*Morena el lobo de Morena

* Álvarez-Issa, por la hombrada

* ¿Reversa de Misael Maynez?

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Hace años, diez, doce, he perdido la referencia del tiempo y no quiero distraerme buscando fechas, escribí una columna que titulé “Si supiera contar, contaría hasta diez”. Me refería entonces a una elección del PRD para presidente del Comité Ejecutivo Nacional, en la que pasaron días, semanas, meses y los escrutadores nunca pudieron contar los votos para definir ganador. Antes de llegar a diez volvían a empezar de nuevo, era el cuento de nunca acabar.

Ninguno de los grupos en disputa aceptó la derrota y para evitar la ruptura total hicieron del partido una factoría de huesos, prebendas, cargos, fueros, comisiones. Lo tomaron por su botín estableciendo en el proceso la ruta que seguirían en relevos posteriores, sin ocuparse de pisotear los más elementales principios democráticos y los estatutos que ellos mismos se habían dado.

Como me recuerda el Morena de hoy al PRD de entonces, son dos partidos incapaces de resolver las diferencias políticas en acatamiento a sus estatutos. Están marcados por esa larga tradición de la izquierda radical de vocación autoritaria y corte estalinista, formada sobre la convicción de que al poder sólo se llega por asalto y es entregado de la misma manera. Que la democracia se haga en los bueyes del compadre.

Sin su Líder Amadísimo y gran Tlatoani, Morena es una turba de corrientes irreconciliables y políticos marrulleros que no reconocen más interés que el de sus pequeños liderazgos tribales ni reparan en canibalizarse unos a otros, así obstruyan en su desenfreno autodestructivo las posibilidades de conservar el Poder que buscaron durante décadas.

Desde aquella elección frustrada en la que no pudieron contar los votos, El PRD duró años eligiendo presidente en acuerdos extralegales de las tribus. Morena lleva más de un año sin poder elegir presidente de manera estatutaria; Alfonso Ramírez Cuéllar es presidente interino por decisión del Tribunal Electoral y Yeidkol Polevnsky era secretaria general en funciones de presidente, por que ahí la dejó AMLO al asumir la candidatura presidencial.

Mientras López Obrador se mantenga, obstinado, al margen de las decisiones partidistas, no hay razones para suponer que destrabarán el relevo. Al contrario, la crisis escala, llegó a los tribunales judiciales la semana pasada con una demanda por presunta corrupción que interpuso el presidente interino de Morena contra la secretaria general de Morena y exsecretaria en funciones de presidente.

Cundo inició el presente desencuentro por la dirigencia, López Obrador hizo una recomendación, elegir por el método de las encuestas la nueva dirigencia, y dejó una advertencia; de continuar así, batiéndose, “renuncio al partido y me llevo las siglas”. Sería una medida extrema, desmantelar el movimiento que lo llevó al poder es un paso difícil hasta para un autoritario como el ahora presidente, pero la amenaza permanece, no ha sido retirada.

En ésta espiral de confrontación, donde Morena es el lobo de Morena ¿Está perdido electoralmente el partido? El partido si, el movimiento No. Debemos distinguir entre ambos, la oposición no va contra Morena sino contra el movimiento de López Obrador convertido en Gobierno.

Morena no es el partido en el gobierno como durante décadas el PRI, tampoco es el nuevo partido hegemónico. Es, a lo más, un conjunto de grupos asidos a mezquinos interese políticos y económicos, moteado de oportunistas inescrupulosos que se ven con el derecho de usufructuar las bondades del país, por que “se las regalaron 30 millones de mexicanos” y una izquierda fifí renuente a tomar riesgos en la disputa interna.

Sin López Obrador volverían a los tiempos del viejo Partido Comunista; con López Obrador y el poder del Gobierno, son el movimiento más fuerte que competirá en las elecciones 2021. Lo acaba de decir el presidente: será encargado de vigilar las elecciones para que nadie haga trampa. El león cuidando al rebaño de ovejas, por si la distraída oposición tiene dudas de contra quién van ¿Contra Morena? ¿qué es eso de Morena?.

Rompeolas

El jueves se define el destino de la Iniciativa Electoral más polémica de las últimas décadas. La imposición de Javier Corral se resiste en el Congreso a causa de la variopinta composición legislativa; no hay liderazgos establecidos, la mayoría panista en realidad es una superminoría y encima fraccionada por la elección en puerta, los de Morena no tienen rienda, el PRI partido en dos, nanodiputados inescrupulosos capaces de vender a sus madres con tal de aumentar patrimonio. Es el peor escenario para un coordinador parlamentaria responsable de que transite la iniciativa. Suerte para Fernando Álvarez Monge y Jorge Issa, la necesitarán, sólo una hombrada podría galvanizar los votos necesarios. Híjole, se deben estar comiendo las uñas.

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Misael Maynez, uno de los nanodiputados más leales a la bancada del PAN, se entrevistó ayer en privado con Maru Campos, contraparte panista de la Iniciativa. Al salir del encuentro el diputado dijo que no tocaron el tema, pero declaró que la Iniciativa carece de viabilidad pues los diputados ya se pronunciaron –desde luego en privado- y la mayoría va por el No. Yo evito adelantar vísperas, el poder seductor de la prerrogativa fácil es más fuerte que los cantos de la sirena.