parte es donde César Jáuregui debe desquitar su salario, en la misma diversidad de voluntades está la oportunidad para encontrar acuerdos. Quizás sea más latoso tratar casi con cada uno de los diputados, pero es un trabajo que necesitan hacer. Pronto veremos el resultado de supermalo, debe entregar buenas cuentas para que siga adelante el proyecto del trienio.