* Paco Domínguez, una voz sensata

* Federalismo no es separatismo

* Omar Bazán, por esfuerzo no queda

* Peña Neder en la elección gringa

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Prudente y comedido el gobernador de Querétaro, Francisco –paco- Domínguez. Siendo del PAN y uno de los implicados en el caso Emilio Lozoya, de quien habría recibido bolsas de dinero en apoyo a la reforma energética, por ese motivo despidió a su secretario particular de toda la vida, puso el dedo en la parte sustantiva del choque entre los gobernadores aliancistas y el Presidente López Obrador; no son formas, dijo.

“Los estilos de pedir éstas reuniones no han sido los más adecuados… hay que privilegiar el diálogo en la mesa en vez de grabar videos y debatir a través de esos videos”. El llamado a que recuperen la sensatez es pertinente y necesario en estos momentos, confrontados únicamente conseguirán escalar la crisis financiera de sus respetivos estados y generar un problema político de proporciones inimaginables en el país.

Por desgracia la mezquindad prevalece, otro gobernador, Alejandro Murat de Oaxaca, levanta la voz y pide a sus colegas que den prioridad a la pandemia, recriminándoles la polarización social. Murat, elegido por el PRI, es el gobernador más lopista de todos los gobernadores lopistas, el primero en polarizar es el Presidente. Si no piensa apostar al buen tono de la discusión, mejor seria guardar silencio.

Lo desquiciante de los días pésimos que vivimos es la irresponsabilidad de sus mayores autoridades. Tanto gobernadores como Presidente Son incapaces de poner a un lado sus legítimos intereses electorales y concentrarse en los problemas del país, particularmente la pandemia y el colapso económico que viene.

Frente a esos monstruos que atosigan permanentemente a los mexicanos, se trenzan en una disputa pública en la que prevalecen descalificaciones y ofensas. Prudencia, sensatez, como dice Domínguez, siéntense a dialogar en privado y con sincera convicción de encontrar soluciones, no añadir más problemas a los ya existentes.

Porque hay otro dato, entre la población se habla cada vez más de la “hermana república del norte”, no sea que entre broma y broma sigan creciendo los rencores y terminemos viéndonos como España con Cataluña o, peor, Inglaterra con Irlanda. Los gobernadores nunca han hablado de separatismo, quieren un mejor trato fiscal de la poderosa Federación. Ahí concentren sus esfuerzos, levantando la voz o intentando que les abran la puerta a golpes sólo conseguirán desaires y desprecios.

Rompeolas

A Omar Bazán le pueden decir muchas cosas, pero jamás que no trabaja o se hace el disimulado. Su frenético activismo en todo el estado es conocido, antes de la pandemia no paraba ningún fin de semana y ahora mantiene hirviendo el zoom. No me extrañó la abundancia de asuntos en su informe de dos años legislativos: más 350 iniciativas presentadas, unas por definición de la plataforma priista y otras por gestiones realizadas, ni que destacara sus periódicas reuniones con presidentes municipales, agricultores, ganaderos, comerciantes, trabajadores, amas de casa y diversas organizaciones de la sociedad civil. Trabaja 24/7 y todavía se da tiempo para grillar apuntalando sus aspiraciones de ser gobernador y presentarse en la Secretaría de Gobernación, acompañado de alcaldes y diputados, para gestionar soluciones al conflicto del agua ¿Recuerda la imagen?. Igualmente exige al gobierno del estado una mejor administración de la pandemia, solución a la crisis –gravísima crisis- de Pensiones Civiles. No hay asunto de la agenda pública que le pase de noche, ahí está con ese cuchillito de palo. Está en su elemento, con la tejita que le resta de partido hace sonar la matraca entusiastamente como en los tiempos del PRI hegemónico. Se le hará o no se la hará su proyecto, en gran medida dependerá de los arreglos entre Alejandro Moreno, alito para los cuates, y López Obrador, que en todo mete la mano. Pero de que la busca con ganas de encontrarla no hay duda, si fuese por esfuerzo y dedicación la tiene bien ganada.

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Las elecciones en Estados Unidos siguen indefinidas, la proyección estadística es que Biden ganaría el voto popular, como Hillary Clinton hace cuatro años y anteriormente Al Gore frente a Bush. Pero lo que cuenta para efectos constitucionales es el voto electoral, ahí Trump, según diversas encuestas publicadas recientemente, gana terreno. Están peleando el voto en cada rincón del país y, aunque usted no lo crea, trasladaron la elección a México. Recibí un reporte de Larry Rubin, dirigente del partido Republicano en México, donde buena parte de la simpatía ganada por Trump se cocina al interior de nuestras fronteras. El Partido Republicano y la organización de nacionales llamada “México Republicano”, han creado comités de apoyo a Trump en 172 municipios de alta migración y calculan que conseguirán alrededor de 100 mil nuevos votos en los llamados estados bisagra, es decir aquellos que definen la elección. De allá para acá envías remesas y, en ésta elección, de acá hacia allá mandarán votos, desde luego a través de los parientes radicados al otro lado de la frontera. Esperemos los resultados del martes próximo, las elecciones están muy apretadas y cualquier cosa puede suceder, pero si gana Trump el Partido Republicano en México y “México Republicano” tendrán su parte en la victoria. ¿Sabe quién es el organizador nacional de “México Republicano”? el siempre inquieto Juan Iván Peña Neder. Lo que faltaba por ver en este dos mil veinte de sorpresas, un chihuahuita metido en la elección presidencial de los Estados Unidos.