Se agotó el tiempo, a más tardar hoy en la noche el PRI define a sus candidatos a diputados federales y senadores, quienes planchados o no se registran mañana, según los términos de la convocatoria.
Los priistas se despedazan entre si, practican el juego de todos pierden, imposible no asociar su conducta con la fábula del escorpión y la rana, está ampliamente difundida así que la doy por obvia.
El dato más interesante que trascendió, en ésta campaña del golpeteo, es que Patricio Martínez habría condicionado su participación por la Presidencia Municipal a que frenen la candidatura de Reyes al senado.
Como la ve, es lo que dicen en la Ciudad de México ¿Será capaz el precandidato priista de comprometer su proyecto con tal de ver relegado al director general del ISSSTE? De eso y más, dijeron en la mesa del Gerónimos.
Y si hay más, también quiere retirar de Fermín Ordoñez de la candidatura a síndico, poner todos los regidores y los candidatos a diputados locales. Lo de siempre, se la hizo a Omar Bazán, renegó de Ramos Becerra, es su modus operandi, sólo que ahora los escenarios son muy diferentes, el PRI va de perdido.
Las especulaciones terminan hoy, si Reyes logra imponerse al fuego amigo iría de primero en la fórmula de senadores, acompañado de alguna mujer de Juárez que no necesariamente sería Georgina Zapata, pues resulta que ahora todos le hacen el feo a la segunda posición.
Si por el contrario, los chantajes de la CTM y de Patricio prosperan y bajan a Reyes, lo que sería un error que podría lamentar Meade, Georgina iría de primera acompañada con alguno de los diputados federales más aventurados.
El primero en el que han pensado es Alejandro Domínguez, pero el diputado tampoco quiere ser plato de segunda mesa. Si realmente lo proponen y decide dar un paso de costado, en el CDE piensan que Tony Meléndez podría hacer buena mancuerna con la hija de Doroteo.
Cómo ha sufrido el PRI para conciliar las candidaturas, le resulta un martirio acomodar incluso las menos importantes. Esto tiene que ver con la falta de un tlatoani que los apacigue y las pocas expectativas que ellos mismos tienen en el triunfo de Meade. Difícil gobernarlos sin zanahoria ni garrote.
Mire usted, en Juárez todavía discuten si aceptan a Teto Murguía y a Lilia Merodio, dos perfiles desprestigiados del duartismo, para que vayan de candidatos a diputados federales. Y desde luego está presente el factor Serrano, al que siguen viendo como parte de los negociadores, a pesar de ser quién empinó al PRI en la peor derrota de su historia. Están hechos garras.
Graciela Ortiz estaría segura en el distrito noveno, con cabecera en Parral. Nada taruga la senadora, que por cierto ya presentó su solicitud de licencia, imposibilitada por estatutos para realizar el salto mortal de pluri a pluri, se agencia el distrito más cómodo de los nueve federales en Chihuahua.
De ahí en mas todo es un volado, pues en esta sopa meten la mano Emilio Gamboa, Osorio Chong, Beltrones, Enrique Ochoa, José Ramón Martell y aunque usted no lo crea César Duarte. Es un manojo irreconciliable de intereses que la están haciendo aguada.
Con razón Omar Bazán se apunto de primero en la única posición cien por ciento segura que tiene el PRI, el número uno en la lista de candidatos plurinominales a diputados locales.
Hará bien, en lo que los tiburones se despedazan unos a otros Omar dijo esta es mía, miíta y nada más que miíta. Quizás se visualiza emergiendo como el priista de más alto rango, tras una eventual derrota catastrófica para éste partido. Pero así son, prefieren acabarse a mordidas entre ellos antes de avenirse a una tregua que les de viabilidad electoral. Morena y el PAN mueren de risa, atizándole al fuego desde fuera.
Las negociaciones entre la Secretaría de Gobernación y el gobierno estatal llegaron al punto más importante. Según información recibida discuten con fiereza para ver quién se lleva la gloria de apresar y juzgar a César Duarte, al que todos dan por detenido.
Una observación de sentido común es que primero necesitan tener la liebre y después pensar con qué especias sazonan el caldo. Ahora está claro que cierran el cerco en torno a Duarte, pero el ex tiene vastos recursos económicos para pagar a los mejores abogados de Estados Unidos, a efecto de complicar los pedidos de extradición presentados por la PGR.
Pero suponiendo que sus días en libertad estén contados, lo que muchos afirman, será difícil que lo entreguen a Javier Corral como trofeo de guerra, pues de otro modo la Fepade jamás habría atraído el caso, así sea exclusivamente por el delito de peculado.
Para los de sensibilidad exquisita, esos que se creen señoritas, ese sería el punto de mayor jaloneo y sobre el cual pactan cada nuevo movimiento. Si Corral quiere recibir buen trato de la Federación tendrá que moderar su activismo político, bajarle dos rayitas a la diatriba y encontrar una salida a la marcha.
Así como en Chihuahua no aceptan menos que la extradición del fugado y la restitución de los recursos retenidos por Hacienda, en el Gobierno de Peña no permitirán que les bailen el zapateado en plena campaña política. Ya tuvieron suficiente con los primeros aspavientos.
Las leyendas urbanas en torno a las doce mil vacas neozelandesas y australianas que se habría robado César Duarte, según trascendió cuando dieron a conocer aquel programa ganadero de mejoramiento genético, empiezan a tomar categoría de verdad.
Un grupo de ciudadanos nayaritas que integraron la llamada “Comisión de la Verdad”, presentó el pasado 18 de enero una denuncia ante la Fiscalía local, en contra de los exgobernadores de Nayarit y Chihuahua, Roberto Sandoval y César Duarte, por diversos delitos entre ellos peculado, operación con recursos de procedencia ilícita y organización delictuosa.
Según ésta Comisión ambos mandatarios conspiraron para repartir el ganado adquirido con recursos federales. Trágame tierra, por si faltaban elementos contra los dos exmandatarios que durante su época de gloria presumían de ser grandes cuates.
Las malas mañanas se pegan, que también busquen a funcionarios duartistas beneficiados con ese ganado, encontrarían varios que se han mantenido pecho tierra pero bien que se sirvieron de la corrupción.
