*Madero atrás; Anaya cae

* Los “gerentes” desairados

* Tardío refinanciamiento

* Oportunidad de Patricio

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En la recta final de las campañas, falta un mes para la elección y restan 18 días efectivos de proselitismo, Gustavo Madero y Rocío Reza tienen motivos para incomodarse. Encuestas ordenadas por panistas los sitúan atrás de Reyes Baeza, en las preferencias electorales.

Ninguna encuesta es confiable, elección tras elección –dentro y fuera de México- demuestran que las “fotografías del momento” son más bien esbozos de una realidad nebulosa de formas cambiantes. Ellos sabrán como se ven en sus propios ejercicios, hay para todos los gustos.

Pero la percepción social, y eso si cuenta, es que Reyes Baeza impactó a los electores más de lo que muchos supusieron al inicio de la campaña, de modo que hoy lo ven con mayores posibilidades de ganar que a los candidatos del PAN.

Si las urnas confirman la percepción, sería una sorpresa explicable por varias razones. La primera es que Madero no hizo –no hace- campaña, a lo más parlotea confiando su destino al descrédito del PRI, el impulso del gobierno con los maxijuicios y al jalón de Ricardo Anaya. Reyes, en cambio, se puso a trabajar en todo el estado, haciendose notar incluso en la estridencia presidencial.

La segunda razón es que Madero pierde su apuesta por su candidato presidencial. La pasada encuesta de Reforma es muy gráfica, con un Anaya en picada tras el segundo debate, Meade subiendo ligeramente y López Obrador dominando sobre ambos. El PAN se estanca y crecen sus adversarios, imposible que no impacte las campañas domésticas.

Hay además otros motivos que describen un escenario adverso para el PAN; el propio Corral y otros cinco gobernadores guardan distancia de Anaya, perdieron las esperanzas, mientras los mayores activos políticos de Margarita decidieron optar por Meade. El más reciente Jorge Camacho, exvocero de Margarita y coordinador de la campaña de Corral al gobierno.

La suma de dichos factores y otros que por ahora no vale la pena incluir, son motivos para que los candidatos del PAN enciendan las luces amarillas, especialmente los que van por cargos federales, donde la votación es más lineal. Abusados, sigan pensando que todo está resuelto y el uno de julio van a la cama con la angustia del que perdió.

Atiéndelos tu, Alejandra, justifícame con cualquier cosa y después te cuento. Ese pudo ser el diálogo coloquial entre Javier Corral y su Secretaria –a distancia- de Fomento Económico, antes de la reunión programada con los presidentes de cámaras empresariales, a quienes plantó el miércoles.

Los desairó por quinta vez consecutiva, para que se ingran. La primera vez tuvo que salir de urgencia a México, la segunda atender una emergencia del Consejo de Seguridad, la tercera una entrevista con diplomáticos, la cuarta sabe Dios y en la quinta de plano perdió las formas.

Lo bueno es que la señora secretaria –a distancia- por suerte se encontraba en Chihuahua y pudo atender a los representantes de la IP, de lo contrario envía a Mesta o a cualquier funcionario de segunda –Mesta es de primera sólo para viaticar- como su representante.

La explicación de sus desaires es muy entendible; Corral habla sólo con los dueños del gran capital, jamás se rebaja con “gerentes” ¿No se han percatado, hijitos? Por favor, abran los ojos, son personas inteligentes… se supone. Esperen la sexta convocatoria, llegará una semana antes de las elecciones, entonces el gobernador acudirá muy sonriente y solícito para contentarlos.

Pocas veces se aplica tan bien la de Juanga como esta entre el gobernador y los presidentes de cámaras: “pero qué necesidad”. Hay la sacan.

Tarde pero Arturo Fuentes Vélez y Eduardo Fernández concretaron el refinanciamiento de la deuda, planteado urgente desde los primeros meses en que llegó el Nuevo Amanecer al gobierno. Más vale tarde que nunca.

Se trata de los famosos 20 mil 200 millones de pesos heredados por Duarte en deuda directa, mismos que negociaron desde el pasado 25 de enero con los bancos, siendo que recibieron la aprobación del Congreso meses antes. Para enero estaban ya bastante retrasados.

Se supone que obtendrán un ahorro anual de 300 millones de pesos. Fabuloso, en la deprimida situación financiera del estado cualquier ahorro es bien recibido. Sin embargo, al tardarse tanto para concretarlo, ese beneficio bien pudo esfumarse por el aumento del año pasado a las tasas de referencia y un bajón en la calificación de las finanzas estatales. Pero algo se ha de ganar, pagarán menos intereses siempre es positivo, el dinero es caro.

Ojalá se traduzca, si efectivamente consiguen algún ahorro, en medicinas y material de curación para los hospitales del Ichisal. Es una urgencia desatendida por el Secretario Ávila, a quién en lugar de preocuparle piensa en generosos bonos personales.

¿Palomita a Fernández y Fuentes Vélez? Hay que ponérselas, hicieron su lucha, si Hacienda registró la deuda apenas la semana pasada no es atribuible a ellos, es por el pleito de Corral, su jefe, con la Federación. Ellos hicieron el trabajo, reconocerlo es de hombres.

A temblar la industria nacional, el emperador Trump cumplió su amenaza de gravar acero y aluminio con aranceles del 25 y 10 por ciento. Quiere poner de rodillas al gobierno de Peña, por fortuna en ésta México sufre acompañado de Canadá y la Unión Europea, dos mercados importantes que reaccionarán a la unilateral decisión.

El gobierno de México, ojala lo hiciese, amenazó con poner aranceles a un catálogo de productos hasta equilibrar la afectación. Canadá hizo lo mismo y la Unión Europea se pronunciará hoy, no quedará con los brazos cruzados.

Es la presión del emperador para que el gobierno de Peña firme un desventajoso acuerdo comercial, se entiende, pero si doblan las manos en este momento de la mayor importancia, los mexicanos padecerán por décadas otro abuso del poderos y engreído vecino.

Patricio Martínez, como corresponde a los senadores, se involucró en el tema y propuso cerrar la frontera a la manzana gringa. Sería una de muchas formas para presionar y de hecho Idelfonso Guajardo la  incluyó entre los productos a gravar. Punto para el senador, siempre atento a los asuntos de política exterior.