¿Llega Duarte a los buñuelos?

* Sepúlveda, ni como defenderlo

* Issa, que no llegó por la Ley Issa

* Alejandra, pudo más el interés

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Otra vez las apuestas, pasó sin dificultad sus primeras fiestas Navideñas en calidad de “ex” en fuga, extendió su libertad hasta concluidas las elecciones del presente año ¿Llegará César Duarte a los buñuelos en este 2017?

Las especulaciones sobre la “inminencia” de su detención están de vuelta, otra vez estimuladas por declaraciones del gobernador Javier Corral. Asegura que, concluida la integración del expediente para extraditarlo, es sólo cuestión de días a fin de que la PGR presente la solicitud formal al gobierno de Trump.

Más bien parecen deseos de Corral que realidad, la libertad de Duarte nada tiene que ver con traducciones legales ni equiparación de los delitos, se debe –y el gobernador lo sabe- a una decisión política de Peña Nieto. Por alguna razón el presidente puso a Javier Duarte y a Roberto Borges como sus prioridades en el combate a la corrupción, protegiendo al Duarte de Chihuahua.

Nada menos ayer, al ver que no tenían más opciones, los abogados de Borges, exgobernador de Quintana Roo detenido en Panamá, informaron que su cliente se allanará a la extradición y por lo tanto no interpondrá más recursos para posponerla.

En cambio el Duarte local sigue invirtiendo miles de dólares diarios –los abogados en Estados Unidos cobran por hora y los buenos son muy caros- a fin de conseguir la ciudadanía de aquel país o la manera legal de quedarse allá en cualquier condición. Hasta de testigo protegido es bueno con tal de no darle gusto a Corral.

Las apuestas, en consecuencia, quedan nuevamente abiertas ¿Llega o no César Duarte a los buñuelos?  reportaré puntualmente la evolución de los momios, por ahora es suficiente con decir que parten tablas.

El escándalo de los magistrados pudiese convertirse en un batido a múltiples manos, sin embargo todo apunta a que Gabriel Sepúlveda no tiene asidero legal para defenderse, está confirmado que él personalmente presentó al Pleno la moción para votar, con carácter de urgencia, la instalación de la bóveda digital que hoy lo trae litigando en juzgados federales.

Ese asunto es viejo, trascendió hace más de un año como muchos otros de la pasada administración, que lo saquen ahora es por que Luz Estela Castro, absoluta en el Consejo de la Judicatura, recibió la orden de reventarlo en acatamiento a los cálculos del Nuevo Amanecer sobre los maxijuicios. Los administran por nota en paralelo a las fechas electorales.

Ese tema es de los más vergonzoso para el sistema judicial de Chihuahua, pero sólo representa otra mancha al tigre. El Tribunal como tal permanece en disputas judiciales desde que César Duarte pisoteó a bien formados magistrados de carrera, obligándoles a renunciar para dar paso a compadres, amigos y compromisos políticos, en aquel patético episodio de la “oxigenación”.

Así llegaron a magistrados personajes sin carrera ni preparación suficiente, entre ellos Jorge Ramírez y Gabriel Sepúlveda, que en su vida jamás soñaron con alcanzar tamaña responsabilidad, mismos que ahora se dicen perseguidos. Desde luego que hay consigna contra ellos, pero como decía Artemio Iglesias, “a puñaladas iguales llorar es cobardía”.

Desde la oxigenación, al interior del Tribunal todo ha sido controversias constitucionales, juicios de amparo, demandas de unos contra otros, deposición de presidentes, persecuciones. Es de dudar que haya otro Poder Judicial más inestable que el de Chihuahua.

Si en el curso de los cuatro años que restan no dejan destrabados legalmente todos los casos abiertos –El doblemente depuesto Sepúlveda todavía tiene un proceso vigente para regresar a la presidencia- en la próxima administración crearán un Consejo cuya tarea principal sería ocuparse de las actuaciones del presente Consejo.

Son interminables vendetas que, por el nivel de rijosidad, parecen de antiguas y orgullosas familias incapaces de perdonar afrentas de sus antepasados. Imposible más batidero, diseñen una ruta para solucionar cada caso y por el bien de la justicia, en nombre de la cual dicen actuar, pongan orden en ese vapuleado Tribunal.

De ninguna manera llegué por la llamada “Ley Issa” ¿Quién dijo lo anterior? El médico Jorge Issa, desde ayer Director Administrativo del Congreso local. Como se hacen bolas, pues claro que no llegó por esa ley, sino por la voluntad del gobernador para reformarla a modo y la obsequiosidad de los diputados en aprobar el despropósito legislativo.

A petición de Javier Corral los diputados del PAN y quienes les hacen testera en el Congreso –Morena, PES, PRD y Movimiento Ciudadano- dieron al traste con los avances legales en materia de “profesionalización en el servicio público” para permitir que un médico de profesión se hiciese cargo de las finanzas de la Legislatura.

Es una realidad que refleja el mando absoluto con que Javier Corral se conduce en los otros poderes del Estado. Primero impuso en la Auditoria Superior al “oso” Armando Valenzuela sobre en panista de prestigio como Nacho Rodríguez, cuyo único pecado era pertenecer al entonces M4, el grupo político opositor a Palacio.

Después retuerce las leyes, contraviniendo una tradición del mismo PAN, a fin de nombrar a un doctor de profesión en la Dirección Administrativa del Congreso ¿Qué sigue? Lo que se sea, se le ocurre pedirle a Miguel Latorre que renuncie y lo presiona hasta reventarlo.

¡Que manera tan burda se exhiben! Si tanto compromiso tienen con el galeno deliciense,  porque no entregarle un cargo en apego a su profesión o bien donde no necesite reformar leyes de avanzada en las que ellos mismos han sido actores preponderantes. Es de pena ajena, no por Issa, la culpa no la tiene el indio, sino quien lo hace compadre.

Si algún dato faltaba para confirmar la candidatura de Alejandra de la Vega a la presidencia municipal de Ciudad Juárez, lo proporcionó ayer mismo Javier Corral, al decir que respetaría su decisión de contender, en caso de que así lo tenga previsto.

Se acomodan los candidatos en la frontera; falta que el PRI postule a Adriana Fuentes y Morena elija a su Juanito(a), pues en Juárez el escenario electoral está pintado a cuartos y en esa tesitura cualquiera puede ganar.

Un apunte marginal a manera de pregunta: si el PAN presenta en Juárez de candidata a una mujer ¿Obligadamente en Chihuahua debe postular a un varón? Como se dijo, es pregunta por aquello de la equidad transversal de género.