Garfio; alto precio de la libertad

* No entienden que no entienden

* Corral monopoliza candidaturas

* Alex Domínguez abre precampaña

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Alto precio pagará –o ya pagó- Javier Garfio por su libertad. Desde que sus abogados se desistieron de los últimos dos amparos, quedó evidenciado un preacuerdo liberatorio con el Nuevo Amanecer, como lo describí el pasado miércoles.fr

Aquellas sospechas fueron confirmadas dos días después, durante la audiencia donde el exedil se declaró culpable, el viernes pasado, y recibió una sentencia de tres años en prisión más la reparación del daño. Que hayan pospuesto uno o más días la lectura de sentencia es irrelevante, estando dictada sólo falta individualizarla.

Cualquiera en la pasada administración, así como los funcionarios actuales sabía que el negocio de los terrenos en litigio no era de Garfio, que estaba detenido por asuntos de visibilidad política; a falta del “As de Oros” le venía bien aprehender  al edil ballezano.

El apunte anterior tiene que ver con que, en términos prácticos, Garfio debe regresar terrenos valuados en más de 320 millones de pesos, sin estar en posesión de los mismos. Esos terrenos no los tiene Garfio sino el empresario Benito Tagle, uno de los mayores beneficiados del sexenio anterior, quien los habría comprado en barata por cien millones.

¿Cómo le hará para depositar una garantía por 320 millones de pesos o regresar los terrenos reclamados por gobierno? Suponga que llega a un acuerdo con Tagle, quién apenas iniciado el juicio ofreció regresar los terrenos, a cambio de recibir los cien millones en ellos invertidos.

De cualquier modo son cien millones, siguen siendo mucho y sería difícil suponer que Tagle acepte menos, los empresarios serán todo lo que usted quiera menos damas de la caridad. No dejan ni un centavo, literal, sobre la mesa.

Los detalles del “resarcimiento del daño” son los que generan curiosidad ¿Cómo resolverlo para dejar satisfecho a Corral con los terrenos de vuelta, en libertad a Garfio y recuperado el dinero de Tagle? Esa debió ser una negociación que probablemente cruzó fronteras. Más temprano que tarde se desvelarán los acuerdos bajo la mesa, por ahora lo importante es que Garfio recupera su libertad, la inhabilitación sale sobrando, es de suponer.

Es increíble como alguien que ha hecho su carrera política basada en el histrionismo mediático, tenga tanta dificultad para interpretar correctamente el momento de angustia colectiva y enfado social que vive la gente en las comunidades asoladas por las bandas criminales y actuar en consecuencia.

En Palacio tardaron meses para reconocer la existencia de un gravísimo problema en razón de la violencia incontenida. Primero lo minimizaron con aquel estribillo de que la prensa vendida antes ocultaban los muertos y ahora exageraba; después agotaron las explicaciones con eso de que son carteles en pugna que buscan afianzar sus territorios; luego responsabilizaron a la Policía Federal y al Ejército por no intervenir, reconociendo que la Policía Estatal está superada.

Ahora, cuando las encuestas los previenen sobre un creciente descrédito del gobierno, Javier Corral hace un ridículo recorrido por las zonas de conflicto. Así, como si se tratase de un desastre natural, el mandatario acude en auxilio de los damnificados y ofrece apoyarlos -¿les llevó despensas y cemento?- en todas sus necesidades. ¡Que venga cuando truenan las coconitas! Dirán los vecinos de esas comunidades asoladas por los grupos armados.

Están como Peña y la crisis de Ayotzinapa, no entienden que no entienden. La gente sólo quiere paz, que los dejen trabajar para llevar el pan a su mesa. Saben que los gobernantes los visitan un par de horas envueltos en el insultante aparato que ordinariamente los rodea y al otro día ellos quedan a merced de las pandillas que controlan esos poblados.

A menos que la estrategia sea convertir los escenarios de guerra en destino turístico, entonces estaría perfectamente justificado que Javier Corral y el Fiscal Peniche pongan el ejemplo: Vengan a Gómez Farías, donde mataron a treinta; pasen por el corredor de la muerte y verán la sangre derramada en banquetas y las camionetas como coladeras. En serio, no sean así, ya que no les dan protección por lo menos respétenlos.

En política partidista de lujo, durante la sesión de Consejo Político Nacional del PAN, celebrada el viernes pasado, para definir el método de selección de candidatos, el Comité Directivo Estatal de Chihuahua –en términos prácticos Javier Corral- recibió la facultad de elegir a los candidatos a senadores y diputados federales.

No es gran cosa, nadie quitaría a Corral esa prerrogativa metaestatutaria que los priistas llaman dedazo. Lo importante en esa decisión es lo que piensan hacer con las candidaturas a diputados locales y presidentes municipales ¿Se arrogará el Directivo Estatal la misma facultad?

De que hará la lucha no hay duda, el asunto está en que lo permita el M3 –Maru, Malo y Mario- Ellos quieren conservar las posiciones actuales, especialmente las alcaldías de Chihuahua, Delicias y las diputaciones locales. Pronto llegará esa grilla, es de lo más interesante.

En la arena del PRI empiezan las precampañas internas, Alejandro Domínguez tendrá su informe de actividades el próximo sábado 28. El diputado se soltó el pelo programándolo en el Centro de Convenciones e intenta vestirlo con personalidades de la política nacional. Dicen que lo acompañará, entre otros, César Camacho, coordinador de los diputados federales por el PRI.

Para efectos de grilla interna, Alejandro abre con ese informe su campaña por la presidencia municipal. Hace tiempo quiere la silla de Maru Campos y siente que hoy las condiciones son adecuadas para conseguirla.

Es uno de los probables, quizás el más avanzado y sabe que mientras más visible se haga sus posibilidades avanzan. Sin embargo no es el único en la puja, ahí están también Patricio Martínez, quién se hace del rogar pero bien que lo consume por dentro el gusanito de volver a donde empezó su carrera, y Minerva Castillo, que podría llegar propuesta desde las alturas.

Por lo pronto el que pega primero es Alejandro, falta ver cómo maneja el evento, ahí lo más importante es mostrar músculo político, las figuras que lo arropen.  Del acarreo no hay problema, está garantizado, lo han hecho eficientemente durante años, sólo que ahora deberán invertir un poco más. Nada que no pueda resolverse con una buena torta y un refresco bien helado.