Juramentos solemnes de que no pasará, bravuconadas de perfiles menores declarando que no llegará al domingo 24, llantos bien estudiados queriendo conquistar simpatías de sabe quien. Se han puesto muy dramáticos en la parte final de la campaña interna, como si en ellos les fuese la vida ¿Les va?. Tranquilos, sólo es una campaña, el eterno volver a empezar sexenal de la política mexicana.
Quien debería mostrar mayor mesura y poner el ejemplo de templanza abre la caja del dramatismo: “En modo alguno, nosotros vamos a cambiar nuestra decisión de combatir la corrupción independientemente de partidos, candidatos, lo que sea. Ninguna candidatura de ningún partido va a blindar a nadie de responder por sus actos ante la justicia”, palabras del gobernador Corral.
¿Quién le ha pedido que abandone esa responsabilidad? Nadie, al menos no en público. Lo que Chihuahua quiere es justicia sin adjetivos, justicia no estridencia, justicia en vez de acoso y manipulación política. Además la queremos ya, de hecho está retrasado con César Duarte y otros bribones que lo acompañaron en el saqueo a Chihuahua; Everardo Medina, Pedro Hernández y los que compraron boleto a la impunidad oficiando de testigos protegidos.
Esa justicia se la ha negado a Chihuahua. Ahora, si el gobernador se refiere a Maru Campos, precandidata del PAN al gobierno estatal, imposible cerrar los ojos e ignorar que tuvo cuatro años para actuar y no hizo nada ¿desidia? ¿impericia? ¿ausencia de compromiso? ¿mal cálculo electoral?. Si realmente hay pruebas que sustenten las acusaciones contra la presidente municipal con licencia ¿Qué lo detuvo? ¡Cuatro largos años y no hizo nada!.
Tras el disfraz de sincero combatiente contra la corrupción, Javier Corral esconde la obvia intención de cancelar las legítimas aspiraciones de Maru Campos. De otra forma no se explica que, de unas semanas hacia acá, toda actividad de su administración está centrada en la alcaldesa y mirando de reojo hacia la frontera, con la esperanza de que César Duarte sea extraditado.
Como ciudadano al que le duele Chihuahua encuentro devastador ver como prevalece una sistemática atonía gubernamental, teniendo gravísimos problemas en la entidad; inseguridad, sistema de salud colapsado, Pensiones Civiles asfixiado por las deudas, jubilados y pensionados rezando para que no les quiten el servicio médico y siga llegando su pensión, el semáforo Covid en todos los tonos imaginables entre amarrillo y naranja, el sostenido colapso de la micro y pequeña economía, mientras el gobernador y buena parte de su gabinete distraídos en la campaña contra Maru.
Encima quiere hacernos creer que no existe persecución, que sólo se trata de su inquebrantable voluntad de combatir la corrupción: “Yo sí quiero decir con toda claridad que nada va a variar, nada cambiará ni modificará nuestra voluntad política de llevar ante la justicia a presuntos responsables de actos de corrupción pasada o presente, eso sí lo quiero dejar muy claro”. ¿En serio, no lo mueve más que su compromiso de combatir la corrupción? Entonces que explique a una parte preponderante del panismo, santones y mecenas incluidos, como terminó empalmado el proceso judicial con la elección interna ¿Inocentes coincidencias? Que platique a los niños de kínder su versión y eso a los de primer año que todavía se chupan el dedo, quizás ellos puedan darle crédito.
No se que suceda de hoy al sábado y menos podría anticipar el resultado del domingo 24, pero supongo que, contra todo pronóstico, Maru llegará a la elección y si llega y sale ganadora de la convención ¿Cómo podrían bajarla, siendo ya candidata oficial del PAN? Parece que ya les ganó por piernas, percepción de buena parte del panismo, incluidos varios de los que apoyan a Gustavo Madero. El acoso la victimizó y la hizo electoralmente más fuerte. Esa es una realidad objetivamente indiscutida, guste o no guste en Palacio.
Rompeolas
¿Qué le pasa a Gustavo? ¿Perdió el tino? Primero sale de muy macho en los anuncios de la Pick up y luego se pone a llorar mientras balbucea un “No les puede fallar… me comprometo a cumplir… es un reclamo… una injusticia”. Quizás su sentido de la mercadotécnia electoral está en otro nivel y no entiende uno, pero no escuché opinión positiva de ese anuncio chillón. Son las lagrimas del cocodrilo, dijo el más condescendiente. La gente no quiere gobernadores llorones, al contrario, los quieren con los pantalones bien puestos.
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En Juárez, como en la capital y en las alcaldías medias, nada está resuelto en Morena. Particularmente la grilla en la frontera está bien sabrosa, allá ni Armando Cabada está seguro en la diputación plurinominal, menos el buen “mangas” en la alcaldía. Todos están metiendo las manos y no olvidan que Cabada se robó la elección hace tres años, esa espina la trae muy clavada varios morenos influyentes. No los pierda de vista, de aquí al cierre de los registros habrá más sorpresas de las que se imagina.
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César Duarte es un suertudo, el 26 de enero será su audiencia definitiva para la extradición, pero la crisis diplomática por el incidente del General Cienfuegos y la DEA tensaron las relaciones bilaterales con Estados Unidos, complicando la extradición ¿Cómo mandarlo si hay peligro que al otro día lo suelten? Un razonamiento muy gringo. Trágame tierra, cuando parecía que lo traerían, resulta que los desencuentros diplomáticos podría estar trabajando a su favor. Ya veremos, pero los especialistas apuesta por que allá se quedará.
