Arturo extraña el ábaco mágico

* Corral en oficio de cabildero

* Replaquear o no replaquear

* Reyes y la mafia de Vialidad

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En estas fechas es cuando Arturo Fuentes Vélez sueña con un ábaco igual al que tenía Jaime Herrera, eficiente secretario de Hacienda durante la corrupción duartista, que tuvo la capacidad de sacar dinero hasta de las rocas más endurecidas.

Era un ábaco mágico, pues sumaba en automático y sólo accedía a restar cuando el hoy ex gobernador en fuga necesitaba patrocinar campañas políticas en cualquier parte del país o hacerse de nuevas propiedades, como dicen las leyendas urbanas que persigue Maclovio Murillo en las carpetas de investigación.

Si Fuentes Vélez consiguiese un ábaco así resolvería los apuros financieros de la administración, sin necesidad de renegociar deudas enviando el problema a 20 años ni vender activos en segundas vueltas, como las aeronaves que pondrán por segunda vez a remate.

Pero hay que mostrar talento e ingenio para usarlo con eficiencia, Jaime lo manejaba con destreza de malabarista chino, lo que no se observa en un voluntarioso pero inseguro Fuentes Vélez, pues ha tenido dificultades hasta para refinanciar la deuda, no se diga conseguir derechos y aprovechamientos estatales sin que los contribuyentes vuelvan contra el Nuevo Amanecer.

El ábaco viene a cuento por los momentos de coyuntura que vive el Gobierno del Estado, en cuanto al presupuesto a ejercer el año próximo. Ayer Javier Corral hizo una escala en la Cámara de diputados esperando que la fracción del PAN intervenga a favor de Chihuahua, al momento de la distribución.

Hoy esos cabildeos son una tarea noble pero ingrata; el gobierno del estado se encuentra en la peor de las circunstancias para conseguir un trato amigo, ya no se diga preferencial como ha reclamado Javier Corral.

Primero la política, el año que viene es la madre de todas las batallas, ni un centavo fuera del convenido en el Pacto de Coordinación fiscal saldrá de Hacienda hacia los gobiernos de oposición. Segundo los desastres naturales, la Ciudad de México, Oaxaca, Chiapas, Morelos y los otros estados que sufrieron por los terremotos llevan prioridad. Tercero el activismo político-electoral del gobernador, mientras lo vean como posible competidor más subirán la canasta. Así funciona la distribución de los dineros públicos en México, sigue manejándose por intereses políticos.

Y cuarto, los subejercicios. El inciso va en punto y aparte con respecto a los anteriores, por tratarse de un asunto de eficiencia administrativa atribuible de manera directa a los secretarios del gobierno estatal, quienes habrían sido incapaces de aplicar todos los recursos asignados.

Cualquiera en el sector público sabe que debe “gastar” en su totalidad el presupuesto asignado pues si hacen “ahorros” o, por la rigurosa normatividad, no pueden ejercerlo, Hacienda lo recoge sin más y eso causaría una penalización para el siguiente ejercicio.

Tiene un doble impacto; el inmediato por no invertirlo y el secundario, cuando les descuentan en el siguiente ejercicio. Es la ley y Hacienda para eso esta muy atenta y solícita.

Diversas voces, entre ellas la diputada Adriana Fuentes, hablan de un subejercicio superior a los 1,500 millones de pesos. Es una cantidad enorme tratándose de un presupuesto deficitario por tres mil millones e insolvente hasta para los asuntos más urgentes, ya no se diga para obra pública.

¿Hay o no subejercicios? ¿El gobierno regresará o no dinero por que sus funcionarios desconocen los procedimientos de aplicación? Sería un crimen que dejen ir dinero ya radicado en Chihuahua, sólo por impericia administrativa.

Hablan de subejercicios en la Salud, Comunicación Social, Obras Públicas, Desarrollo Rural. Ahora, si la información es falsa y esas fuentes sueltan los borregos con ánimos de mortificar, que mejor oportunidad para desmentirlos que ahora.

En el mismo contexto está el replaqueo. Sería de provecho que la Secretaría de Hacienda definiese enfáticamente y sin titubeos, si va por un nuevo replaqueo, uno de los instrumentos recaudatorios del pasado corrupto, o son toritos especulativos con fines de polemizar.

Guillermo Lujan, alto funcionario de Hacienda, dejó muy en claro que ese tipo de medidas son francamente recaudatorias y sugirió que no pasan de un rumor. Pero no desmintió categóricamente la información que un día antes trascendió en el Congreso del Estado.

Luján es director de Egresos y hablaba en terrenos de la dirección de Ingresos, oficina donde preparan el proyecto de presupuesto para el próximo ejercicio fiscal, cuyo titular ha guardado silencio, al respecto ¿Otro golpe por la vía más fácil? Ojalá no, el crédito social ganado durante la pasada elección lo pierden rápido.

Positivos esfuerzos los de Carlos Reyes por contener la corrupción en Vialidad. Dotar de cámaras de video en las solapas de los agentes y obligarlos a filmar cada una de sus acciones es un paso importante.

Sin embargo deben poner reglas claras para proteger al ciudadano, pues también se presta como instrumento de chantaje para los conductores que tengan la mala fortuna de ser detenidos en condiciones inconvenientes.

Imagine el archivo que tendrá a su disposición el Dhiac de Carlos Reyes, con 400 cámaras de video trabajando a su servicio las 24 horas del día. Miren, cayó fulanito; vean a menganito con su amiga a media noche, pásamelo para el archivo negro. Esas cosas suceden, más en alguien cuya formación se ha dado en una cofradía de extrema derecha.

Pero en fin, bien regulado podría ser un disuasivo importante contra la mafia de los comandantes, que durante años toman las calles y avenidas estratégicas de la ciudad como cotos de extorsión.

Para mostrar que va en serio, debería poner fin a los retenes ilegales y extorsionadores, así como retirar a las brigadas de los centros de diversión, donde los “clientes” están garantizados. Quejas sobran y Carlos Reyes lo sabe.

La DEA no perdona, Caro Quintero es ahora un anciano que pasó casi 30 años en prisión por el asesinato del agente Camarena, y ahora la arrogante agencia estadounidense intenta hacerlo pasar por “capo de todos los capos”.

Quisiera verlo morir en prisión. Si con la misma dureza tratasen a todos los traficantes de enervantes, no había nadie dedicado a esa ilegal actividad.