*Retos y desafíos de Patricio

* El corre ve y dile de Duarte

* ¿Hortensia al senado?

* La Revolución burguesa

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Nada más los despistados quedaron sorprendidos con la designación de Patricio Martínez a candidato del PRI por la capital. Siempre fue el favorito del CDE, el delegado de modales rupestres, Fernando Moreno Peña, le hizo la precampaña hasta cuando ya estaba fuera de Chihuahua y en el CEN lo veían como el mejor plantado para conseguir votos.

Lagartón como lo es y puesto en esa posición de privilegio, Patricio se hacía el interesante dejando de responder hasta llamadas de Omar Bazán y el propio delegado que tanto lo impulsaba. Pero en los últimos eventos del PRI asistió con entusiasmo, señal del interés en competir.

Una vez palomeado tiene retos y desafíos importantes dentro y fuera de su partido. El primero es el mismo de todos los candidatos del PRI, desde José Antonio Meade hasta el último regidor de Huejotitán; el enorme desprestigio del PRI y del gobierno de Peña por causa de la corrupción.

La herencia que dejaron los tres gobernadores que Peña puso como ejemplo del nuevo PRI –los duartes y Borge- representa una losa más pesada que la roca cargada por el Pípila y que se sepa ninguno de los candidatos es minero para cargarla sobre sus delicadas espaldas.

La corrupción es el mayor obstáculo para cualquiera que compita con sus siglas, pero el caso particular del senador es desafiante por motivos propios. Omar Bazán o quién tome las decisiones en el PRI marginó del reparto a importantes operadores de Chihuahua, básicamente a Marco Quezada, Alejandro Domínguez, Maurilio Ochoa, Miguel Ángel González, Eloy García y otros que conocen bien al priismo de la capital.

Sin ellos la campaña en tierra se complica y peor si deciden jugar las contras, Alejandro ya dijo que dos partidos lo pretenden, Marco no moverá un dedo por Patricio, Maurilio menos y Miguel se refugió, decepcionado de su partido, en la lucha libra.

Dirán que no sirven para nada, que pierden todas las elecciones, pero eso será solo pecado de soberbia, la verdad es que los necesitaban en estos momentos, pues además el senador carece de un equipo electoral propio que haga ese trabajo.

Y un tercer reto está en su virtual adversaria, Maru Campos. No hay secretos en la amistad que une a José Antonio Meade con la edil del PAN, pero no es sólo eso, se trata de un grupo de amigos que han ido juntos en diversos proyectos y Maru es uno de ellos. ¿Romperá Patricio esa sólida relación?

Desde luego tiene ventajas competitivas, es un hombre inteligente que sabe llegar a la gente, entiende el momento de irritación social con su partido y cuando se decide suele ir a fondo. Será un adversario que genere expectativas de triunfo.

Otra de sus fortalezas son los amigos adinerados. No es famoso por su desprendimiento económico, pero si sabe conseguir dinero de sus apoyadores para la campaña. Ahí están José Luis García, Gasy Moisés, el mismo Alejandro Cano, Ramiro Alvídrez, Víctor Anchondo, por citar algunos de los más comprometidos.

Si Patricio quiere romper la enorme ventaja que tiene Maru Campos –en todas las encuestas sale muy arriba- necesitará hacer una campaña diferente, alejada del PRI tradicional, valiente  y creativa ¿Tiene, a su edad, el impulso de hacerlo? Es interesante conocer su respuesta en los hechos, más que la alcaldía por la cual obviamente muere, va en juego su honra.

Para quienes pensaban que Cesar Daurte estaba políticamente muerto, ya supieron que no. El PRI es un partido masoquista, disfruta sufrir y en Juárez postuló de candidata a la Presidencia Municipal a Adriana Terrazas, representando a lo peor del duartismo y su legendaria corrupción ¿Cómo toma el PRI esas decisiones siendo que son las que lo traen como partido indigente?.

Sencillo, los tlatoanis siguen obrando en la cúpula de la misma manera en que lo han hecho durante décadas. Para que Adriana haya conseguido la candidatura fue necesario que interviniese Emilio Gamboa, uno de los personajes más siniestros del sistema político mexicano y cómplice de Duarte, pues los unen complejas y sospechosas relaciones políticas y económicas. Entre mafiosos los compromisos se mantienen hasta en prisión o cuando uno de los cómplices está huyendo.

En medio de esa relación está Enrique Serrano, el candidato perdedor frente a Corral, quién oficia de “corre ve y dile” entre Duarte y Gamboa. Desde un principio pidió la intervención de Gamboa ante el CEN para que le fuese entregada a él la senaduría, una diputación federal para un tal Eloy de Juárez y la Presidencia Municipal para Adriana. No conseguirá, obviamente, todo lo que busca pero ya tienen la candidatura más importante.

Rescatando al duarismo le dieron la puntilla al PRI en Juárez y afianzan la victoria del independiente Armando Cabada, dado que el PAN está en las mismas -Alejandra de la Vega les ha dicho mil veces que no- y a los morenistas difícilmente les alcanzará, menos con la desconocida candidata al senado que presentaron.

Faltan los candidatos a senadores y diputados federales, que por lo visto se elegirán de la misma manera. En ese tironeo están metidos hasta los codos dos de los personajes más encumbrados del PRI local; Graciela Ortiz y Reyes Baeza. Pero sobre ellos hablaremos luego, los tiempos están próximos.

En el PAN, firmada la alianza con PRD y Movimiento Ciudadano, crece la posibilidad de que Hortensia Aragón acompañe a Gustavo Madero en segunda fórmula al senado.

Tampoco son la gran cosa, si Reyes va de primero y se decide a realizar una buena campaña, en una de esas les borra la sonrisa. Ni Gustavo ni Hortensia saben hacer campaña, en corto son fenomenales, pero ninguno hace clic con la gente.

Muy aburgesada la segunda Revolución que Javier Corral encabeza, nada que ver con aquella movilización social que la inspira, los fenómenos social de los ochentas. Manifestarse desde el poder será siempre más sencillo, pero también menos efectivo, son expresiones impostadas. A esa marcha le sobra apoyo oficial y le falta sentir y convicción ciudadana, pero cumple con los propósitos de Corral, mantener vigencia durante el proceso electoral.