Diciembre del 2019, el brindis

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Contra todo pronóstico de aquellos que nos juzgaron locos, de quienes restaron importancia a nuestra lucha e intentaron boicotearnos, hemos llegado al brindis de este 2018 con la satisfacción del deber cumplido. Dos años y dos meses llevamos presionando para romper el pacto de impunidad que permitió a una camarilla de sátrapas realizar el mayor saqueó a las finanzas estatales que Chihuahua haya visto.

Este año será recordado por los chihuahuenses como uno de los mejores en la historia, sin más armas que nuestra voluntad inquebrantable y el apoyo sincero de quienes nos acompañaron en la difícil tarea, de aquellos que unieron su voz a éste movimiento y nos dieron aliento, hoy puedo decir satisfecho que César Duarte pasará su primera Navidad en prisión.

Como ustedes saben, la Operación Justicia Para Chihuahua consiguió extraditar al vulgar ladrón para que responda por diez causas penales y desde el 15 de julio pasado está detenido en la penitenciaría estatal. Ahí espera una sentencia condenatoria por que no puede recibir menos el que abusó de los chihuahuenses.

Fueron días, semanas y meses de constante exigencia pero el trabajo ha dado resultados, con César Duarte y Alejandro Gutiérrez detenidos y libradas tres órdenes de aprehensión contra el intocable Manlio Fabio Beltrones, la Operación Justicia para Chihuahua está satisfactoriamente concluida.

La tarea continúa, también éste año sacamos al viejo y corrupto PRI de los Pinos, pero con tristeza observo como Ricardo Anaya traicionó los ideales del Frente, pisoteando la confianza que le dimos millones de mexicanos y hoy se hace el disimulado en el combate a la corrupción.

Frente a esa omisión gravísima me he propuesto encabezar el movimiento más ambicioso que ningún mexicano, desde la Revolución, se ha echado a cuestas: vamos por la dignidad de los mexicanos y el estoque final a ese pacto de corrupción que sigue siendo, por desgracia, el mayor cáncer de la política mexicana.

Como bien lo sabemos, en esta batalla estamos solos, nuestras únicas armas son las ideas, no tenemos otras ni las hay mejores. A partir de ahora pospongo mi militancia partidista para exigir al gobierno de Anaya que libere las ordenes de aprehensión contra Peña Nieto y sus cómplices. El infame ladrón salió del país pretendiendo burlar a la justicia mexicana, pero igual que sucedió con Duarte, llegará un momento en que no pueda seguir huyendo.

Este movimiento de ciudadanos y ciudadanas libres y comprometidos con la dignidad y la soberanía del pueblo mexicano, se mantendrá activo en cada plaza, cada pueblo y cada corazón que le sea abierto, hasta que Peña sea presentado ante los tribunales.

Desde Chihuahua, donde se fortalece y crece la segunda Revolución, le digo a Ricardo Anaya que no vamos a permitir que…

Brindemos por la segunda Revolución

Brindemos por un México libre de corruptos

Brindemos por la dignidad y la soberanía de México

Saludos compañeros.

Este discurso de ficción que arbitrariamente atribuyo a Javier Corral, imaginándolo triunfador al cierre del año y brindando feliz por la detención de Duarte, en el salón rojo de Palacio, mientras desafía al nuevo presidente, intenta explicar el punto y seguido en el proyecto que se ha trazado el gobernador a fin de ponerse a la cabeza del movimiento opositor en las próximas décadas.

Estoy convencido que Corral mantendrá vigente la segunda Revolución y lo hará basado en ideales de la mayor abstracción como la dignificación del pueblo mexicano y el combate al pacto de impunidad, acompañados de un discurso cuyo fin es despertar a los adormecidos mexicanos. No está en la dinámica de soluciones, sino en la de generar problemas que justifiquen su movimiento.

Se mantendrá activo hasta pasadas las elecciones y con independencia de quién gane lo extenderá durante el próximo gobierno, haciéndolo centro de su actuar político dentro y fuera de Chihuahua. De la rueda de prensa al mitin de la plaza, del mitin a la caravana, de la caravana al plantón en el Zócalo y vuelta a empezar. La campaña permanente.

