El cierre de la mina Dolores, forzado por la inseguridad, terminó por exhibir a una Iniciativa Privada omisa y despreocupada por lo que sucede en la entidad, liderazgos en muchas maneras acomodaticios. Mientras no les pegue directamente en sus intereses, que Chihuahua caiga en pedazos.
Primero salió a medios nacionales Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, para exigir que las autoridades hagan cumplir las leyes, sin excepción, pues encuentran inaceptables los niveles de inseguridad, que los representantes locales de cámaras. Ni por enterados se dan.
“La impunidad con la que actúan los criminales en México y la omisión de las autoridades para proteger la integridad de los trabajadores e inversionistas son inaceptables”, dijo Castañón al denunciar en la ciudad de México el cierre de la mina Dolores y plantas de Lala y Coca-cola.
¿Y las cámaras locales? Concentradas en lo suyo, organizar debates para los presidentes municipales, como si fuese su función más importante. La violencia los tiene sin cuidado, verán el desplome de la industria minera, como sucedió con la forestal, sin salir de su zona de confort.
Pero que más da, o qué podrían hacer ellos si el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, el de mayor responsabilidad en combatir la inseguridad y generar condiciones para el desarrollo económico no se ha dignado enviar un mensaje tranquilizador a los inversionistas.
El cierre de la mina fue el 25 de mayo, han pasado cinco días y Corral no ha pronunciado ningún mensaje formal por el tema, a su ver es inmerecido, asuntos menores, que no hablen de la coneja o Duarte, por que ahí se las verán con él, sea quién sea, pues ahora hasta tomó a López Obrador por cómplice de la corrupción y promotor de la impunidad.
En lugar del mandatario, como se dijo está ocupado en asuntos de campaña, César Jáuregui intenta dar la cara por gobierno. Se supo de una reunión, en la que habría participado Peniche, con representantes de la compañía canadiense, que concluyó sin acuerdos.
Ayer mismo se habrían reunido una segunda vez, según lo anunció Jáuregui ¿pero que posibilidades hay de reabrir la planta en corto plazo, si permanece el actual estatus de violencia? No se trata de promesas, ofrecimientos o le “juro que ahora si”, los mineros quieren resultados.
El domingo pasado Javier Corral tomó un vuelo para viajar a Nayarit, donde lo esperaba el candidato a senador del Frente, Guadalupe Acosta Naranjo, prominente integrante de lo que han llamado el “Grupo Chihuahua”, es decir el grupo de Corral. Al mismo tiempo Antonio Echavarría, gobernador panista de Nayarit, voló de Tepic a Puebla, para estar presente en el mitin donde los gobernadores del PAN arroparían en público al candidato presidencial del Frente, Ricardo Anaya.
Javier Corral ha decidido poner distancia de Anaya, el mensaje del domingo no admite dobles interpretaciones, prefirió a su amigo que pretende la senaduría que al candidato de su partido, quién lucha una desesperada batalla contra el populismo por la presidencia del país. Hay niveles y compromisos, dirá en su descargo.
Pero hablar de ruptura es ilógico, nadie puede romper lo que nunca estuvo unido. Ese par, Corral-Anaya, se trae ganas desde tiempo atrás, los coqueteos mutuos durante la selección de candidatos a senadores eran meramente de carácter político.
En las desavenencias internas muestran, de pasada, a un Anaya desprotegido en su propio partido, dado que solo seis de los doce gobernadores panistas acudieron al llamado en Puebla.
Cada vez está más aislado el candadito del Frente, pronto los dueños del gran capital que se apresuraron a pedir el voto útil en su favor, sabrán que fue un error y también lo dejarán solo. Así llegará al segundo debate.
Mientras desairaba a Ricardo Anaya, Corral abrió pleito con López Obrador, al que hoy ve acuerpado con la mafia. Desde Nayarit envió los atentos saludos: “lo grotesco es que también López Obrador, en su ambición, y ya en los fríos cálculos de llegar a Los Pinos, sin límite haciendo pactos, alianzas con actores muy cuestionables, también parece ya estar alineándose con esta idea de pacto de impunidad ¿Por qué lo decimos? Pues porque el propio López Obrador ha venido descalificando las luchas, los esfuerzos que desde distintos ámbitos de la sociedad civil, de organismos de la sociedad, desde un gobierno como el de Chihuahuase hacen en Chihuahua”.
La Coneja, en todo metido la Coneja. Ahora también López Obrador es su defensor, pues según Corral quieren llevárselo a cualquier precio antes de las elecciones. En franca oposición ¿A qué? A todo. Es lo suyo y lo sabe hacer muy bien.
En campañas domésticas desprovistas de emoción, los debates podrían ser un revulsivo que las haga interesante.
Hoy habrá un foro en la Facultad de Derecho, de pocas luces para el final un primer encuentro entre Alejandro Domínguez y Fernando Tiscareño. También estará Miguel Latorre, sin ser candidato a la presidencia. Son las campañas eclécticas.
El jueves 30 es el debate organizado por Carlos Fierro, presidente de Canaco. Originalmente se dijo que asistirían los tres con posibilidades de ganar, pero hasta donde se supo no estará presente Maru Campos, candidata del PAN. ¿Se trenzarán Alejandro y Tiscareño entre si o enviarán su venenillo hacia Maru? No es difícil la respuesta, siempre le tiran al puntero, en este caso a la puntera.
El diez de junio será el debate oficial, el que organiza el Instituto Estatal Electoral, y ahí estarán todos los candidatos. Desde luego es interesante escucharlos frente a frente, pero más importante sería que el organismo hiciese un esfuerzo por darle difusión suficiente. Tomen por ejemplo los debates presidenciales, sin el protagonismo de los conductores en el segundo.
Y Coparmex, siempre rezagado, convocó a un debate para el 25 de junio. Ya no tendrá sentido, entonces la elección estará definida, lo misma da si van o no los candidatos.
Pero todo ejercicio abona, sobre todo por la falta de imaginación en las campañas y el exceso de ruido electoral por las presidenciales. Hay poco espacio para que puedan mostrarse los candidatos a presidentes municipales, no se diga a diputados o síndicos, aprovechar esos foros es una obligación.
