20 MIL EMPLEOS MENOS Y LA CRISIS EMPIEZA

*Nueva fecha para expulsión de Duarte

*100 días ¿Qué informará Javier Corral?

*Cabada seguro de su reelección ¿Será?

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Tan sólo en diciembre el estado perdió 20 mil empleos entre permanentes y temporales, según reportes del Seguro Social, publicado ayer en la nota principal de El Diario.

Es una noticia de alarma, tomando en cuenta que los efectos de la crisis apenas empiezan a sentirse y que diciembre suele ser un mes en que el empleo, sobre todo temporal, crece a causa de la actividad económica.

A los datos anteriores habría que agregar los despedidos por el gobierno del estado, información no proporcionada de manera oficial, pero los priistas hablan de entre tres y cinco mil. También la burocracia está en crisis, se repondrá pronto, pues así como salen unos entran otros.

Desde que la economía del estado empezó a recuperarse, tras los problemas de inseguridad que la devastaron, Chihuahua mantuvo un crecimiento constante en la generación de empleo.

¿Porqué de pronto una noticia tan negativa? Habría que hacer una valoración de los factores que detonaron el desempleo, en lo que explican las causas, es obvio que no pueden tomarse como algo pasajero, considerando que los efectos de gasolinazo contribuirán a la parálisis económica.

El año pinta mal con menos empleo y más inflación, noticias pésimas para una sociedad temerosa de lo que suceda con la economía del país, en un momento altamente volátil por las condiciones internas y los vaivenes internacionales, sobre todo el factor Trump que tan directamente pega a los estados fronterizos. Agárrese, hoy más que nunca hay que cuidar el trabajo.

En diciembre pasado hubo quinielas sobre si el PRI expulsaría a César Duarte antes de terminar el año, o seguiría protegiéndolo. Ganaron los que apostaron contra la expulsión y hasta se ufanaban de ello, diciendo que estaba muy bien amarrado en Los Pinos y el senado.

Otra vez el nombre del exgobernador empezó a ser manejado en medios nacionales, como seguro candidato a la expulsión, corriendo la suerte de su tocayo veracruzano y su amigo Borges, de Quintana Roo.

Dicen que es cosa de días, de modo que las apuestas quedan abiertas otra vez ¿Lo expulsan o lo exoneran definitivamente? Las apuestas están a favor del No, muchos siguen viendo a Duarte como un exgobernador cuyas complicidades alcanzaron el más alto nivel de la política nacional, situación que le extiende una especie de salvoconducto a la impunidad.

Esa versión tiene sus asegunes, el gobierno de Peña está cada vez más acorralado, necesita distracciones para medio lavar sus manos de la corrupción. Con independencia de lo que suceda, el tema será manejado como una posibilidad en los próximos días.

El gobernador Corral mandó para el 19 del presente la fecha de su mensaje sobre los primeros cien días. En gobierno dan especial importancia al evento, concentrados en una campaña publicitaria que destaque sus logros.

Eso de los cien días es más una moda que una oportunidad para establecer valoraciones importantes de un gobierno, cualquiera que sea. Son muy pocos los días, más tomando en cuanta las fechas en que transitan en el gobierno estatal, donde se atraviesa diciembre con sus posadas, para establecer juicios relevantes.

Sin embargo Javier Corral le concede importancia inusual ¿Por qué? Sería deseable que haga un anuncio trascendente esa fecha, pues el recuento de sus actos quedaría corto si pretende hacerlo pasar por un mini informe, francamente ha hecho muy poco para presumir en ese reducido tiempo. De cualquier forma hay que estar atentos, tratándose de teorizaciones no tiene igual.

Muy seguro de la reelección Armando Cabada, declarando que sólo la buscará si cumple sus promesas, lo que en cierto modo es un lujo, pues los políticos se caracterizan precisamente por lo contrario ¿Será que Armando se toma en serio eso de ser independiente?

Puede, en su caso sería recomendable mostrar mayor prudencia, los primeros días son insuficientes para declaraciones de optimismo, Juárez es una ciudad complicada y cualquier problema podría echar por tierra todas sus pretensiones reeleccionistas, así cumpla o no sus promesas.

Mejor sería construir acuerdos, pactos con los poderes fácticos que lo llevaron a la presidencia y aumentar su influencia entre los priistas que reniegan de su partido. Además del poder económico que lo hizo ganar, en los priistas renegados podría encontrar un apoyo invaluable para sus futuras aspiraciones.

En Juárez hay un filón importante, empezando por su compadre Víctor Valencia, en franca rebeldía a su partido e incluso al presidente Peña. No le extrañe que el día de mañana haga el anuncio de formal separación del PRI, hasta allá llegó Valencia luego del gasolinazo que los aturdió.

Lorenzo Córdova, presidente del INE, ha sido muy aplaudido desde el anuncio que regresaría a la Secretaría de Hacienda mil 70 millones de pesos, presupuestados para la construcción de la nueva sede del Instituto conocida como “las torres gemelas” un complejo dispendioso para la burocracia electoral.

En realidad el “gesto” de Córdova denota el enorme e innecesario gasto que el gobierno mexicano hace en las elecciones y los partidos políticos. Pretendía invertir más de mil millones de pesos en edificios suntuosos que en realidad no les hacen falta para desempeñar su trabajo, lo que a todas luces es un abuso, un dispendio sin razón ni sentido, haya crisis o no.

Lo que deberían hacer en estos tiempos es recortar el presupuesto del INE al 90 por ciento, adelgazando las actividades y el personal para reactivarlos únicamente en los dos años de cada sexenio en que hay elecciones.

Y lo mismo con las prerrogativas de los partidos políticos ¿Por qué tienen los contribuyentes que mantener los partidos, si está demostrado que no ven por la gente, sino por sus intereses personales? Esa ley generosa es en sí misma un atraco a la nación.

Algo similar ocurre en Chihuahua, donde redujeron de 80 a 51 millones de pesos su presupuesto, demostrando que pueden operar con mucho menor dinero al que alegan necesitar.

Definitivamente Peña tenía muchas otras opciones antes que el gasolinazo, sólo que para aplicarlas necesitaba tocar a la clase política y burocracia electoral, en la que el país destina ingentes carretadas de dinero. Imposible, antes muertos que dejar la ubre.