Sinceramente pienso también que César Duarte caerá tarde o temprano, quizás lo entreguen pasado el proceso electoral, pero luce improbable que pase una navidad más fuera de prisión, es sólo cuestión de tiempo para que caiga y cuando lo haga será un impulso enorme al movimiento de Corral.

Ahora, si la detención coincide con el PAN refrendando los triunfos del 2016; alcaldías, congresos y ahora con el añadido de que recupera diputaciones federales y gana las senadurías, Javier Corral se convertiría en uno de los gobernadores más fuertes del país.

Y si por alguna de esas extrañas jugadas electorales Ricardo Anaya consigue adelantarse y ganar la elección presidencial, difícilmente será el gobernador cómodo al presidente de su partido. Lo veo más bien en calidad de opositor interno, a la primera oportunidad rompería con el presidente porque no sabe crecer en la institucionalidad. Necesita los reflectores y la adrenalina de la rebeldía.

En caso de que López Obrador consiga mantener la ventaja y hace buena la tercera, pues el espacio vacío del gran opositor queda abierto para el más audaz. No se diga si se produce el milagro de las urnas y José Antonio Meade gana. Con mayor razón se cuelga la camiseta opositora.

¿Demasiado futurismo? Desde luego, apenas corren las precampañas, mucha agua pasará bajo el puente antes del uno de julio. Sin embargo es hacia donde nos hace voltear el gobernador rebelde, hoy que deberíamos discutir el curso de las campañas o la designación de los candidatos del PRI, estamos inmersos en el comentario de la caravana y sus consecuencias. Ocupa el espacio que corresponde a los candidatos.

Es la realidad, mientras el país transita sobre un proceso electoral constitucional, regulado por las instituciones, con tres candidatos fuertes claramente identificados que podrían ganar, Corral despliega un activismo paralelo fuera del marco legal, recreado en conceptos cuyo fin es “despertar la conciencia ciudadana” al que llama “movimiento más grande que todos los partidos políticos juntos”, “segunda Revolución”.

Eso confirma que su elección política está fuera de los tiempos electorales y corre al margen de la Constitución. Los tiempos son sus tiempos, no los de Chihuahua, ni los de Anaya o el PAN. Son los tiempos elegidos por él para insertar su movimiento en la política nacional y tomar parte de un cambio que juzga inminente.

Ha medido bien el malestar social, es el que mejor lo ha leído entre todos los actores de la vida nacional, a excepción de López Obrador. Entiende y siente el malestar generalizado contra la clase gobernante, sabe que la gente tiene aborrecidos a los políticos con independencia al partido que pertenezcan.

El PRI está a la cabeza del generalizado desprestigio, pero a un lado está colocado el PAN y al otro el PRD, sin mencionar a los corrompidos nanopartidos, cuyo propósito es hacer negocio fácil con la política.

Está en lo cierto, los mexicanos estamos hartos de la corrupción gobernante, de los duartes, de los borges, de los medinas, de los peñas, de los anayas, de los padrés, de los marcelos, de los bejaranos. La política es un asco, siempre lo ha sido sólo que ahora quedan expuestas sus inmundicias por la velocidad y oportunidad con que actúan las redes sociales.

Es una pena que Javier Corral tenga tan despierta su sensibilidad para interpretar correctamente el sentir ciudadano y aletargado su sentido de compromiso cuando se trata de gobierno. Entiende que debe hacer algo, pero no sabe cómo ni exactamente qué.

En esa parte está perdido, de la misma manera en que imagino su discurso triunfalista al final del año, hago un ejercicio prospectivo sobre las noticias que destacarán los medios y encuentro con horror que estarán teñidas de rojo, por el crecimiento de la violencia, cero obra pública, exigencias de mayores recursos, pues el déficit financiero será mayor en lugar de disminuir y los prestamos a corto plazo ya no serán suficientes para salir del paso.

Ahí radica su enorme debilidad, Chihuahua no está en condiciones de aguantar a un gobernador en activismo perpetuo, mientras los problemas del estado crecen y se magnifican. Quisiera aplaudir su entusiasmo por combatir la impunidad pero no puedo, no cuando deja tirados los asuntos que interesan a la sociedad.

Lo eligieron para gobernar, nadie le entregó una carta autorizándolo a abandonar al estado para hacer campaña política.