Sin el menor sentido de autocrítica, Gustavo Madero, senador por el PAN y aspirante a la gubernatura, entregó ayer un editorial en el Heraldo de Chihuahua, titulado “El problema somos nosotros”. Afirma que el problema del país no es López Obrador, sino la oposición que “hemos sido incapaces para hacer un frente y hacerle frente”.
No, Gustavo, estás muy equivocado, el problema no somos nosotros, el problema eres tu y junto contigo un puñado de “Adelantados” que parasitaron durante décadas los recursos públicos, a quienes el tirano de hoy supo identificarlos muy bien: “La Mafia del Poder”, “el PRIAN”. No generalices, esa pandilla de corruptos donde te identificas son los responsables, no toda la oposición ni mucho menos la sociedad.
En un sincero ejercicio expiatorio podrías empezar por reconocer el daño causado al PAN durante el bochornoso episodio de los “moches” ¿Te acuerdas? Las crónicas periodistas te involucraron como uno de los actores principales en ese manoseo de dinero público, donde los diputados por ti coordinados pedían –se escribió mucho al respecto- mochada a cambio de asignar recursos a municipios.
También fuiste señalado mediáticamente por recibir beneficios personales a cambio de aprobar, entusiastamente, las reformas peñistas, sin referir un historial de dudosa honestidad en los asuntos públicos, que de diversas formas te han señalado públicamente durante tu dilatado ejercicio legislativo. En su momento hasta Javier Corral, quién hoy promociona tu candidatura, fue uno de tus más severos críticos.
Que López Obrador llegase al poder con una mayoría apabullante, más del cincuenta por ciento, se lo debemos a políticos corruptos avenidos al “diez por ciento” y el negocio a “cambio de…”. En esa pandilla de truhanes encontramos a Peña, los Duartes, Calderón, Martha Sahagún, Salinas y sus hermanos, Gambia Patrón y una cauda de cínicos que se hincharon de dinero mientras devastaban al país.
Los hechos ahí están ¿Cuántas fortunas se amasaron durante esas décadas de abuso y corrupción, tanto de encumbrados políticos del PAN como del PRI y sus apoyadores en partidos satélites? A esa clase política perteneces, son ustedes responsables directos de que López Obrador haya ganado y hoy gobierne sin contrapesos. ¿Cómo que “somos”?.
Ahora, cuando temen que consolide un régimen donde políticos y empresarios del pasado como ustedes no tienen cabida, les espanta verse desplazados del poder y la ubre, haciéndoseles fácil responsabilizar a todos para librarse de la parte que les corresponde.
Mira en retrospectiva y recuerda los escándalos de corrupción desde Salinas haciendo de la multimillonaria partida secreta un negocio de familia, con Raúl a la cabeza, el Fobaproa de Zedillo, los negocios de Martita y sus hijos, Calderón acuerpado con Elba Esther Gordillo y los negocios en Pemex, Peña alentando a los gobernadores para desviar obscenas cantidades de dinero a las campañas del PRI.
Buena parte de ese camino lo recorriste como legislador y presidente del PAN ¿Cuándo levantaste la voz para denunciar el atraco infame?.
Sería refrescante que asumas la parte que te corresponde en lugar esconder tu responsabilidad en generalizaciones falaces. O como dicen en el barrio de las Chivas, Jiménez, si no te cabe no la repartas.
Rompeolas
En esa frenética concentración de poder, López Obrador dará irremediablemente un paso más, al recibir de diputados y senadores de su partido e incondicionales a su persona, el regalo de modificar el presupuesto a discreción, sin que la oposición consiga frenarlo. Si con restricciones legales presidentes anteriores menos empoderados movían el presupuesto a su antojo, con la reforma obsequiosa éste presidente todo poderoso manejará la Hacienda Pública como si fuese su dinero personal. Mientras esto sucede en Palacio Nacional y las cámaras, los gobernadores exigen, a la distancia, cambios en el Convenio de Coordinación Fiscal. Hijitos, para ser escuchados necesitan elevar la voz de manera conjunta, desafiar al otro, de otra forma cada mañana se burlarán de su iniciativa. Si, avanzamos peligrosamente hacia una dictadura matizada de mesianismo y mirando al pasado populista.
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Rápida y en buenos términos la respuesta de Gilberto Loya, jefe de la policía municipal, contra los abusos de un agente que atentó contra la seguridad de una familia, violando la privacidad de su domicilio. Ningún abuso policial debe ser tolerado y menos cuando atenta contra el sagrado espacio de la residencia familiar. Ojalá que la Comisión de Asuntos Internos aplique una reprimenda ejemplar al agente abusón. Dato aparte los intentos de golpear, por ese atropello, a la presidenta Municipal, Maru Campos. Es normal, nada pasa, le pegan por que la ven adelantada en las encuestas, pues las elecciones se acercan y los rezagados empiezan a ponerse nerviosos.
