Duarte, de ésta ni Gamboa lo salva

* El autismo social del PRI

* Cabada-AMLO en mutuo coqueteo

* ¿Municipales represores?

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Las “fuentes del Poder Judicial consultadas por El Universal” se fueron grandes contra César Duarte. Cargan, como diciendo “al cabo qué”, diez mil millones de pesos desviados al PRI durante los seis años de su administración, cantidad sobredimensionada en extremo hasta para gobernadores acusados de batirse en la corrupción como los Duartes y Borges.

La cifra más realista son los 79 registrados por la señora Olmos, Titular de la Función Pública, como parte de los descuentos a personal administrativo beneficiarios de compensación salarial, más los 250 que tramitan de burda manera por Villegas, Tarín y Yáñez –los tres detenidos- en la Secretaría de Educación y probablemente otros extraídos de forma similar que pudieran salir en el curso de las investigaciones.

Quienes acusan necesitan recordar las otras fuentes ilegales de financiamiento al PRI, a través de empresarios que hacían negocios oscuros en la pasada administración. Algunos de apellido Yáñez, Tagle, Almeida y Galván quizás sepan algo al respecto.

Sin embargo el pecado es el mismo, para efectos legales da igual que haya dispuesto de 330, 1000 o diez mil millones del erario, el delito no admite fianza y después de cierta cantidad la pena es igual.

Lo fundamental es que la pesada y selectiva rueda de la justicia está en marcha contra el exgobernador en fuga, confirmando lo que  consignó en diferentes momentos esta columna, que “la pregunta no es si Duarte caerá, sino cuando”.

La circunstancia de tiempo también presenta sus asegunes. En la sutiliza legaloide es diferente ordenar su detención con fines de presentarse a declarar –en la audiencia del viernes próximo- que una orden de aprehensión. La Diferencia principal es que Duarte no ha sido declarado culpable por ningún juez… hasta hoy.

El tiempo se agota para el exgobernador, el círculo está cada vez más estrecho y los recursos legales de sus onerosos abogados son orientados a prolongar su libertad, más que a demostrar su inocencia.

Por las experiencias recientes es previsible que entre chicana y chicana sus abogados le compren tiempo valioso, quizás otro año de vida en libertad, pero de ésta ni Gamboa Patrón lo salva.

Medio Chihuahua sin agua, decenas de colonias con severa crisis por el desabasto, la inseguridad creciente con matanzas diarias, el sistema Bachilleres a un paso del paro general, cargada gubernamental contra organizaciones sindicales y el gobernador Javier Corral inaugurando pabellones en París.

Son hechos, no interpretación de ningún detractor al gobierno del PAN, si usted quiere descritas en generalizaciones, pero hechos al fin. Frente a esa deplorable realidad que vive la entidad, el mayor partido de oposición, el PRI, muestra un desinterés por las causas sociales que raya en el autismo.

Ningún sólo priista, ya sea dirigente de partido u organización, diputado, senador, aspirante a candidato, de renombre o desconocido. Ninguno se ha puesto al frente de los ciudadanos que sufren, especialmente por la falta de agua, acompañándolos en sus reclamos y exigiendo solución de los problemas. Reciben las banderas sociales en la mano y las dejan a un lado para ocuparse de sus mezquinas disputas.

Su preocupación es saber quién dirigirá el partido y están enfrascados en desentrañar si desde el CEN imponen a Omar Bazan o a Ricardo Boone; si la insurgencia de Marco Adán, Alejandro Domínguez y compañía arma su propia planilla y ofrece pelea; si Lilia Merodio levanta la mano y se recarga en la oposición interna, aunque tampoco allá la quieran; si el delegado persiste en sus malos modales; si Dowell no puede salir de la casa sin amparo; si Duarte sigue metiendo la mano a través de Serrano; si Reyes se concentra en México y desatiendo lo doméstico; si Memo Márquez…

Están igual que Corral, como si los chihuahuenses viviésemos en el paraíso. La diferencia es que el gobernador sale de la entidad no ve los problemas de cerca y ellos, teniendo la obligación social de la denuncia, no se dan ni por enterados. Sigan, así, ambos, quizás encuentren el motivo por el cual los ciudadanos miran hacia López Obrador.

Los coqueteos suben de tono, frecuencia e intensidad. Empezaron como un simple guiño de ojo que pudo pasar inadvertido y ahora se toman de la mano y rozan, como sin querer, las piernas mirándose con ojos de qué sigue.

Así describió un testigo el acercamiento entre Armando Cabada y Andrés Manuel López Obrador. Ven la oportunidad de ir juntos en la próxima campaña por la presidencia municipal de Juárez y de ser posible amarrar un pacto amplio que incluya espacios fuera de la frontera.

Los autores de tales tocamientos consentidos son Rafa Espino y Pablo Leos por Morena, en representación de López Obrador; Víctor Valencia y el Güero Martínez en nombre del presidente independiente. En cada nuevo encuentro actúan con mayor confianza, de seguir así antes de que termine el año formalizarán las relación.

El compromiso de Cabada sería apoyar económicamente y con sus influencias empresariales a los candidatos del Morena en Juárez. A cambio Morena no postularía candidato a la presidencia municipal o de plano apoyaría abiertamente al hoy independiente en su afán reeleccionista y eventualmente entregaría espacios en otros municipios.

¿Será? Suena lógico, pero igual se trata de una versión más en el mundillo de los rumores políticos que alimentan el tiempo de precampaña. Hay que seguirlos de cerca, mañana podrían salir con que le pusieron Jorge al niño.

Los maestros del Bachilleres apostados en las oficinas centrales recibieron una visita inesperada de policías municipales. Los uniformados llegaron con el pretexto de que recibieron una llamada en la que denunciaban alteraciones.

¿Se presta la alcaldía local para intimidar a manifestantes contra la directora Tere Ortuño? Ojalá que no, hace tiempo no se veían esas acciones en un problema eminentemente sindical.

Están jugando con lumbre, la contumacia de Tere Ortuño apoyada en la complicidad de Cuarón y la indiferencia de Javier Corral, llevan el conflicto demasiado lejos. Y como si nada pasara, César, exbueno, Jáuregui declara que intervendrá cuando sea necesario ¿Espera que los alumnos pierdan un ciclo escolar?. Pareciera que sí.