La Ciudad de México había sido preservada de la violencia que sufren amplias regiones del país, el 30 por ciento de su territorio dominado por el crimen, según datos de la DEA. Pero en los últimos días sus habitantes han sentido en carne propia lo que muchos en las ciudades que suelen ser rehenes de los sicarios. Me abstengo de mencionar, la sociedad los tiene muy identificados.
El punto es que en la capital del país, en donde gobernó López Obrador y gobierna la izquierda que lo acompaña, primero en el PRD luego en Morena, ahora son testigos presenciales del enorme trauma social que dejan los atentados violentos desparramados por los sicarios del mal. Antes los veían en las noticias y eso cuando escandalizaban en el “interior del país”, ahora los tienen en casa.
Los especialistas han dicho que hasta allá se extendió la guerra entre “chapitos”, Mayo y Jalisco. Sobre ese tema que hablen los que saben, por mi parte me concreto a sugerir que de corresponder a los hechos esa observación, la política de abrazos y no balazos se le salió de las manos al presidente. Deja correr en los estados de oposición y ahora la tiene justo en las puertas donde gobierna su favorita para sucederlo, Claudia Sheinbaum.
Dándose cuenta de manera directa de las atrocidades del crimen en la ciudad donde habita y sabiendo que está tocando a su Partido, viene la pregunta: ¿Decidirá por fin cumplir con su obligación de aplicar la ley?. Los hechos nos dicen que no, su contumacia solo es comparable al deseo de trascender a la historia junto a los grandes héroes nacionales. Con ella llegó con ella se va, así medio país quede ensangrentado.
Malas noticias para los estados, si la violencia se instaló en el corazón del país, qué pueden esperar el resto de los mexicanos. Aparte de exigir a las autoridades que se comprometan con la sociedad, no pueden hacer absolutamente nada. Estamos en la absoluta indefensión.
Rompeolas
Cruz y Alejandro Pérez Cuéllar están tomando fama en Ciudad Juárez como los “hermanos 20 por ciento”. Aseguran fuentes juaritas que no dejan pasar ninguna mochada, metiéndose en obra pública, proveeduría, venta de activos a sobreprecio, espectáculos deportivos y artísticos. Una especie de derecho de piso que no conoce límites ¿Será? Híjole, difícil afirmarlo pero los rumores corren cada vez con más intensidad, hasta el punto de que ya pusieron cantidad a los maletines semanales de Vialidad: 400 mil pesos. De ser el caso, que por ahora no lo tengo documentado, me refiero a las versiones que corren entre funcionarios del mismo Ayuntamiento, junto a ellos Teto y “Danielito” Murguía habrían quedado como simples niños de pecho, lo que de suyo es mucho decir. En la medida que vayan llegando datos macizos los iremos soltando.
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La mayor ocurrencia de López Obrador en Washington fue su “estrategia” contra la inflación: inundar de gasolina mexicana la frontera norte para que los vecinos del Imperio crucen y puedan comprarla más barata. El presidente imagina que nadie en nuestro país ha reparado en el subsidio a las gasolinas que ahorca las finanzas nacionales, con tal de mantenerla controlada y que no lastimen su popularidad y le parece muy buena idea subsidiar también a los consumidores estadounidenses. De por si hablamos del subsidio más inequitativo, pues por razones obvias los mayores beneficiarios son las grandes empresas y los mexicanos con ingresos más altos, consumen más, y ahora la generosidad presidencial quiere extender su programa internacionalmente. Pero si lo dijo AMLO, es bueno para México, aplausos y canticos de gloria.
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Al buen Alex Domínguez, dinámico presidente del PRI estatal, no le queda otra que ponerse para la foto y sonreír como profesional de la actuación, cuando se trata reuniones públicas con desacreditados liderazgos del pasado priista. Es lo que sucedió con Enrique Serano, el peor candidato a gobernador que haya tenido el PRI en Chihuahua y quien carga con el desprestigio de César Duarte. Ni hablar, no le queda más que hacer de tripas corazón y darle para adelante, el PRI de hoy no está en posición de menospreciar a nadie, así vengan de coquetearle a Morena, como lo ha hecho Serrano en Juárez.
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Acertado el alcalde Marco Bonilla al cancelar su viaje internacional a Londres, donde tenía programada una gira de promoción económica de la ciudad, en compañía de empresarios de la industria aeroespacial. En estos momentos lo prioritario es concentrarse en la seguridad de la ciudad y coordinarse en los mejores términos con el estado, el horno no está para bollos. La promoción económica de la ciudad es una tarea que deben realizar alcaldes, gobernadores y presidentes, pero en este caso puede esperar sabiendo que la violencia está creciendo en la capital que gobierna. Buena decisión del edil y más ahora que tiene motivos para estar contento por el inicio del puente sobre el fuentes Mares, una obra que podría ser insignia de su administración.
