La crisis de los pasantes de medicina es un problema real de seguridad. Mientras a los egresados no le garanticen que su integridad física será respetada en las comunidades apartadas a donde las instituciones públicas de salud los envían, los pasantes y sus familias seguirán negados a presentarse. Los envían con salarios de miseria, sin contar con alojamiento y además obligados a permanecer meses en comunidades cuya única ley es la del más fuerte. ¿Cómo esperan que acepten esas condiciones de injusticia? Es un atentado al más sagrado de los derechos: el derecho a la vida.
Lo peor de todo, es que siendo un problema de seguridad, la misma narrativa oficial lo está convirtiendo en crisis política. Cómo el señor presidente López Obrador ya dijo que ahí están las plazas y no hay riesgo para los pasantes, pues el Seguro Social repite lo mismo; ahí están las plazas y no hay riesgo para los pasantes. Si de esa manera piensan resolver el problema, únicamente conseguirán agudizarlo. La realidad es que ni López Obrador, ni Zoé Robledo, ni cualquier otro funcionario de Salud o del Bienestar, por encumbrado que esté, tiene capacidad de preservar a los pasantes de la violencia. Mientras haya peligro de muerte se van a seguir negando.
El asesinato de la doctora en San Juanito y días después del pasante en el Salto, Durango, están demasiado frescos como para que los pasantes y sus padres se atrevan a presentarse en las comunidades serranas. Entiendan, tienen que encontrar nuevos esquemas para que esos profesionistas altamente capacitados puedan retribuir al país lo mucho que han recibido. Nadie está obligado a cumplir con un deber si en ello le va la vida misma. Es irracional, hasta en las peores guerras las misiones más peligrosas son realizadas por voluntarios.
Pero ahí está la politiquería. El presidente sale con la insensatez de que, como los pasantes no quieren cumplir con el servicio social, la solución son los médicos cubanos. Esas provocaciones debería dejarlas para porros como Noroña, Salgado Macedonio u otros, comentarios así son indignos en un Jefe de Estado que además sueña con pasar a la historia como héroe nacional, sin poder resolver la emergencia de seguridad que vive el país. De los niños con cáncer y sin medicina, a los pasantes obligados a presentar servicio en comunidades de muerte. Que tristeza de país.
Rompeolas
Si Javier Corral tuviese el más elemental sentido de congruencia, con la carta de Mario Vázquez guardaría silencio y pediría perdón a los chihuahuenses por el desliz de observar la paja en el ojo ajeno y hacerse el disimulado con la viga en el propio. Pero no, se comporta como si hubiese cruzado el pantano sin manchar su plumaje, siendo que salió negro de lodo y cochambre. Mario demostró que su administración –si nos vamos hacia atrás encontraremos que ha sido practica común de gobernadores- regaló terrenos estatales a conocidos empresarios y en vez de reparar sobre la pifia, recurre a la descalificación mezquina. Entregar las finanzas estatales quebradas, decadentes los sistemas de salud y educación, creciendo la violencia e incluso su conocida pereza, la inutilidad como Ejecutivo, su narcicismo y vileza, la persecución contra miembros de su partido, la traición al PAN y a sus compañeros, todo quiere justificar con la corrupción de Duarte. Que si, mil veces si, Duarte fue un corrupto y vulgar ambicioso, pero Javier lo superó en todos los rubros, juntos destrozaron al estado, son los peores gobernadores en la historia de Chihuahua y vaya que los hubo muy malos.
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La dirigencia del PAN municipal está resuelta, va el diputado Alfredo Chávez. En una primer observación sería fácil decir que el municipal sigue la línea de los gaudini, pero eso sería superficial, el diputado tiene independencia política más allá de ismos y aunque se le puede identificar con éste grupo, la verdad es que los gaudini no son el grupo monolítico que solían ser antes de que falleciese su fundador. Sin embargo su presencia es respetable en el PAN municipal, les alcanza para cargos públicos, una o dos diputaciones y otras tantas regidurías. Nada despreciable. En el caso particular de Alfredo Chávez, llega por la voluntad de la gobernadora Campos, donde obviamente tendrá su cuerda. El cargo no es menor si recordamos que su trabajo será determinante para planchar las candidaturas, nuevas o de reelección, en todo lo que tenga que ver con los cargos municipales de la capital. Recuerde, en poco más de un año los partidos vivirán la efervescencia de las elecciones internas.
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Con frecuencia la justicia resuelve a favor de la mujer, cuando se trata de asignar la custodia de los menores en juicios de divorcio. Y quizás en la mayoría de las veces tengan razón, hay cada padre irresponsable que es vergüenza social. Pero existen excepciones, aquellas en que las madres no son aptas para cuidar a sus hijos, pongamos que por vicios o descuidos que atentan contra la integridad de sus propios hijos, también hay muchos ejemplos. A los jueces les resulta particularmente difícil sentenciar contra la madre, así haya motivos sobrados, cuando intervienen abogada(o)s vinculados a Luz Estela Castro. Es el caso de un expolicía que vive un martirio por proteger a sus hijos de su propia madre. No menciono datos específicos, obvias razones, pero en el Tribunal deberían poner atención a este caso, pues con la obstinación de perjudicar al padre pudieran poner en riesgo a los hijos. Y bueno, pregunta insidiosa ¿Sigue Luz Estela dictando ordenes en el Tribunal? Como dije, es pregunta.
