Nada quedó a la especulación, las usuales acusaciones sobre autorías e ilegalidades perversas están de sobra, la conversación grabada entre una magistrada del Poder Judicial y el Jefe del Ejecutivo, previo a la celebración de un Pleno electivo del Supremo Tribunal de Justicia, constituye evidencia incontrovertible de que Javier Corral es una persona en público y otra en privado.
Ante la sociedad se presenta como el demócrata de sólidos principios que por convicción sincera respeta la autonomía de las instituciones; en privado interviene y gira ordenes para conducir procesos internos que competen a otros poderes. Esa grabación lo desmiente, se conduce con igual o más solvencia que los gobernadores a quienes critica con severidad.
Su problema no es que intervenga en decisiones de fingida soberanía, hacerlo es práctica común entre los mandatarios de cualquier partido, sino que pretenda engañar a los ciudadanos haciéndose pasar por demócrata y respetuoso de las instituciones, cuando en los hechos dispone de ellas a su interés.
Ahí radica el valor de esa grabación, reconocida como legítima por la magistrada Jiménez Carrasco, su diligente y obediente interlocutora, en que lo exhibe como el gobernador autoritario sin reparo en usar los poderes metaconstitucionales. Esa grabación es evidencia traidora al Javier demócrata.
El Poder Judicial recibió la filtración en el peor momento, justo cuando transita sobre un proceso para renovar o ratificar la mitad de los jueces en la entidad, alrededor de 57.
Es un asunto de la mayor importancia, se trata de renovar al primer escalón en la administración de la justicia local, la columna vertebral del Poder Judicial a cuyas sentencias están sujetos todos los habitantes del estado.
¿Cómo aceptar, con esas evidencias, que el gobernador Corral tiene las manos fuera de la designación y encima está la presencia de Luz Estela Castro, consejera de la Judicatura que presume sin recato hablar en su nombre?
En despachos de abogados y oficinas de la Ciudad Judicial se comenta que Luz Estela Castro acudió, sin testigos, a la Universidad Iberoamericana para recoger la USB que contenía el examen y que al llegar a Chihuahua montó un aparato de custodia para “garantizar” su inviolabilidad.
De ser cierto, como aseguran, que durante varias horas sólo ella tuvo acceso al documento ¿Por qué confiar en su discreción siendo una mujer con fama pública de actuar en la ilegalidad durante décadas y conocidos antecedentes de que ha combatido con violencia y vejaciones sentencias judiciales?
El proceso de selección está en marcha, no hay por tanto pruebas de que Corral o Lucha hayan elegido a sus favoritos, como se dijo son sospechas. Pero siendo un asunto de la mayor importancia para la justicia en Chihuahua, es obligación del Pleno y de su presidente, Pablo Héctor González Villalobos, transparentarlo y eliminar toda duda.
Ya que han decidido regularizar la inadmisible condición de los interinatos, envíen una señal positiva a los ciudadanos transparentando el proceso desde sus inicios. El pedido no es ocioso, también hablan de que 50 de los 57 jueces interinos sujetos a ratificación, reprobaron el examen y en consecuencia están fuera. Es una clara barredora generalizada para despejar espacios.
¿Es falsa la información, mala intención de fuentes desautorizadas, injurias contra el gobierno de Corral? Cualquier motivación perversa, con fines golpeadores, se despeja si en lugar de transitar en la opacidad transparenta el proceso. Elemental.
Pablo Héctor es un magistrado de prestigio, reconocido dentro y fuera de Chihuahua, que además tiene el activo de llegar a la presidencia del Pleno por unanimidad de votos, lo que hacía diez años no sucedía en Chihuahua.
Puede y debe aprovechar esa fortaleza para frenar el impaciente activismo de una consejera cuestionada socialmente, y evitar que sigan batiendo la credibilidad de la Institución.
Duarte hizo demasiado daño con la oxigenación, no sigan el mal ejemplo. Duarte y el gobernador actual han tenido al Poder Judicial en perpetua crisis los últimos años, merece que depongan sus intereses y abran paso al derecho y al sentido común ¿Es tan difícil poner los intereses de Chihuahua por encima cualquier otro?
Piensen en su legado, no en los próximos tres años.
En asuntos de justicia hay más, desde ayer corren las 72 horas otorgadas por la Corte, para que el gobierno local entregue a la justicia federal al interno más famoso de San Guillermo, Alejandro Gutiérrez.
Con tal de retenerlo en el fuero local los asesores de gobierno han hecho uso excesivo de su imaginación para las chicanas, sabiendo que legalmente están derrotados. No hay más espacio, lo entregan en el plazo dispuesto o habrá consecuencias legales para quién la Corte estime responsable de desacato.
¿Sobre quién se iría? Es fácil suponer que el director del penal será la primera víctima en la cadena de mando. Ya le han impuesto dos multas a manera de recursos de apremio, la tercera vendrán por él y en lugar de custodio será compañía de la Coneja.
La semana próxima, según los enterados en el gremio de la Litis y la chicana, se desatan los diablos. Hay nanita, todos pecho tierra, la redada está por empezar.
René Juárez, presidente del CEN del PRI, hace campaña en tierra. Lo nombraron para reagrupar al fraccionado priismo y tomó en serio su trabajo, recorre con entusiasmo el país como si su candidato fuese en primer lugar. El sábado estará en Chihuahua, Juárez, Guachochi y Aquiles Serdán, en frenética gira para levantar el ánimo de la estructura.
Juárez y Chihuahua son escalas habituales de los políticos nacionales, a Guachochi lo usan como paso obligado para decir que fueron a la sierra, pero llama la atención su presencia en Aquiles Serdán, municipio al que nunca ha visitado un presidente nacional del PRI.
Hay que poner atención al presidente con licencia y candidato, Ariel Fernández, algo está haciendo bien para que se hayan fijado en él. En Aquiles dicen que por llevar amplia delantera merced al trabajo cercano y efectivo con la gente, lo que en esta elección es un garbanzo de a libra ¿Será?, por lo visto si, hasta se codeará mañana con el “negro” Juárez, no es poco decir para un edil del pequeño poblado.
