*¿Acuerdo macizo o frágil tregua?

* Urge un pacto por la seguridad

* Gremio periodístico bajo fuego

* La degradación de la política

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Por fin una luz de entendimiento entre Peña Nieto y Javier Corral, era necesario para sacar de las calles al gobernador rebelde y con tal de lograrlo cumplieron todas sus exigencias. Satisfechas las dos demandas; garantías de que tomarían en serio la solicitud formal de extraditar a César Duarte y la entrega de los 780, convertidos en el acuerdo a 900 millones de pesos, regateados por Hacienda.

Que trasladan a “la coneja”, Alejandro Gutiérrez, al penal federal de Juárez, teniendo cuidado de respetar sus derechos humanos; que Corral se compromete a no presentar la controversia constitucional; que a Peniche y a los otros fiscales les perdonan la multa por su negligencia; que la Fepade recibirá el expediente para continuar las investigaciones sobre peculado electoral y que a panchita la bolsearon, son sólo menudencias.

En el fondo de todo está que Corral obtiene lo que buscaba, doblar al gobierno de Peña y posicionarse como el gran campeón mexicano contra la corrupción, recuerde que su nueva meta es romper el pacto de impunidad. De pasada humilla a la Secretaría de Hacienda y pone presión sobre Duarte.

Al subestimarlo, por no conocerlo, Peña y en consecuencia el PRI pagaron un precio alto, sin embargo consiguieron ponerlo donde querían. Acabada la marcha dará paso al burocrático y complejo entramado de la justicia, terrenos donde el Gobierno Federal está cómodo ¿Cuánto permanecerá Corral en esa ruta? ¿El pacto del sábado es duradero o se trata de una frágil tregua?

Los hechos hablarán pronto, no obstante es válido suponer que las hostilidades regresarán en cuanto Javier Corral considere que los tiempos le son propicios. Su idea es mantener viva la llave de la oposición hasta la campaña y luego valorar las condiciones que le permitan seguir vigente hasta el 2024. Es su ruta a la Presidencia y la lleva por nota.

Su gran pendiente sigue siendo la falta de gobierno, no se puede repicar y andar en la procesión. Su ausencia se nota en la creciente inseguridad, es de locura la violencia que sucede en Chihuahua y el señor gobernador no tiene el menor comentario, menos la entereza de buscar pactos o presionar con marchas para contenerla. Da la impresión que no está enterado de las atrocidades.

Las ejecuciones masivas están de vuelta; ayer seis muertos en un palenque clandestino, sin contar la violencia habitual en la sierra y regiones del desierto como Jiménez y López y la guerra en Juárez, donde los muertos llegaron a más de mil el año pasado.

Y la más ominosa de las consecuencias, el regreso de las puertas giratorias. Dejar libres a siete presuntos sicarios no es asunto menor, ya los habían detenido pero el Ministerio Público los presentó ante el juez de manera legal deficiente, o bien el juez los soltó por sus pistolas.

Lo que haya sucedió, con independencia de quién tenga la razón el hecho concreto es que por rivalidad entre el Poder Judicial y la Fiscalía están libres siete presuntos homicidas. Y desde luego, siempre están las sospechas de corrupción. El caso es parecido a la espantosa historia de Marisela Escobedo.

Con frecuencia los voceros –en sentido amplio, es decir todo aquel funcionario que habla por el Gobierno Estatal- del Nuevo Amanecer desacreditan al periodismo crítico, asociándolo con Duarte y se valen de expresiones como esas de que “añoran la corrupción del pasado” para desprestigiarlo.

La realidad es que la falta de gobierno ahí está, reflejada en una parálisis de obra, ausencia de desarrollo, creciente déficit financiero y exceso de funcionarios menores que dilapidan irresponsablemente el presupuesto en comidas y viandas, como sucede con Mesta, que el año pasado tiró 1,200 pesos diarios en bares y restaurantes, pues no puede andar con “poquiterías”. A ellos no hay quién los reprenda.

En esta ambiente de linchamiento la prensa independiente está bajo fuego. De las amenazas que hizo a periodistas Maclovio Murillo, contenidas en un audio que cínicamente intenta negar el abogado, no hay noticias de que haya sufrido la menor consecuencia.

Probablemente lo despidan, es uno de los funcionarios desechables, pues con los maxijuicios en curso de negociación política, como lo confirmaron Navarrete Prida y Corral el sábado en la noche, sus servicios son menos importantes. Tampoco sobre esas amenazas se ha pronunciado el gobernador ni su vocero oficial, siendo que el prepotente abogado debería estar sujeto a un proceso legal, dado que hizo amenazas, habló de “chingar” a periodistas. No es asunto menor, con varios periodistas muertos en el presente sexenio.

Y como los malos ejemplos cunden, el alcalde independiente de Juárez también amenazó e intentó golpear a un colega de la frontera. Hay testigos de que Armando Cabada interceptó a un periodista de Televisión y le dijo que se lo “iba a cargar la chingada, amenaza que adosó con florido lenguaje alvaradeño ¿Qué, específicamente, quiere decir con eso de que se lo va a cargar la chingada? ¿Habla de matarlo?.

Es necesario distender el ambiente de encono que existe en Chihuahua, no se puede transitar por la política disparando contra quienes no piensan igual, y los primeros obligados son quienes ocupan cargos públicos. En este caso el gobernador Javier Corral y el edil Armando Cabada.

No pueden llevar hasta el extremo sus fobias, un mínimo de tolerancia les vendría bien, recuerden cuando eran oposición, asumían una actitud sumamente crítica y nadie les decía nada, era su papel. Tolerancia, atempérense, quizás mañana vuelan al papel de opositores y tengan que elevar la voz contra los gobiernos corruptos. Nunca se sabe.

La disfuncionalidad y degradación de la política está en todas partes. En Magdalena de Kino, Sonora, Morena presentó de candidato a la presidencia municipal a un tal Francisco Félix, gasolinero que se hace llamar “el cuate”.

El señor se promociona como el candidato “sin camisa” y así aparece en las fotos, pues se le hace que luce muy bonito mostrando músculo. La trivialización de la política al más alto grado, pero no es lo único, el señor ofrece gasolina a sus simpatizantes, comprando por anticipado el voto a los ojos de los organismos electorales y como si nada. Pobre México, entre políticos cuenta chiles, iluminados de piel exquisita y gobernantes corruptos se lo han acabado.