*Naufraga “Sembrando Vida” en Chihuahua

* Simulación y sospechas de corrupción

*Que hacen urgente limpia “tapadera”

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A once meses de las elecciones, el programa insignia de López Obrador, “Sembrando Vidas”, naufraga en Chihuahua. El colapso tiene que ver con sospechas de corrupción, amenazas de muerte, sectarimos, violencia laboral y la conocida incompetencia administrativa de funcionarios asociados a la izquierda radical, hoy instalados en el oficialismo federal.

Sembrando Vida es el “Solidaridad” de López Obrador, ningún otro programa tiene más importancia. Está operado por una enérgica estructura burocrática de forma piramidal “sembrada” en todo el territorio nacional, cuyo fin es construir una base electoral maciza, entregando cinco mil pesos mensuales a ejidatarios y campesinos con 2,5 hectáreas, adheridos al programa.

En Chihuahua coordina el programa Teresita Ruiz Anchondo, a ella se le desmorona entre las manos por simulaciones, duplicidad de beneficiarios en una misma parcela, empalme de parcelas que una de las facilitadores, Karina Guadalupe Alvaro Arcos, describió de la siguiente manera en oficio dirigido a López Obrador, hace sólo unos días:

“1. Sujetos de derecho que sobrepasan la línea de bienestar, muchos de los cuales no cuentan con la superficie de 2.5 hectáreas, a como lo marcan las Reglas de Operación del Programa, para el ejercicio fiscal 2020″. 

«2. No se hicieron mediciones reales in situ, sino polígonos digitalizados directamente del Google Earth, sin corroborar las condiciones de la unidad de producción».

«3. El proceso de validación por la gran mayoría de facilitadores no fue el correcto, dado que no acataron el manual de validación oficial que fue proporcionado por la Dirección de Agroforestería, ya que existe duplicidad de parcelas (dos sembradores con las mismas tierras), los cuales se pueden corroborar en el Núcleo-Pro descargando los archivos Shape y realizando la proyección de todos en el programa Qgis.”.

Son más las razones que Álvaro Arcos expresa en el extenso oficio dirigido al Presidente, recuperé los primeros tres sólo como evidencia del desorden prevaleciente, denunciado por operadores desplazados por no plegarse a la “simulación” de la coordinación estatal.

La facilitadora también proporcionó ejemplos de parcelas sobrepuestas o con “sembradores” dobles, aportando datos de ubicación, nombre de comunidades, coordenadas georeferenciadas y fotos satelitales. Explica que en la Coordinación local son de dominio general y empiezan a configurar un escándalo.

En otro oficio que la misma facilitadora dirige a la secretaria del Bienestar, María Albores, describe un ambiente pesado al interior de la estructura: “El ocho de junio del presente año tuve que retirarme del municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, hasta la fecha de hoy, no me ha sido posible presentarme ante el equipo de trabajo del municipio ya mencionado. El Motivo de mi ausencia he sido víctima de Hostigamiento, Violencia Laboral, Espionaje, Amenazas de muerte por parte de cuatro técnicos”.

Cita el nombre completo de los cuatro técnicos amenazantes, datos que omito por tratarse de amenazas de muerte que, en todo caso, son motivo de investigación judicial, no de opinión periodística. Quien tiene la valentía de hacer denuncias específicas con su nombre y apellido y firmar oficios dirigidos a las más altas autoridades del país –Presidente y secretaria-, es digna de tomarse en cuenta. No son rumores, sus denuncias están documentadas.

Otras fuentes de la Coordinación han comentado que en estos momentos realizan una “limpita tapadera” de operadores, pues el escándalo de Chihuahua habría llegado hasta la Palacio Nacional y, según esas fuentes, Teresita Ruiz estaría tratando de proteger su cargo corriendo a “los responsables” del tiradero.

Las sospechas de corrupción están, según facilitadores, en la duplicidad de nombres en una misma parcela. Piensan que al ver los “errores”, los altos funcionarios en Chihuahua harán una “depuración” sin reportarla en el Programa, para que los cheques sigan saliendo a nombre de los “depurados” y como la enorme mayoría se entrega en las comunidades, pues imagínese los moches. Las anteriores son versiones, pero vienen de adentro y cuando el río suela es que agua lleva. ¿El colapso del programa favorito de López Obrador es sólo en Chihuahua o se reproduce en otras partes del país? ¿Será por ese motivo que abuchearon al Presidente, durante una gira por su tierra, cuando preguntó que si les habían llegado los apoyos y sus paisanos, a coro, dijeron que no? ¿Cómo esperan tener rendimientos electorales positivos, si en los programas prevalecen simulación y sospechas de corrupción?. Son preguntas, sólo por mortificar.